Boniato
Baneado
- Registro
- 3 Oct 2006
- Mensajes
- 13.185
- Reacciones
- 4.680
No.En una sociedad en la que el trabajo está tan especializado y en la que el mismo concepto de trabajo está en crisis, hablar de parasitos es un poco aventurado. Además, las mujeres pueden decir que está bien, que los hombres han creado casi en su totalidad esta sociedad, con sus virtudes y sus defectos, pero que de ahora en adelante las mujeres quieren tener los mismos derechos y roles equivalentes. La igualdad jurídica es relativamente fácil de conseguir, pero la igualdad en el ámbito sociocultural es más complicada, porque implica que se interioricen una serie de valores con los que por lo visto estáis en desacuerdo de un modo bastante radical.
Este desacuerdo creo que lo sentís porque este mundo hedonista os hace sufrir, os hace sentir que os comen la tostada las mujeres, que tienen acceso inmediato al placer, a la aceptación, la validación social, biológica incluso, que encuentra aquél que se siente deseado y apto para el apareamiento. Os pone frenéticos que las mujeres tengan ese poder que a vosotros se os niega y que os haria tan infinitamente felices. Las odiáis porque no podéis ser como ellas, y lo peor es que no podemos evitarlo, sino que con toda nuestra frustración libidinal, con toda nuestra insatisfacción, las hacemos más poderosas.
Sin lugar a dudas todo esto se reduce a una cuestión sexual. Los más insatisfechos son los más combativos de ambos bandos. Qué es lo que realmente se quiere, qué es lo que mueve los hilos que nos mueven... Eso es lo que importa, hijos de puta, el conocimiento es lo que os hará libres, no el poder sobre el prójimo.
Me pone frenético que pretendan no la igualdad del individuo sino una especie de revanchismo histórico, de privilegios grupales, articulado a base de decretazos. Me pone frenético que la más mínima invitación al debate sereno, el más mínimo pero, la más mínima nota discordante respecto a sus dogmas conlleve ser considerado un hereje y la excomulgación social. Del mismo modo que para un conspiranoico todo lo que escapa a su comprensión forma parte de un plan mayor, para el ¿feminismo radical? el salirse de su línea, de su simplista cosmovisión, es consecuencia de ser un machista recalcitrante. Me pone frenético que se olviden sistemáticamente de la biología, la puta biología, porque no, no somos iguales y no lo seremos. Nunca existirá paridad (salvo que se imponga por decreto, claro) en, por ejemplo, programadores talentosos sencillamente porque el don de tener una capacidad espacial y matemática brillante es mucho más frecuente en hombres, del mismo modo que nunca el récord femenino de los 100 metros lisos será mejor que el masculino.
Última edición: