Almirante Farlopas
☭ La Coja Roja de Nestlé ☭
- Registro
- 11 Ago 2015
- Mensajes
- 2.912
- Reacciones
- 2.132
Probablemente ya haya salido esto por aquí, pero como el buscador da puta pena no tengo manera de saberlo. Si me repito lo borráis y aquí paz y después gloria.
Pues estaba mirando para irme al cine un rato esta tarde (en solitario, porsupu) y hay algo que me ha impelido a abrir este post de mierda.
Creo que la última vez que fui al cine fue hace dos meses. No es porque no me guste ni porque sea pobre —porque entre pitos y flautas siempre tengo descuento por algo—, sino porque NUNCA. HAY. NADA.
Voy a hacer un recuento rápido:
Ana y el apocalipsis
Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald
Aquaman
Bohemian Rhapsody
Cadáver
Cold War
Durante la tormenta
El cascanueces y los cuatro reinos
El fotógrafo de Mauthausen
El Grinch
El regreso de Ben
El regreso de Mary Poppins
Expediente 64
Ha nacido una estrella
La búsqueda de la felicidad
La noche de 12 años
Los increíbles 2
Malos tiempos en el Royale
Miamor perdido
Mortal Engines
Ralph rompe Internet
Robin Hood. Forajido, héroe, leyenda
Smallfoot
Sobre ruedas
Spider-Man:
Stubby, un héroe muy especial
Superlópez
The Guilty
Un asunto de familia
Viudas
Yuli
Las pelis en azul (algo menos de la mitad del total) son o segundas partes, o remakes del remake del remake o directamente adaptaciones salchicheras de historias que ya conocemos todos. Este es el cine más grande de la provincia (Aragonia se llama), que tiene salas suficientes como para dedicar unas cuantas a pelis de distribuidoras menos tochas y VOSEs subvencionadas por el gobierno autonómico de turno. Si uno va, por ejemplo, a la cartelera de un cine más pequeño, como el de un centro comercial de barrio (Grancasa), se encuentra con esto:
Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald
Aquaman
Bohemian Rhapsody
El Grinch
El regreso de Mary Poppins
Miamor perdido
Mortal Engines
Ralph rompe Internet
Spider-Man: Un nuevo universo
Tres cuartos de lo mismo en Huesca, en Teruel y hasta en Vitoria. Y no es por ser Navidades; lo dicho, la última vez que fui al cine fue en octubre, y para ver una peli en euskera por hacer la gracia al haberme mudado allí. Las últimas antes de aquello fueron en abril (en UK para una peli que aquí no salió) y en agosto. Y eso ha sido todo en 2018.
Huelga decir que ya sabemos todos que el vil metal está detrás. Obviamente, si tienes a varias generaciones criadas con cómics de Marvel, sacar un Spider-Man cada seis meses te va a reportar unos beneficios del copón. Lo mismo con los Star Wars, movidas Disney y tal. Pero antes había más cosas, joder. Y cuando digo antes no me refiero a los putos ochenta, que yo ahí no estaba ni en proyecto. Me refiero a hace siete u ocho años. Origen, Avatar, Shutter Island... son películas de las que nos acordamos todos, aun siendo tan comerciales como Linterna Verde o Aquaman o lo que sea que haya salido ahora. Pelis que contaban algo, que cumplían. Siempre había una u otra en cartelera. Mi madre compraba el Fotogramas religiosamente y nos íbamos haciendo a la idea de lo que queríamos ver cada semana. Ahora, aunque sigue comprándolo, le echo un vistazo y lo vuelvo a dejar donde estaba. Y se me cae el alma a los pies, porque me encanta ir al cine.
La cuestión es: ¿qué hacemos? Ya no es un quejarse de que el cine de autor haya muerto (que no lo ha hecho), ni mucho menos, sino de que nadie arriesga absolutamente nada. Igual que cuando me compro una novela presupongo que va a haber un planteamiento, un nudo y un desenlace, y que aunque beba de otras fuentes o se ajuste a un canon genérico rígido va a ser una historia que, me guste más o menos o esté mejor o peor hecha, va a ser nueva para mí, cuando pago por una entrada de cine va implícito que estoy pagando por un producto acabado en el que ha trabajado muchísima gente durante al menos un par de años, por lo que aunque acabe saliendo de la sala echando pestes de lo mala que es va a haber una cierta enjundia que no me haga sentirme estafada.
No me quejo de los taquillazos; de eso ha habido desde que el cine es cine, y el gusto del público lleva teniéndose en cuenta ya desde antes de que Marcial regalase epigramas en las bacanales. Tampoco me quejo de aquello que llaman la ilusión de la elección (es decir, que aunque parezca que tienes posibilidades de elegir entre unas cuantas opciones lo que hay detrás de todas ellas es lo mismo). Es un hecho que no hay más que un puñado de productoras grandes venidas del otro lado del charco que cagan prácticamente todo lo que uno puede ver en un cine, y eso no va a cambiar. De eso ya se hablaba hasta en el puto 1944. De lo que quejo es de que es imposible encontrar nada nuevo y que, si lo encuentras, va como los videojuegos, con DLCs, porque ya está todo preparado para que haya una segunda parte aunque no proceda (pienso en El Hobbit, por ejemplo, o incluso en The Meg ).
Quiero una historia, hostias ya. No quiero un personaje, una saga o un lore. Quiero-una-puta-historia. Quiero ir al cine y saber ya no que me voy a entretener, sino que al menos se me dará una oportunidad de no aburrirme.
