Misógino Empedernido
El de los "cupiditos"
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Una esclava no, ha alquilado una compañía, como las sudamericanas que sacan a las viejecitas de paseo y charlan con ellas, sin sentirse mal por el dinero que les pagan. La compañía (y el sexo) también se compran. En cuanto a los ronquidos y las toses, creo que todos soportamos los de alguien alguna vez... y no es tan traumático.Mr Bob rebuznó:Él se acuesta todos los días sabiendo que tiene una esclava, ese hombre no tiene escrúpulos! y ella? tener que dormir con ese señor respirándole al lado todos los días, escuchando sus ronquidos y sus toses,[...] Las penas con pan son menos...
Lamento darle en el morrillo, pero no necesito imaginármelo, lo conozco: Amancio Ortega. Se ha divorciado de su mujer hace pocos años, cuando ya era, hacía tiempo, el más rico de España. Y no se le conocen nuevas compañías...ilovegintonic rebuznó:Que levante la mano el que sea capaz de imaginar a un multimillonario mediático y viejo con una mujer de su edad y con la que se casó cuando era un pelagatos.
También discrepo. No todo el mundo está en venta, ni todos los cariños se compran. Pero cada vez hay más gente en venta, eso es cierto.ilovegintonic rebuznó:No me digas que no te habías dado cuenta :?
Todo, Werther. Todo. Tan deprimente como real y cierto. Y desde luego, cada día más. Cada día más. Todo está tasado. Todo es negociable, en el peor de los casos. Lo es incluso la vida, no lo va a ser el amor.
Decía Woody Allen que el dinero no da la felicidad, pero proporciona una sensación tan tan parecida que sólo los auténticos expertos pueden llegar a diferenciarlas... (¡Qué genio!)Werther rebuznó:El dinero no dará la felicidad, pero el 99 por 100 de la humanidad lo persigue como si le fuera la vida en ello.
No creo que por el comportamiento de los dos protagonistas del hilo podamos sentenciar sobre hombres y mujeres en general porque, precisamente, se trata de hombres y mujeres excepcionales. Supongo que con la edad de Briatore, acostumbrado a hacer negocios, el amor habrá quedado atrás hace tiempo, busca disfrutar la vida y punto, se puede permitir comprar una granja en Nairobi y una modelo de moda, ha hecho ambas cosas. Ella, a cambio de su cuerpo, puede conseguir un estatus social y vivir rodeada de lujos, sin preocuparse más que de agradar a uno, presumo que le compensa. Y como son adultos, al resto de los mortales, ni nos va ni nos viene, que con su pan se lo coman.