Indiferencia rebuznó:
Uy, no no, casi que paso. Es que como duele mucho, tendría que tomar alcohol para hacerlo. ¿Quiere ser usted el culpable de mi recaída en el alcoholismo? Eso en mi pueblo se llama falta de calidad humana.
Yo soy mujer, y nunca me ha dolido el meterme algo por el culo (ni siquiera en las primeras veces). Más me dolió meterme cosas por la vagina (las primeras veces).
Es más: cuando estás empezando a horadarte la vagina, pasa una cosa curiosa, y es que el meterte el objeto es más fácil y placentero que el quitártelo. Recuerdo que me metía el mango del cepillo con cara de satisfacción, pero a la hora de quitármelo, la contraía y mi respiración se aceleraba a causa del miedo/grima.
La vagina tuve que desflorarla poco a poco, empezando con el tubito de tinta que viene en las bic, pasando por lápices y rotuladores cada vez más gruesos, hasta terminar en un bote de desodorante gigante.
Sin embargo, con el culo fue más directo: me metí un bote de desodorante tamaño medio, y no dolió una mierda.
Luego, a la hora del sexo anal, las primeras dos veces fueron raras. Era una sensación parecida a la de cagar diarrea. Pero a la tercera, me monté encima del tío en el sofá, le cabalgué, y me corrí como una condenada.
El orgasmo fue mil veces mejor que el vaginal. Y a día de hoy, mis orgasmos anales siguen siendo los mejores de entre todos los que he tenido.
Pues eso, a ver si os quitáis de una vez por todas la idea irracional de que el ano es "sagrado"; porque, doler, no es que duela precisamente. Bueno, sí duele cuando no estás relajada, eso es cierto. Pero es sólo cuestión de decirle que vaya más lento, o que se la saque y espere un rato antes de volver a metértela.
Malditos prejuicios que tenéis. Por vuestra culpa, los tíos están obsesionados con el culo y se piensan que las que practicamos sexo anal somos unas guarras.
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