A las mujeres, por lo general, sí les gusta follar, al menos las de las nuevas generaciones, que tienen un banco de esperma en las bragas de manera permanente, especialmente las más cerdas.
Hay un mito recurrente muy de nuestros días que se basa en el estereotipo de que las jambas en realidad no gustan del folleteo y tal, y que muchas veces, cuando están en pareja, acceden para satisfacer al hombre. No dudo que pueda suceder en el contexto de pareja, pero las que andan libres y sin compromiso follan tanto o más que nosotros, y muchas se han comido tantos rabos como papos, sin problema alguno. Más de una cerda con la que he yacido me ha contado con toda naturalidad todo lo que se ha calzado en la última semana, y encima con orgullo, como si fuera una proeza, con el coño en modo guantera. Uno, que en el fondo es un romántico, y el ñogo ñogo lo hace con pasión, o al menos lo intenta, y no solo para desfogarse y liberarse de la picazón de bajos, gusta de mozas algo más finas, pero el zorrerío de nuestro días anda desbocado.
Respecto a las tipas más maduras no tengo ni idea porque no las he catado, tengo mis reparos aunque siempre me dicen que las de 40 son grandes folladoras, cosa que no pongo en duda, pero un chocho cuarentón me da reparo, no termino de verlo. Pero a las tipas les gusta follar, y tanto como a nosotros, con un nivel de cerdería estratosférico, y por lo general, salvo excepciones se dejan dar por todos lados, sin problemas de conciencia ni remordimientos de ningún tipo.