El hilo en realidad es por hablar del asunto con alguien que no sea mi madre, que ya la tengo hasta el moño a la pobre con mis lloros ¿Qué pensáis? ¿Estoy exagerando? ¿Nos vamos a la mierda todos? Discuss.
Pues estaba mirando para irme al cine un rato esta tarde (en solitario, porsupu) y hay algo que me ha impelido a abrir este post de mierda.
Creo que la última vez que fui al cine fue hace dos meses. No es porque no me guste ni porque sea pobre —porque entre pitos y flautas siempre tengo descuento por algo—, sino porque NUNCA. HAY. NADA.
Voy a hacer un recuento rápido:
Ana y el apocalipsis
Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald
Aquaman
Bohemian Rhapsody
Cadáver
Cold War
Durante la tormenta
El cascanueces y los cuatro reinos
El fotógrafo de Mauthausen
El Grinch
El regreso de Ben
El regreso de Mary Poppins
Expediente 64
Ha nacido una estrella
La búsqueda de la felicidad
La noche de 12 años
Los increíbles 2
Malos tiempos en el Royale
Miamor perdido
Mortal Engines
Ralph rompe Internet
Robin Hood. Forajido, héroe, leyenda
Smallfoot
Sobre ruedas
Spider-Man:
Stubby, un héroe muy especial
Superlópez
The Guilty
Un asunto de familia
Viudas
Yuli
Las pelis en azul (algo menos de la mitad del total) son o segundas partes, o remakes del remake del remake o directamente adaptaciones salchicheras de historias que ya conocemos todos. Este es el cine más grande de la provincia (Aragonia se llama), que tiene salas suficientes como para dedicar unas cuantas a pelis de distribuidoras menos tochas y VOSEs subvencionadas por el gobierno autonómico de turno. Si uno va, por ejemplo, a la cartelera de un cine más pequeño, como el de un centro comercial de barrio (Grancasa), se encuentra con esto:
Animales fantásticos: Los crímenes de Grindelwald
Aquaman
Bohemian Rhapsody
El Grinch
El regreso de Mary Poppins
Miamor perdido
Mortal Engines
Ralph rompe Internet
Spider-Man: Un nuevo universo
Tres cuartos de lo mismo en Huesca, en Teruel y hasta en Vitoria. Y no es por ser Navidades; lo dicho, la última vez que fui al cine fue en octubre, y para ver una peli en euskera por hacer la gracia al haberme mudado allí. Las últimas antes de aquello fueron en abril (en UK para una peli que aquí no salió) y en agosto. Y eso ha sido todo en 2018.
Huelga decir que ya sabemos todos que el vil metal está detrás. Obviamente, si tienes a varias generaciones criadas con cómics de Marvel, sacar un Spider-Man cada seis meses te va a reportar unos beneficios del copón. Lo mismo con los Star Wars, movidas Disney y tal. Pero antes había más cosas, joder. Y cuando digo antes no me refiero a los putos ochenta, que yo ahí no estaba ni en proyecto. Me refiero a hace siete u ocho años. Origen, Avatar, Shutter Island... son películas de las que nos acordamos todos, aun siendo tan comerciales como Linterna Verde o Aquaman o lo que sea que haya salido ahora. Pelis que contaban algo, que cumplían. Siempre había una u otra en cartelera. Mi madre compraba el Fotogramas religiosamente y nos íbamos haciendo a la idea de lo que queríamos ver cada semana. Ahora, aunque sigue comprándolo, le echo un vistazo y lo vuelvo a dejar donde estaba. Y se me cae el alma a los pies, porque me encanta ir al cine.
La cuestión es: ¿qué hacemos? Ya no es un quejarse de que el cine de autor haya muerto (que no lo ha hecho), ni mucho menos, sino de que nadie arriesga absolutamente nada. Igual que cuando me compro una novela presupongo que va a haber un planteamiento, un nudo y un desenlace, y que aunque beba de otras fuentes o se ajuste a un canon genérico rígido va a ser una historia que, me guste más o menos o esté mejor o peor hecha, va a ser nueva para mí, cuando pago por una entrada de cine va implícito que estoy pagando por un producto acabado en el que ha trabajado muchísima gente durante al menos un par de años, por lo que aunque acabe saliendo de la sala echando pestes de lo mala que es va a haber una cierta enjundia que no me haga sentirme estafada.
No me quejo de los taquillazos; de eso ha habido desde que el cine es cine, y el gusto del público lleva teniéndose en cuenta ya desde antes de que Marcial regalase epigramas en las bacanales. Tampoco me quejo de aquello que llaman la ilusión de la elección (es decir, que aunque parezca que tienes posibilidades de elegir entre unas cuantas opciones lo que hay detrás de todas ellas es lo mismo). Es un hecho que no hay más que un puñado de productoras grandes venidas del otro lado del charco que cagan prácticamente todo lo que uno puede ver en un cine, y eso no va a cambiar. De eso ya se hablaba hasta en el puto 1944. De lo que quejo es de que es imposible encontrar nada nuevo y que, si lo encuentras, va como los videojuegos, con DLCs, porque ya está todo preparado para que haya una segunda parte aunque no proceda (pienso en El Hobbit, por ejemplo, o incluso en The Meg ).
Quiero una historia, hostias ya. No quiero un personaje, una saga o un lore. Quiero-una-puta-historia. Quiero ir al cine y saber ya no que me voy a entretener, sino que al menos se me dará una oportunidad de no aburrirme.
El hilo en realidad es por hablar del asunto con alguien que no sea mi madre, que ya la tengo hasta el moño a la pobre con mis lloros ¿Qué pensáis? ¿Estoy exagerando? ¿Nos vamos a la mierda todos? Discuss.
Última edición: