Lo mío fue a comienzos del 2002, ya bastante madurito (45, creo).
Nunca me había atraído el tema, pero un día me paré en el semáforo del lateral de la Castellana esquina a Sor Ángela de la Cruz, en donde por esa época se ponían bandadas de negras que te asaltaban, cual gitanos limpiadores de cristales, si te pillaba el semáforo en rojo.
Pues en estas que se me acerca al coche una impresionante, alta, macicísima, con muslos como columnas y me medio dice "vamos a chupar".
Me largué corriendo, pero me dejó impresionado eso de que por unas pesetillas (eran pesetillas aún) un pedazo de pibón semejante te chupara y follara.
Y con tal idea rondándome en la cabeza, comencé a visitar la Casa de Campo, adonde se habían traslado todas poco después debido a la presión vecinal.
Por aquel entonces la Casa estaba toda abierta, y la cantidad y calidad del género negro era muy superior a la actual, así que me pasé semanas dando vueltas y viendo el ganao, acojonao perdío y sin decidirme a dar el paso.
Pero finalmente me decidí, claro, sino no estaría escribiendo aquí, y, después de preguntar el precio (6 chupar, 12 follar, ya había euros), me subí a la que me pareció más aparente, una negrita jovencita muy guapa y de cuerpo atlético y carnes prietas.
Le dí 15 euros y se puso toda contenta y se desnudó. Y más contenta se puso cuando le dije que me parecía que me iba a tener que limitar a verla y acariciarla, porque mi acojone y nerviosismo eran tales que no había manera de que aquello funcionara.
Así que hubo que esperar a la siguiente visita para consumar, y ya me hice asiduo de su compañía, hasta que desapareció, momento que aproveché para pasarme a las rubias. Y desde entonces.......
¿Porqué estarán tan ricas?