Esa última vez me engañaron con el Jameson con hielo y vi la muerte. Desde entonces, nunca más.
Buah, más gravíssim es lo que me pasó a mí y son las siguientes acusaciones fuertecitas que voy a verter aquí:
En una de mis incursiones de haprovisionamiento alcoholólico, en el Carreful, me traje varias botellitas de cermezas belga, holandesa, alemana y hasta catalana para hacerles la cata correspondiente.
Una de ellas era la celebérrima "Delirium Tremens" que tiene aprox. un 9% o así, que trasegué con una cena respetable.
Aquello sabía
achampanao, pero también a alcoholol de quemar.
(Esponsoriza a Quensar vomo hovra social.)
Las siguientes horas fueron de dolor de cabeza, aturdimiento semigriposo, estómago nauseabundo y la peor de las resacas de mi puta y miserable bida.
Yo, que me batí los hígados cual chav/knacker en la pérfida Albión y más allá, en estas me vi.
El episodio me disuadió de beber en algún tiempo, pero volví a las andadas por sentir ese aturdimiento mágico. Con otra botellita adquirida en el Carreful. En dos tragos supe que se trataba de lo mismo.
No compréis alcohololes en el Carreful, havisaos estáis.
¿Y por qué suelto toda ésta mierda,
@pepito68 ?
Pues porque mientras me retorcía en el jergón tuve el claro pensamiento de que beber era autoinducirse enfermedad-daño. Cuando su hamijo la sienta en er pesho, que se aplique o k se muera tio, yo k sé xd xd xd.