But I stiiiill haven't foooound what I'm looking foooor! (Bombillo's blog)
- Iniciador del tema ruben_clv
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Robert Canta
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I
Anteeros.
Tengo del amor profundo y del uso provechoso de él un concepto superficial y decorativo. Estoy sujeto a las pasiones visuales. Guardo intacto el corazón dado a más irreales destinos.
No me acuerdo de haber amado sino el «cuadro» de alguien, el puro exterior -en el cual el alma no entra más que para hacer ese exterior animado y vivo- y así diferente de los cuadros que los pintores hacen.
Amo así: fijo, por bella, atrayente o amable, una figura, de mujer o de hombre -donde no hay deseo, no hay preferencia de sexo- y esa figura me obsesiona, me amarra, se apodera de mí. Sin embargo, no quiero más que verla, nada veo con más horror que la posibilidad de conocer y hablar a la persona real que esa figura aparentemente manifiesta.
Amo con la mirada, y no con la fantasía. Porque nada fantaseo de esa figura que me amarra. no me imagino ligado a ella de otra manera, porque mi amor decorativo nada tiene de psicológico. No me interesa saber quién es, qué hace, qué piensa la criatura que me deja ver su aspecto exterior.
La inmensa serie de personas y de cosas que forma el mundo es, para mí, una galería interminable de cuadros, cuyo interior no me interesa. No me interesa, porque el alma es monótona y siempre la misma en toda la gente; difieren sólo sus manifestaciones personales, y lo mejor de ella es lo que transborda hacia el sueño, hacia los modos, hacia los gestos, y así entra al cuadro que me amarra, y en el cual entreveo caras constantes a esa afección.
Para mí una criatura no tiene alma. El alma está sólo con ella misma.
Así vivo, en visión pura, el exterior animado de las cosas y de los seres, indiferente, como un dios de otro mundo, al contenido-espíritu libre de ellos. Profundizo el ser propio sólo en extensión, y cuando anhelo la profundidad, es en mí, y en mi concepto de las cosas, en donde la busco.
¿Qué puede darme el conocimiento personal de la criatura que así amo en décor? No una desilusión porque como en ella sólo amo el aspecto, y nada de ella fantaseo, su estupidez o mediocridad nada resta, porque yo no esperaba sino el aspecto que no tenía que esperar, y el aspecto persiste. Pero el conocimiento personal es nocivo porque es inútil, y lo inútil material es nocivo siempre. ¿Saber el nombre de la criatura para qué? Y es la primera cosa que, presentado a ella, sé.
El conocimiento personal precisa ser, también, de libertad de contemplación, a la cual mi forma de amar desea. No podemos mirar fijamente, contemplar en libertad, a quien conocemos personalmente.
Lo que es superfluo lo es menos para el artista porque, perturbándolo, disminuye el efecto.
Mi destino natural de contemplador indefinido y apasionado de las apariencias y de la manifestación de las cosas; objetivista de los sueños, amante visual de las formas y de los aspectos de la naturaleza [...]
No es un caso de lo que los psiquiatras llaman onanismo psíquico, ni siquiera de lo que llaman erotomanía. No fantaseo, como en el onanismo psíquico; no me figuro en sueños amante carnal, ni siquiera amigo de charla, de la criatura en la que fijo la mirada y el recuerdo: nada fantaseo de ella. Ni, como el erotómano, la idealizo y la transporto hacia fuera de la esfera de la estética concreta: no quiero de ella, o pienso de ella, más de lo que me da a los ojos y a la memoria directa y pura de lo que los ojos vieron.
II
Ni alrededor de esas figuras, con cuya contemplación me entretengo, es mi costumbre tejer algún argumento de la fantasía. Las veo, y el valor de ellas, para mí, está sólo en ser vistas. Todo lo demás que les agregase, las disminuiría, porque disminuiría, por así decir, su «visibilidad».
Todo cuanto fantasease de ellas, forzosamente, en el mismo momento de fantasear, yo lo conocería como falso; y, si lo soñado me agrada, lo falso me repugna. El sueño puro me encanta, el sueño que no tiene relación con la realidad, ni punto de contacto con ella. El sueño imperfecto, con punto de partida en la vida, me disgusta, o, antes, me disgustaría si yo me enmarañase en él.
Para mí, la humanidad es un vasto motivo de decoración, que vive por los ojos y por los oídos y, aún, por la emoción psicológica. No quiero nada de la vida sino asistir a ella. Nada más quiero de mí sino asistir a la vida.
