Que con esta ley se van a cargar buena parte del puterío es un hecho.
Los clubes, cerrarán todos. Ahí no hay excusa, no vale la presunción de inocencia. Hoteles con luces de colores como reclamo, las primeras redadas van a ir por ahí.
Los pisos “clásicos”, que como puteros en todas las ciudades conocemos unos cuantos, la policía los conoce también, y harán sus pinitos ahí también. Yo soy el primero que no me arriesgo a caer como un pardillo en un lumipiso de esos.
Las callejeras, carne de cañón, con más presencia policial en los guetos donde ejercen, lo solucionan.
La prostitución va a quedar reducida a alguna independiente que contacte discretamente y quede en hoteles, apartamentos turísticos o similares, donde sea prácticamente imposible detectar lo que de puertas de una habitación de hotel para dentro se haga, y cambiando casi cada día o semana de lugar. Y eso se paga, serán muy residual y mucho más caro