El otro día iba por la calle y notaba como la gente se hacía a un lado a mi paso. Iba imponiendo un respeto de la hostia. Pasé por unos escaparates y los utilicé de espejo para mirarme y, la verdad, es que mi figura intimidaba porque estoy bastante fuerte y se me ve poderoso. Así que me llevé un biceps hacia la boca para darle un beso en señal de aceptación de mi cuerpo. Al hacerlo me vino un pestazo del sobaco (o axila, como decimos la gente culta), que casi me tumba ahí mismo. Até cabos muy rápido, siempre lo hago; la gente no se apartaba por mi configuración anatómica sino por el pestazo que desprendía.
Con esto te quiero decir que todo depende del cristal con el que se miren las cosas y que muchas veces lo que ves en el mundo no es un reflejo de la realidad, sino tu cerebro proyectando sus traumas al mundo. Reflexionad sobre ello, tú y los moderadores (se dice al revés, pero me gusta el efecto cómico-dramático de la alteración del orden). Por si no lo pillas te estoy sugiriendo que el asco no está en el forochat, que lo está, sino también en tu cabeza y en el asco que te das a ti mismo.