Soy como un ser de otra existencia que pasa indefinidamente interesado a través de esta. En todo soy ajeno a ella. Hay entre mí y ella como un vidrio. Quiero ese vidrio siempre muy claro, para poder examinarla sin falla de medio intermedio; pero quiero siempre el vidrio.
Para todo espíritu científicamente constituido, ver en una cosa más de lo que allí está es ver menos esa cosa. Lo que materialmente se agrega, espiritualmente lo disminuye.
Atribuyo a este estado del alma mi repugnancia por los museos. El museo, para mí, es la vida entera, en la cual la pintura es siempre exacta, y sólo puede haber inexactitud en la imperfección del contemplador. Pero esa imperfección, o hago algo por disminuirla o, si no puedo, me contento con que así sea, pues, como todo, no puede ser sino así.
Anteeros.
Tengo del amor profundo y del uso provechoso de él un concepto superficial y decorativo. Estoy sujeto a las pasiones visuales. Guardo intacto el corazón dado a más irreales destinos.
No me acuerdo de haber amado sino el «cuadro» de alguien, el puro exterior -en el cual el alma no entra más que para hacer ese exterior animado y vivo- y así diferente de los cuadros que los pintores hacen.
Amo así: fijo, por bella, atrayente o amable, una figura, de mujer o de hombre -donde no hay deseo, no hay preferencia de sexo- y esa figura me obsesiona, me amarra, se apodera de mí. Sin embargo, no quiero más que verla, nada veo con más horror que la posibilidad de conocer y hablar a la persona real que esa figura aparentemente manifiesta.
Amo con la mirada, y no con la fantasía. Porque nada fantaseo de esa figura que me amarra. no me imagino ligado a ella de otra manera, porque mi amor decorativo nada tiene de psicológico. No me interesa saber quién es, qué hace, qué piensa la criatura que me deja ver su aspecto exterior.
La inmensa serie de personas y de cosas que forma el mundo es, para mí, una galería interminable de cuadros, cuyo interior no me interesa. No me interesa, porque el alma es monótona y siempre la misma en toda la gente; difieren sólo sus manifestaciones personales, y lo mejor de ella es lo que transborda hacia el sueño, hacia los modos, hacia los gestos, y así entra al cuadro que me amarra, y en el cual entreveo caras constantes a esa afección.
Para mí una criatura no tiene alma. El alma está sólo con ella misma.
Así vivo, en visión pura, el exterior animado de las cosas y de los seres, indiferente, como un dios de otro mundo, al contenido-espíritu libre de ellos. Profundizo el ser propio sólo en extensión, y cuando anhelo la profundidad, es en mí, y en mi concepto de las cosas, en donde la busco.
¿Qué puede darme el conocimiento personal de la criatura que así amo en décor? No una desilusión porque como en ella sólo amo el aspecto, y nada de ella fantaseo, su estupidez o mediocridad nada resta, porque yo no esperaba sino el aspecto que no tenía que esperar, y el aspecto persiste. Pero el conocimiento personal es nocivo porque es inútil, y lo inútil material es nocivo siempre. ¿Saber el nombre de la criatura para qué? Y es la primera cosa que, presentado a ella, sé.
El conocimiento personal precisa ser, también, de libertad de contemplación, a la cual mi forma de amar desea. No podemos mirar fijamente, contemplar en libertad, a quien conocemos personalmente.
Lo que es superfluo lo es menos para el artista porque, perturbándolo, disminuye el efecto.
Mi destino natural de contemplador indefinido y apasionado de las apariencias y de la manifestación de las cosas; objetivista de los sueños, amante visual de las formas y de los aspectos de la naturaleza [...]
No es un caso de lo que los psiquiatras llaman onanismo psíquico, ni siquiera de lo que llaman erotomanía. No fantaseo, como en el onanismo psíquico; no me figuro en sueños amante carnal, ni siquiera amigo de charla, de la criatura en la que fijo la mirada y el recuerdo: nada fantaseo de ella. Ni, como el erotómano, la idealizo y la transporto hacia fuera de la esfera de la estética concreta: no quiero de ella, o pienso de ella, más de lo que me da a los ojos y a la memoria directa y pura de lo que los ojos vieron.
II
Ni alrededor de esas figuras, con cuya contemplación me entretengo, es mi costumbre tejer algún argumento de la fantasía. Las veo, y el valor de ellas, para mí, está sólo en ser vistas. Todo lo demás que les agregase, las disminuiría, porque disminuiría, por así decir, su «visibilidad».
