Yo soy un tío muy raro. Lo he dicho mil veces. Desde mi separación, más raro aún. Muy independiente, poco afectivo y nada cariñoso. No me escondo, soy así y no entiendo por qué nadie querría estar conmigo. Ahora, sabido eso, si decides empezar a quedar conmigo, no esperes que sea de otra forma y, sobre todo, no intentes que cambie la primera semana.
Simplemente, le mandé un mensaje para decirle que lamentaba que la noche hubiera ido así y que esperaba que tuviera un buen domingo. Que ya nos veíamos en el entreno de esta semana. Ella me dijo que está bien, pero que necesita espacio. Pues mejor, supongo.