la serpiente cascabel
Es una especie de gran porte y robustez, alcanza los 160 cm. de longitud. Se distingue por el apéndice córneo que exhibe. En el extremo de la cola tiene un cascabel (compuesto de una serie de hasta 14 segmentos córneos huecos, engarzados entre sí) que produce un sonido característico; cuando el animal está excitado los agita. Cada segmento corresponde a una muda, por lo que el animal adquiere 2 o 3 segmentos por año. Rara vez puede retener más de 14, pues el desgaste los hace quebrarse.
Color de fondo castaño nuez claro, con una serie de 18 o más rombos, de eje mayor mediodorsal más oscuro que el fondo y delimitados por escamas blanquecinas o amarillentas. En los flancos presenta triángulos oscuros, bordeados de claro, con un ángulo apuntando hacia dorsal, algunos enfrentándose con los vértices inferiores de los rombos dorsales. En la zona del cuello presenta dos líneas latero dorsales longitud blanquecina de una escama de ancho y las filas de escamas que quedan así delimitadas son de coloración más oscura.
El dorso de la cabeza con dos franjas longitudinales algo más oscuras que el color de fondo y cubierto de pequeñas escamas, salvo en su parte anterior, donde se destacan cuatro escamas mayores.
Los crotalinos son casi todos americanos y tienen fosetas faciales que son órganos sensibles al calor, con los que localizan a sus víctimas. Pueden citarse las serpientes de cascabel.
Esta serpiente venenosa tiene un cascabel en la cola, el cual mueve rápidamente cuando va a atacar. Cuando muerde inyecta el veneno a través de sus colmillos que funcionan como si fueran jeringas. Tiene mandíbulas muy flexibles y puede tragar a sus presas enteras empezando por la cabeza, aún cuando el cuerpo de la víctima sea más ancho que el suyo; esto gracias a un hueso especial que une la mandíbula inferior con el cráneo.
Suelen vivir de 10 a 12 años
Su organismo les permite sobrevivir en los lugares más calurosos del mundo.
Con el cascabel anuncia su ataque y su veneno le permite defenderse de sus depredadores.
Amenazada, en peligro de extinción
DRAGON DE KOMODO
Dragón de Komodo (lagarto) Varanus komodoensis
La especie de lagarto más grande del mundo, el dragón de Komodo es además uno de los descubrimientos reptiles más recientes. Desconocido para la ciencia occidental hasta 1912, el dragón de Komodo vive sólo en unas pocas islas del archipiélago indonesio, a pesar de que sus parientes cercanos, los lagartos monitor, pueden encontrarse en todo el globo.
Famosos por su tamaño, potencia y apariencia similar a la de un dinosaurio, los dragones de Komodo son hábiles depredadores que a menudo cazan en grupo grandes animales. A pesar de su voluminosa apariencia, pueden moverse increíblemente rápido y se conoce que han atropellado a humanos, así como a los cerdos, ganado y cabras que forman parte de su dieta. Sus poderosas mandíbulas y garras les posibilitan matar rápidamente sus presas, y los animales que logran escapar un ataque inicial mueren luego por la letal bacteria que se encuentra en la boca de este lagarto.
Debido a su limitado rango de influencia geográfica existe sólo un pequeño número de dragones de Komodo, pero los adultos no han conocido depredadores, y son ahora especies protegidas. La continuación de su existencia es beneficiada por su popularidad como atracción turística, a pesar del hecho de que se dice que al menos un turista ha sido asesinado por uno de ellos.
Tamaño: Hasta 125 Kg., 3,1 metros.
Distribución: Komodo, Rinca y otras dos pequeñas islas, Indonesia.
Dieta: Cerdos, cabras, ganado, búfalos, caballos, pequeños dragones, personas.
Reproducción: Ovíparos, ponen entre 15 y 40 huevos