Todo cuanto fantasease de ellas, forzosamente, en el mismo momento de fantasear, yo lo conocería como falso; y, si lo soñado me agrada, lo falso me repugna. El sueño puro me encanta, el sueño que no tiene relación con la realidad, ni punto de contacto con ella. El sueño imperfecto, con punto de partida en la vida, me disgusta, o, antes, me disgustaría si yo me enmarañase en él.
Para mí, la humanidad es un vasto motivo de decoración, que vive por los ojos y por los oídos y, aún, por la emoción psicológica. No quiero nada de la vida sino asistir a ella. Nada más quiero de mí sino asistir a la vida.
Soy como un ser de otra existencia que pasa indefinidamente interesado a través de esta. En todo soy ajeno a ella. Hay entre mí y ella como un vidrio. Quiero ese vidrio siempre muy claro, para poder examinarla sin falla de medio intermedio; pero quiero siempre el vidrio.
Para todo espíritu científicamente constituido, ver en una cosa más de lo que allí está es ver menos esa cosa. Lo que materialmente se agrega, espiritualmente lo disminuye.
Atribuyo a este estado del alma mi repugnancia por los museos. El museo, para mí, es la vida entera, en la cual la pintura es siempre exacta, y sólo puede haber inexactitud en la imperfección del contemplador. Pero esa imperfección, o hago algo por disminuirla o, si no puedo, me contento con que así sea, pues, como todo, no puede ser sino así.
Señorita Pepis
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Aun está a tiempo de contratar el seguro de decesos, o uno de vida. Solo tiene que esperar 3 meses de carencia para quitarse de enmedio. Son todo ganancias.
ruben_clv
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Muahahaha, la he liado que flipas. Creo que aparte de romper he jodido a otra amiga que no tenía nada que ver en la historia, y sólo porque me ha dado la razón a mí en lugar de a la loca esta. En fin, para vuestro interés os diré que es una de las más locas que he tratado, lo cual, en mi escala de mujeres personal, es decir mucho. Pero loca de verdad, aún me manda mensajes rollo me quiero morir y todo eso.
¿A cierto tipo de hombres no os pasa que conocéis chicas con una edad ya respetable -me refiero a más de 25 años- y cuando intimáis con ellas os dais cuenta de que no han estado con un hombre de verdad en su puta vida? No doy más explicaciones, porque quien haya sentido algo así sabe de lo que hablo.
¿A cierto tipo de hombres no os pasa que conocéis chicas con una edad ya respetable -me refiero a más de 25 años- y cuando intimáis con ellas os dais cuenta de que no han estado con un hombre de verdad en su puta vida? No doy más explicaciones, porque quien haya sentido algo así sabe de lo que hablo.
Nueces
Muerto por dentro
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ruben_clv rebuznó:
¿Qué has roto, si llevabas con ella una semana?
ruben_clv rebuznó:
No me creo nada de lo que dices. Hace poco reclamabas poder desplazarte a Madrid para follar, para follar foreras. Nos mientes para llamar nuestra atención. Ojalá te dé un cancer de calva.
AhoraEsEM
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ruben_clv rebuznó:
Hasta ayer era un encanto, una chica por la que merecía darlo todo, dejarse llevar, perder la razón, entregarse a fondo, amarla hasta la muerte... pero no había futuro, no existía posibilidad, porque tú mismo lo habías roto y ella lo había roto y ambos lo habíais roto, y hoy... hoy es sólo una loca, una loca que flipas, "una de las más locas que he tratado..."
Ah, y ha roto con ella. La ha visto poco más de cinco o seis días, y ha roto con ella...
Rubén, ¿has pensado alguna vez en una consulta de un especialista adecuado? ¿Has reflexionado sobre cómo hacértelo ver? Medítalo un poco, hombre, que no se pueden hacer ciertas cosas a partir de determinada edad...
ruben_clv
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Lo único que quiero es darle un poco de belleza a vuestras vidas, por eso, desde una experiencia real, me dejo llevar para que podamos hablar de algo con más peso en el hilo.
Menos con la argentina, de aquella sí que me pillé sin remedio. Mi bella Cecilia.
Menos con la argentina, de aquella sí que me pillé sin remedio. Mi bella Cecilia.
Doctor Asperger
Clásico
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Le dura el amor lo mismo que las velas, el incienso y el recopilatorio de las 101 mejores canciones de Cronicas Marcianas para hacer el amor.
Despues de agotar las esquinas de la cama, no era tan bonito con la luz del flexo y yendo al carrefour a buscar una funda para el nordico.
Quereis sentiros de puta madre? Pensad a que edad tuvieron vuestros padres su primer hijo...ahora mirad la edad que teneis y tal.
Despues de agotar las esquinas de la cama, no era tan bonito con la luz del flexo y yendo al carrefour a buscar una funda para el nordico.
Quereis sentiros de puta madre? Pensad a que edad tuvieron vuestros padres su primer hijo...ahora mirad la edad que teneis y tal.
Sir Ano de Bergerac
La becaria de Aramís Fuster.
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Mi primera semana en Salamanca. Me he emborrachado hoy, porque sí, porque soy feliz y afortunado; he salido con mi novia y hemos estado en los bares por donde solía salir cuando buscaba chochos. Me he encontrado con una que hace unos meses recibió una generosa corrida en la boca, nos hemos visto pero no nos hemos saludado, mejor así, los dos sabemos eso y es sólo nuestro; estoy seguro que ha vuelto a recordar el sabor de mi polla. Hemos ido a su casa, mi novia y yo, y le he hecho el amor de tal manera que podía sentir cómo se escapaba la felicidad por cada poro de su piel. Unos minutos de compañía, le he bajado la basura y acabo de llegar a mi casa, donde voy a dormir a pata suelta esta noche.
Sir Ano de Bergerac
La becaria de Aramís Fuster.
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Cannabis rebuznó:
Efecto deseado.
M
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Vais a acabar con las reservas mundiales de insulina, hijos de puta.
Menos mal que soy precavido...
Menos mal que soy precavido...
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Vais a acabar con las reservas mundiales de insulina, hijos de puta.
Menos mal que soy precavido...
Ya que sacas el tema, hablemos de ella.
Cada vez está más de moda por los efectos anabólicos inmediatos que ofrece a pesar de que el riesgo de su uso es muy alto. Se usa justo después de los entrenos para forzar la entrada de carbohidratos y creatina al riego sanguíneo. En dosis elevadas puede provocar una hipoglucemia letal en poco menos de unos minutos.
¿Hay algún diabético por aquí?
Nueces
Muerto por dentro
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No, es que es verdad. De un tiempo a esta parte, noto que el sexo no me sabe a nada. Siento una profunda pereza a la hora de ligar y soy consciente del motivo: que no siento nada más allá de una atracción física, a veces ni eso. Estoy reduciendo el sexo a eso que llamamos por aquí como "paja asistida" y me está empezando a corromper. Me falta algo que sé que no voy a buscar, pero noto el vacío.
Morzhilla
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No se usaba junto a los ciclos de HGH?
Lo poco que he leido sobre ciclos que contienen insulina quita las ganas, hay que saber mucho y controlar todo al milimetro porque si no te la juegas.
Yo tambien pase por eso, hasta que me enamore.
Lo poco que he leido sobre ciclos que contienen insulina quita las ganas, hay que saber mucho y controlar todo al milimetro porque si no te la juegas.
Nueces rebuznó:
Yo tambien pase por eso, hasta que me enamore.
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Morzhilla rebuznó:
Un chaval al que conocía de vista palmó fulminantemente debido a un mal uso de la insulina. En el mismo gimnasio.
PD: Al final tendremos que abrir un hilo sobre el tema.
Muerto por dentro+
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Aviso yo también. Ya tenéis un subforo para mariconas de gimnasio, dejad esto a las mariconas de las relaciones.
Un post de ciclos, creatinas y mierdas de estas fuera de ese subforo, un ban.
Un post de ciclos, creatinas y mierdas de estas fuera de ese subforo, un ban.
M
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Nueces rebuznó:
Deberías dejar de follar con muertas
O mejor aún. Si el sexo y las mujeres han terminado por hastiarte, estás a un paso de alcanzar un estado superior de consciencia. Búscate una afición entretenida.
Hace poco me di cuenta de lo bien que me sienta ir en bici y notar esa sensación de libertad cuando adelanto a los peatones. Las pequeñas cosas de la vida, ya sabes...
Nueces
Muerto por dentro
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Como ya tengo experiencia, espero no tropezar con la misma piedra. Lo que más miedo me da es que me pase como al resto de pobres desdichados, que cuando se encuentran más o menos como yo, se enamoran de la primera furcia que se cruza en sus vidas. Tengo la fortaleza de carecer de predisposición y, a tenor de mi actual entorno y los círculos donde suelo echar la caña, dudo que dé con el campanu.
Sí que es verdad que necesito una nueva afición, o más bien reorientar las mías habituales hacia nuevos horizontes.
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