Pues fue con 22 años en un local muy famoso del Levante, Sala Max. Fuimos 5 amigos, uno de ellos se había iniciado con las putas el mes anterior de vacaciones en el pueblo y no dejaba de dar la brasa con el tema de ir, que estaba muy bien y tal.
Estuvo bien, la verdad, la tía era un mujeron de 25 años venido de Hungría y con unas tetas enormes que estaba buenísima, la única putada es que no conseguí correrme porque estaba bastante nervioso, no era virgen, pero joder, no se iba de la cabeza el hecho de que algún familiar o alguien que no debiera me hubiera visto irme de putas, eso sí, escaldados los dos, media hora ahí a tope y no hubo manera. Hasta me acuerdo de su nombre, Helga.
Ahora ya ni me inmuto, no me gustaría que me vieran por los dimes y diretes pero que tampoco me iba a poner a llorar.