Budismo

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Mayayo
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
Mayayo rebuznó:
Yo me limito a lo que ensenyo el Buda, lo cual esta recogido en el Canon Pali. .

BellMalena rebuznó:
Me gustaría que me confirmarás sobre los antecedentes del Budismo.

micropene II rebuznó:
por que hay muchas partes incompletas? en otras lenguas esta toda entera?

Nadie registró los discursos o instrucciones mediante diálogos del Buda cuando los llevó a cabo hace dos mil quinientos años, ya que la costumbre de la India se limitaba al uso de la escritura para asuntos militares y de negocios. Sin embargo, al año siguiente de la muerte del Buda, quinientos de sus seguidores se reunieron en un concilio en el que tres de sus
principales discípulos hicieron un recuento de diferentes partes de sus palabras. Subsecuentemente, distintos grupos de monjes tomaron la responsabilidad de memorizar y recitar periódicamente algunas secciones específicas de ellas. Esta responsabilidad pasó de una generación de discípulos a otra. Estas palabras se convirtieron en los sutras del hinayana.
La creencia en la autenticidad de estos sutras descansa exclusivamente en la fe en que esos tres discípulos recordaron perfectamente las palabras del Buda y que aquellos en el concilio que corroboraron sus memorias con lo que ellos mismos recordaban. Es imposible establecer científicamente la veracidad de estas dos propuestas.
 
Aun si la transmisión original hubiera estado libre de corrupción alguna, varios de los principales discípulos de las generaciones subsecuentes carecieron de una memoria perfecta. Unos cien años después de la muerte del Buda, surgieron desacuerdos acerca de varios de los sutras hinayana. Eventualmente surgieron dieciocho escuelas, cada una con su propia versión de lo que el Buda dijo. Las escuelas estuvieron en desacuerdo inclusive acerca de cuántos discursos y diálogos fueron recitados en el primer concilio. De acuerdo con algunas de las versiones, varios de los discípulos del Buda fueron incapaces de atender exclusivamente a sus propios estudiantes y transmitirles oralmente las enseñanzas que recordaban. Los ejemplos más importantes de esto son los textos concernientes a tópicos especiales del conocimiento (sct. abhidharma). Por muchos años, generaciones subsecuentes los recitaron fuera de las reuniones oficiales y sólo tiempo después fue que el concilio los incluyó en la colección hinayana.

Las primeras enseñanzas escritas aparecieron siglos después del Buda, a mediados del primer siglo a.e.c. Fueron los sutras hinayana de la escuela theravada, la línea de los ancianos. Gradualmente, los sutras de las otras diecisiete escuelas hinayana también surgieron de forma escrita. Aunque la versión theravada fue la primera en aparecer en escritos y no obstante que
la theravada es la única escuela hinayana que sobrevive en forma intacta hasta hoy en día, estos dos hechos no son suficientes para probar que los sutras theravada son las palabras auténticas del Buda.

Los sutras theravada están escritos en lengua pali, mientras que las otras diecisiete versiones están en varias lenguas indias tales como el sánscrito y el dialecto local de Magadha, la región donde el Buda vivió. No puede ser establecido sin embargo, que Shakyamuni haya enseñado sólo en una o en todas estas lenguas indias. Por esto, ninguna versión de los sutras hinayana puede reclamar autenticidad en términos del lenguaje.
 
Recomiendo a todos los interesados en el tema del budismo que además de continuar su personal búsqueda, consulten la excepcional biblioteca on-line elaborada por el dr. Alexander Berzin Los archivos Berzin: Página principal
En ellos encontrarán estudios aproximativos al budismo, comparativas históricas y culturales, explicaciones sobre la práctica diaria y aproximaciones a la meditación avanzada como el mahamudra, el dzogchen o el tantra.
 
Mayayo rebuznó:
Perdona pero estas practicas avanzadas del budismo tibetano son inutiles sin la iniciacion y transmision directa de un lama.

Por descontado, nadie ha dicho lo contrario.
Todo el resto del post sigue sin embargo siendo válido y el anterior también.
En los escritos y transcripciones de conferencias del dr. Berzin, que fue traductor entre otros de su santidad Dalai Lama, se pueden encontrar respuestas a muchas de las preguntas que principiantes e interesados se plantean y no es necesario comenzar por los niveles más avanzados, si bien coocerlos da una visión en perspectiva.
 
A mí el budismo siempre me ha parecido una ideología antivital, porque su renuncia al deseo implica renuncia a vivir. Una cosa es renunciar a deseos superficiales o poco importantes, y otra llegar a lo del budismo, que para solucionar el sufrimiento pretende eliminar el deseo, o eso es lo que tengo entendido.
 
qbit rebuznó:
A mí el budismo siempre me ha parecido una ideología antivital, porque su renuncia al deseo implica renuncia a vivir. Una cosa es renunciar a deseos superficiales o poco importantes, y otra llegar a lo del budismo, que para solucionar el sufrimiento pretende eliminar el deseo, o eso es lo que tengo entendido.

Nos encontramos ante un problema semántico y linguístico. La traduccion de la palabra "deseo" así como la de la palabra "sufrimiento" son poco acertadas ; lo mismo ocurre con "conciencia", "claridad" "mente" y tantas otras. Los conceptos a los que se refieren en los lenguajes asiáticos clásicos budistas como el sánscrito o el tibetano están poco o mal reflejados en los términos occidentales en general, normalmente inglés o alemán. De ahí en nuestro caso, al castellano. Por el camino se va perdiendo significado y contenido; por último, nuestra personal y subjetiva interpretación de lo leido desvirtúa un poco más el original tiñéndolo con nuestra experiencia propia. En fin manolín, qué quieres que te diga...:82:18
 
Parece ser que el mayor y único discurso del Buda Sakhyamuni fue. "AH", todo lo demás es fruto de la imaginación y la historia
 
Según Buda y sus discípulos el origen de las causas que originan nuestro malestar hay que buscarlo en nuestra propia mente y en como ésta se relaciona con la realidad. Tendemos a confundir lo que percibimos de la realidad con la realidad en sí misma, identificándonos de tal manera con esa experiencia que llega a parecer más sólida que la propia realidad, la que por otra parte, no existe independientemente de su relación con nuestra mente. En lugar de investigar por qué la percibimos así y cambiar las actitudes que nos mueven a ello, nos dedicamos a alimentar la falsa percepción con toda suerte de pensamientos y emociones que fatalmente nos encadenan a la rueda del sufrimiento.
 
artvsre0.jpg

Mantra de Vajrasatva
En su naturaleza más honda los mantras son, en esencia, intraducibles. No obstante, algunos maestros han procurado hacer una traducción que nos puede dar una idea de lo que significa el mantra de Vajrasattva. La transliteración que aquí presentamos se basa en una forma del mantra tal como la otorgo a algunos de sus discípulos el maestro Dudjom Rimpoché.
Empieza diciendo: “Om Vajrasatva samaya” (cuando adoptas una sadhana o practica de visualización, haces un samaya, o un compromiso, voto con la figura que vas a visualizar, prometiendo mantener esa práctica con regularidad. Si lo haces fielmente, la figura que visualizarás, por su parte, te obsequiará los frutos de la práctica).

Om Vajrasatva samaya Om, voto a Vajrasatva,
Manupalaya defensor de los hombres,
Vajrasatva ‘tvenopatishta con tu esencia, ser de vajra, permanece a mi lado,
Drdho me bhava por mí, sé firme,
Sutosyo me bhava por mí, sé contento,
Suposyo me bhava por mí, sé complacido,
Anurakto me bhava siente profundo amor por mí,
Sarva siddhim me preecha concédeme todas las perfecciones,
Sarva karma sucha me purifica todo mi karma,
Chittam shreyah kuru hung haz de mí una mente mejor.
¡Ja, ja, ja, ja, jo! (risa)
Bhagavan sarva tathágata ¡Benditos sean todos los budas!
Vajrama me muncha Ustedes, semejantes a los vajras, ¡libérenme!
Vajri bhava Sean, en verdad, de la naturaleza del vajra.
Mahasamayasatva Gran héroe de mi compromiso.
¡Ah! ¡Hung! ¡Phat! ¡Ah! ¡Hung! ¡Phat! (¡Que se vaya el mal!)

(¡Phat! Es un sonido que se usa para someter a los demonios)
 
dorador rebuznó:
Tendemos a confundir lo que percibimos de la realidad con la realidad en sí misma, identificándonos de tal manera con esa experiencia que llega a parecer más sólida que la propia realidad, la que por otra parte, no existe independientemente de su relación con nuestra mente.

Te animo a que desarrolles ese argumento. El término confundir implica la existencia de dos entidades que entran en confusión. Si la única realidad es la que está relacionada con nuestra mente -solipsismo-, no puede haber confusión.

Qué razón tenía Wittgenstein cuando decía que la inmensa mayoría de los problemas filosóficos tienen su raíz en el propio lenguaje natural y su estructura.
 
Te animo a que desarrolles ese argumento. El término confundir implica la existencia de dos entidades que entran en confusión. Si la única realidad es la que está relacionada con nuestra mente -solipsismo-, no puede haber confusión.
Dorador se contradice, según sus palabras, al establecer que hay dos realidades y a continuación afirmar que no hay más realidad que la percibida por nuestra mente. Sería bueno establecer qué es realidad antes de complicar más la cosa. O no.

Para mí, puede haber puntos de confluencia entre las dos realidades de dos individuos con similares circunstancias, dos vecinos en tiempo y espacio, pero su percepción del entorno y de ellos mismos puede ser radicalmente distinta. Pueden percibir realidades diferentes. Literal, no figuradamente. En el arte se sustancia esto de manera diáfana.
 
Para mí, puede haber puntos de confluencia entre las dos realidades de dos individuos con similares circunstancias, dos vecinos en tiempo y espacio, pero su percepción del entorno y de ellos mismos puede ser radicalmente distinta. Pueden percibir realidades diferentes. Literal, no figuradamente. En el arte se sustancia esto de manera diáfana.

Sí, estoy de acuerdo. Dentro de unos parámetros comunes que rigen nuestra actividad nerviosa, puede haber individuos cuyas formas de procesar los estímulos externos funcionen de forma bastante diferente, pero es algo evidente desde siempre. Claro que esto sería sin tomar en consideración concepciones filosóficas que dudan de la existencia del otro, y de la realidad externa, que sólo admiten el cogito cartesiano, o que ni tan siquiera eso. Pero vuelvo a irme a Wittgenstein y a citar una frase que me encanta: de lo que no se puede hablar, hay que callar.

Soy Q, por cierto. No sé por qué estoy baneado, pero it's all ok.
 
Sí, estoy de acuerdo. Dentro de unos parámetros comunes que rigen nuestra actividad nerviosa, puede haber individuos cuyas formas de procesar los estímulos externos funcionen de forma bastante diferente, pero es algo evidente desde siempre. Claro que esto sería sin tomar en consideración concepciones filosóficas que dudan de la existencia del otro, y de la realidad externa, que sólo admiten el cogito cartesiano, o que ni tan siquiera eso. Pero vuelvo a irme a Wittgenstein y a citar una frase que me encanta: de lo que no se puede hablar, hay que callar.

Soy Q, por cierto. No sé por qué estoy baneado, pero it's all ok.
Y yo B. Supongo que tengo segundos antes de ser baneado; sólo precisaré que no me iba tanto a la actividad nerviosa y demás, sino al hecho de que, verbigracia, David Lynch y Ron Howard sean tan distintos entre sí. Estos individuos interpretan la realidad de una forma no sólo ética sino estéticamente muy diferente. Tienen, a la hora de crear, un bagaje de sensaciones tejido por una vida de experiencias y una carga genética determinada. Son almas distintas. Viven y perciben realidades diferentes.
 
dorador rebuznó:
Tendemos a confundir lo que percibimos de la realidad con la realidad en sí misma, identificándonos de tal manera con esa experiencia que llega a parecer más sólida que la propia realidad, la que por otra parte, no existe independientemente de su relación con nuestra mente.

Es correcto lo que acabo e expresar, hay dos entidades, la percepción, lo que experimento y lo experimentado. De hecho, tan pronto como planteamos el tema de cómo existen las cosas, hemos entrado en el reino de la descripción, que solo puede ser cubierto por la mente. Eso no significa que todo exista tan solo en la mente y que la tierra no existía hasta que hubo vida en ella. Un objeto no necesita ser experimentado por una mente en orden a su existencia. Pero si vamos a hablar de cómo existen las cosas, o a intentar entenderlo, probarlo y conocerlo, solo podemos hacerlo en relación con la mente. lo que existe externo a la mente, pero que no puede existir independientemente de ella.

Deberás admitir que la misma persona puede tener diferentes percepciones de la misma realidad en diferentes momentos, aumentando así la confusión.

Te animo a que desarrolles ese argumento. El término confundir implica la existencia de dos entidades que entran en confusión. Si la única realidad es la que está relacionada con nuestra mente -solipsismo-, no puede haber confusión.

Qué razón tenía Wittgenstein cuando decía que la inmensa mayoría de los problemas filosóficos tienen su raíz en el propio lenguaje natural y su estructura.

En esto último si que coincidimos. Una de las escuelas budistas tibetanas solo admite la realidad en cuanto que es algo de ser susceptible de ser nombrado.
Podemos formular la relación entre la mente y cómo las cosas existen de varias formas.
Hay dos enfoques principales en mahamudra. Vamos a caracterizarlos en términos generales. El primero presenta lo que existe en términos de fenómenos, ya sea la mente u objetos de la mente - en otras palabras, experiencia o contenidos de la experiencia. Los fenómenos, incluida la mente, existen en virtud del hecho de que la mente da lugar a la apariencia u ocurrencia de ellos como objeto de cognición. Podemos establecer que nuestros niños y el amor hacia ellos existen simplemente porque lo conocemos y lo experimentamos. El otro enfoque principal discurre sobre lo que existe en términos de etiquetado mental, lo que significa que las cosas existen como son simplemente en relación con las palabras y lo que estas significan o a lo que se refieren. Los fenómenos existen como son en virtud de ser el significado de las palabras, etiquetas o formulaciones conceptuales de ellos. Podemos establecer que nuestros niños y el amor hacia ellos existen porque podemos darles nombres para referirnos a ellos.

En ninguno de los casos la existencia de los fenómenos se establece en virtud de una naturaleza propia, inherente y representativa de lo que verdaderamente son, independientemente de su relación con la mente. Nuestros niños no existen como nuestros niños porque tengan una característica definitoria en algún lugar dentro de ellos que los haga inherentemente nuestros niños incluso si nosotros nunca hubiéramos existido. Y el amor no existe por sí mismo en algún lugar del cielo como una fuerza interna que refuerza la existencia. Eso son imposibles, maneras fantasiosas de existir y todos los fenómenos están desprovistos de tal manera de existir. La ausencia de fenómenos existiendo de maneras imposibles es llamada vacuidad o “vacío”.

Cada uno de esos dos enfoques entraña su propio característico estilo de meditación mahamudra en la naturaleza de la realidad. Con el primero nos centramos en la mente que aprehende la vacuidad como su objeto y viene a realizar que todas las apariencias son juego de esa mente. Con el segundo nos centramos en la vacuidad como objeto de cognición, específicamente en la vacuidad de la mente, y viene a realizar que incluso la mente misma existe simplemente en virtud del hecho de que puede ser llamada mente.
Con el primero pues nos centramos en una mente que aprehende cierto objeto, mientras que con el segundo nos centramos en un objeto aprehendido por cierta mente.

Dorador se contradice, según sus palabras, al establecer que hay dos realidades y a continuación afirmar que no hay más realidad que la percibida por nuestra mente.

Nunca he afirmado que haya dos realidades y que no hay más que la percibida por la mente sino literalmente

dorador rebuznó:
Tendemos a confundir lo que percibimos de la realidad con la realidad en sí misma, identificándonos de tal manera con esa experiencia que llega a parecer más sólida que la propia realidad, la que por otra parte, no existe independientemente de su relación con nuestra mente. En lugar de investigar por qué la percibimos así y cambiar las actitudes que nos mueven a ello, nos dedicamos a alimentar la falsa percepción con toda suerte de pensamientos y emociones que fatalmente nos encadenan a la rueda del sufrimiento.
 
reincarnatus rebuznó:
Nunca he afirmado que haya dos realidades
reincarnatus rebuznó:
Tendemos a confundir lo que percibimos de la realidad con la realidad en sí misma, identificándonos de tal manera con esa experiencia que llega a parecer más sólida que la propia realidad
Si estableces una comparación, es que hay dos o más elementos a comparar; en este caso dos o más realidades. Das a entender que existe una experiencia, una percepción, fuera de la realidad. Si ésa no es tu intención, explícate mejor.
 
Contesto solamente a lo primero. No pienses que no he leído el resto, pero no puedo rebatirlo ya que desde mi punto de vista, las bases sobre las que se sustenta esa metafísica son del todo endebles. Así pues, empecemos por el principio:

reincarnatus rebuznó:
[...]hay dos entidades, la percepción, lo que experimento y lo experimentado.[...] Un objeto no necesita ser experimentado por una mente en orden a su existencia.[...]

Esto es discutible. Desde el momento en que experimento un objeto, sólo puedo asegurar la existencia de mi percepción, y no del objeto en sí; no puedo decir que éste último exista. Sólo puedo asegurar que existe mi experiencia sensorial. Fuera de mi microcosmos, no puedo hablar existencia o no existencia de las cosas. Y de lo que no se puede hablar, hay que callar. Kant lo explica mejor que yo.

reincarnatus rebuznó:
Deberás admitir que la misma persona puede tener diferentes percepciones de la misma realidad en diferentes momentos, aumentando así la confusión.

Sí, claro, pero estás introduciendo un parámetro más: el tiempo. Es evidente que el estado de las cosas varia en función del tiempo. Una única realidad que varía en función de éste, acogiendo diferentes estados condicionados por éste, pero permaneciendo única.

Lo que quiero decir es que es absurdo hablar de dos realidades: la del conjunto de mis percepciones y la de las cosas en sí -la Verdad, la Iluminación, o como queráis llamar a vuestra paja mental tibetana-. Sólo puedo hablar de la primera, o bien, por fin, admitir que esas dos presuntas realidades son la misma y la única.

Dementio rebuznó:
Y yo B. Supongo que tengo segundos antes de ser baneado; sólo precisaré que no me iba tanto a la actividad nerviosa y demás, sino al hecho de que, verbigracia, David Lynch y Ron Howard sean tan distintos entre sí. Estos individuos interpretan la realidad de una forma no sólo ética sino estéticamente muy diferente. Tienen, a la hora de crear, un bagaje de sensaciones tejido por una vida de experiencias y una carga genética determinada. Son almas distintas. Viven y perciben realidades diferentes.

No creo que sean almas distintas porque no creo que sean almas, pero sí, de acuerdo con todo lo demas.
 
Yo soy un simple interesado o un estudiante en prácticas si quieres llamarlo así y cometo muchos errores.
Por un lado he negado la existencia de dos realidades y por otro afirmo la existencia de dos entidades. Además de ser una contradicción flagrante ambas frases son desafortunadas y sobran.
De hecho el post que da origen a este debate ya contiene errores de formulación al hablar de que "tendemos a confundir..." y es una muestra del caos en el que estoy navegando y que gracias a este debate algo se va a aclarar.

Sí, claro, pero estás introduciendo un parámetro más: el tiempo. Es evidente que el estado de las cosas varia en función del tiempo. Una única realidad que varía en función de éste, acogiendo diferentes estados condicionados por éste, pero permaneciendo única.

Todo está cambiando segundo a segundo, no solo en función del tiempo sino de mi percepción o de mi actitud perceptiva, son las ideas las que se pueden tomar como fenómenos estáticos. El tiempo no se introduce arbitrariamente sino que dinámicamente es una dimensión de la existencia. y no voy a hacer ciencia ficción sobre otras posibles dimensiones ajenas a nuestra percepción

Lo que quiero decir es que es absurdo hablar de dos realidades: la del conjunto de mis percepciones y la de las cosas en sí -la Verdad, la Iluminación, o como queráis llamar a vuestra paja mental tibetana-. Sólo puedo hablar de la primera, o bien, por fin, admitir que esas dos presuntas realidades son la misma y la única.

Por supuesto .
La iluminación es un estado que se alcanza gradualmente, aunque parece ser que haya quien alcanza ese estado de forma espontánea e imprevista, que nada tiene que ver con lo que estamos discutiendo, o a lo que yo pretendía referirme que es a la forma en que la mente se relaciona con la realidad y como está es imposible de existir sin dependencia de la mente, elaborando la noción de vacuidad.
La disquisición budista continua cuando la mente toma como realidad de su observación la propia mente , la meditación mahamudra.
 
Voy a darle un "coup de main" a mi clon para ayudarle a salir del atolladero en el que con toda la buena intención se ha metido.

qbit rebuznó:
A mí el budismo siempre me ha parecido una ideología antivital, porque su renuncia al deseo implica renuncia a vivir. Una cosa es renunciar a deseos superficiales o poco importantes, y otra llegar a lo del budismo, que para solucionar el sufrimiento pretende eliminar el deseo, o eso es lo que tengo entendido.

La renuncia no significa que debamos renunciar a nuestro placer. ¡Nada más lejos de la verdad! Toda la filosofía budista en general y la Vajrayana tantra en particular se basa en que, como seres humanos con un potencial ilimitado, debemos aspirar al máximo placer posible. La verdadera renuncia se basa en la comprensión de que todos los placeres ordinarios y transitorios son de segunda clase. Carecen de consistencia cuando se comparan con el gozo extraordinario que se tiene al despertar las energías latentes en nosotros mismos, haciendo realidad nuestro potencial más profundo. (Lama Thubten Yeshe)

dorador rebuznó:
Según Buda y sus discípulos el origen de las causas que originan nuestro malestar hay que buscarlo en nuestra propia mente y en como ésta se relaciona con la realidad. Tendemos a confundir lo que percibimos de la realidad con la realidad en sí misma, identificándonos de tal manera con esa experiencia que llega a parecer más sólida que la propia realidad, la que por otra parte, no existe independientemente de su relación con nuestra mente. En lugar de investigar por qué la percibimos así y cambiar las actitudes que nos mueven a ello, nos dedicamos a alimentar la falsa percepción con toda suerte de pensamientos y emociones que fatalmente nos encadenan a la rueda del sufrimiento.

Y en este párrafo basta sustituir el verbo confundir por el verbo identificar
para subsanar el error y llanar el debate.

Mañana, más. :53
 
Y en este párrafo basta sustituir el verbo confundir por el verbo identificar
para subsanar el error y llanar el debate.

Mañana, más. :53

El concepto indentificar también requiere la existencia de dos entidades. Pero es igual, no te gastes, si me pongo a analizar afirmación por afirmación no terminamos nunca.

Yo creo que el budismo, como el resto de religiones, es un intento de dar respuesta a una pregunta imposible de formular. Hay que concederle un buen puñado de aspectos positivos, como por ejemplo su descentralización, su forma de dotar al individuo de una gran libertad, o su elaborada filosofía vital en comparación con el resto de religiones. Pero sigue siendo una religión.

Desde mi punto de vista, y como decía Sartre, el ser humano es arrojado a la existencia. Él se sumerge en las grietas del lenguaje y formula preguntas sin solución, sin solución precisamente no estar correctamente planteadas. La religión sólo es una forma de creer ver resueltas estas cuestiones, de tener la sensación de escapar de la incertidumbre, del abismo. A mí me es imposible el no intentar permanecer en una posición lo más honesta posible, de mirar al abismo a los ojos.
 
La naturaleza de la realidad es que los contenidos de lo que experimentamos, como formas, sonidos, pensamientos y emociones, son todo objetos que surgen dependiendo de la mente. No existen independientemente, separados del proceso de una mente experimentándolos. El tráfico,por ejemplo, es bien diferente de la visión del tráfico reflejado en la retina de nuestros ojos en conexión con nuestra percepción visual. Lo que realmente experimentamos es la vista del tráfico, mientras que el tráfico mismo, es meramente lo que llamamos, en el análisis budista, el foco o la condición objetiva para la experiencia del tráfico. Es a lo que la experiencia está dirigida pero no lo que realmente le parece a la mente que lo experimenta. Nuestra mente da lugar no simplemente a la apariencia que constituye el contenido de nuestra experiencia sino a una apariencia de una forma de existencia de esos contenidos que normalmente no corresponden a la realidad.

Normalmente, nos fijamos en los contenidos de nuestra experiencia y nos imaginamos o comprendemos erróneamente que existen independientemente de su mero ser aquello a que la mente da lugar, de una u otra forma, como parte de una experiencia. Fijados esos contenidos e imaginando que existen de forma sólida - como parece ser- nos ponemos nerviosos y nos enfadamos a causa de ellos, lo que es la fuente de nuestra tensión y de nuestra infelicidad. Esto es porque creemos que están “ahí fuera” ; hay poco que podamos hacer con ellos. Así, nos sentimos indefensos y desesperanzados.

Con los métodos de Mahamudra desplazamos el enfoque, de los contenidos de nuestra experiencia al proceso mismo de la experiencia y desde ese punto de vista, intentamos entender la relación entre la mente y la realidad que experimentamos.

Espero aclarar algo el malentendido.
 
Yo creo que el budismo, como el resto de religiones, es un intento de dar respuesta a una pregunta imposible de formular.

Inténtalo, no me parece tan imposible.
Decía el Lama Yeshe que tu mente es tu religión.
Yo creo que, en su intento de liberar a todos los seres del sufrimiento, el budismo se ocupa de investigar qué es la mente, qué es la realidad y cómo se relacionan ambas entre sí, incluyendo en la realidad a la propia mente.
Son preguntas; tienen respuestas.


A mí me es imposible el no intentar permanecer en una posición lo más honesta posible, de mirar al abismo a los ojos.

¿Es el abismo la única realidad que existe? ¿De qué abismo hablas?
 
ramoncin aprueba este hilo






ahora en serio, me parece este tema un oasis en el desierto, la guinda que toda tarta debe tener; Antes vagabundeaba por el general con el único fin de echarme unas risas pero cuando he leido budismo me han sonado todas las alarmas..ehhhhh!!!! mec,,mec.., como el colega.....este tema interesa a los olvidados hijos de Dios desengañados de tantos siglos de mentiras y abusos por parte de los padres de la iglesia, asi que como os contaba queridos amiguitos, yo me cambio a budista.
Hace un par de años cuando realice la maestria de reiki y comenzamos con la meditación, los seres de luz, sanaciones energéticas, budismo tibetano etc..me cambió la vida,,,,,,luego he tenido altibajos muy bajos y ahora me encuentro remontando el everest a pelo y con un abrigo de lana.
 
Alguien lo preguntaba en el general, pero creo que este es lugar más adecuado.

¿Es posible resarcirse, karmikamente hablando, de los malos actos, "my name is earl" style?
 
Mayayo rebuznó:
Perdona mi ignorancia, pero podrias ponerme al tanto de esa expresion.

Es una serie de tv.




La Serie empieza cuando un “vive la vida” que solo se dedica a hacer trapicheos y pequeños robos se encuentra un billete de lotería ganador de 1.000.000 de dólares. Acto y seguido es atropellado y llevado al hospital, una vez allí en la televisión descubre el karma por lo que decide hacer una lista con todas las cosas malas que ha hecho en su vida para ir arreglándolas una a a una.

“¿Conocen a esa clase de persona que no hace más que cosas malas y luego se pregunta por qué su vida apesta? Bueno, ese era yo. Cada vez que algo bueno me sucedía, algo malo me esperaba a la vuelta de la esquina. Karma. Ahí fue cuando me di cuenta de que tenía que cambiar. Así que hice una lista de todas las cosas malas que he hecho y, uno por uno, voy a corregir todos mis errores. Solo trato de ser una mejor persona.”
 
Arriba Pie