Hace cuatro años se murió uno de mis mejores amigos. Seguimos contando con el para todo: la camiseta anual de la peña, la del equipo de fútbol para el torneo de verano con su número, el 69... Y por supuesto nadie dijo de sacarlo de los grupos de wassap...
El caso es que en uno de esos grupos donde estamos todos y es para hablar de todo en general seguimos con nuestra marcha. Seguimos hablando de follar, mandando videos porno, contando unos y otros lo que han hecho con alguna tía o puta, desollando a quien tenemos manía, lo que le haríamos a la marrana de la concejala de fiestas...
El caso el que hace un año estábamos varios hablando de como estaba el pueblo de tías por la feria y su número empezó a escribir
-Que pasa zagalicos. Como estáis?
A mí se me escapó un follón como un membrillo cuando leí aquello.
-Que giro lleváis?
Hablaba como manolo. Todo el mundo dejó de escribir empezamos a mandarnos audios por privado acojonados. Un minuto después del silencio vuelve a escribir otro mensaje.
-No os asustéis, leche. Soy María, que vamos a dar de baja el teléfono. Me alegra saber que lo tenéis presente todos los días. Nos vemos.
Era su madre, que tenía su teléfono. Entoces empezaron otra vez los audios por privado: madre mía, que ha leído lo que ponemos, hostia que sabe lo que decimos, que desastre que sabe que me fue de señoritas, cojones que sabe que engaño a mi mujer, que ruina que sabe que fui yo el se cagó en la puerta del cura... Cinco minutos después lo estábamos sacando de todos los grupos por si acaso.
El primo del finado, que es de la jet set del pueblo y de los de mírame y no me toques, atacado de los nervios porque su tía sabia que lleva a dos para adelante estando casado y que el mayor putero de todo el pueblo