Acabo de ver mientras cenaba en el inmenso comedor de mi mansión de multimillonario del barrio más pijo de Europa un mierdiprograma en la MTV llamado
Catfish: mentiras en la red.
Se trata de un programa en el que acuden a ver a un fulano que lleve tiempo chateando con alguna guarruza de la internet para que se conozcan. Al parecer, suele haber algo raruno, algún porqué extraño de que no se hayan conocido in person.
En el episodio de hoy el típico maromo de gimnasio, rollo chulito de college americano, llevaba hablando DOS PUTOS AÑOS con una pava rubia bastante buenorra, la típica
super healthy California style chick with big boobs,una chica que según él era super madura, super fetén y con la que podía hablar de todo y con la que había fantaseado no sólo sexualmente sino también como pareja y madre de sus hijos; quería que fueran la all-american couple, con su casa chupi, las barras y estrellas en el porche, el coche en la puerta y la parejita de niños rubísimos monísimos de sonrisa Profiden.
Peeeeeeeeeero... nunca se habían visto por webcam, pese a las muchas noches de conversación calentorra y pajas mutuas. Y-y aquí viene la nota chunga- ella no le había dado el teléfono PORQUE NO TENÍA TELÉFONO

. Sí, debía ser la única en 5000 km a la redonda, qué mala suerrrrrrrrrte.
Total, que los del programa indagan un poco en su perfil de Facebook y ve que está lleno de maromos del mismo pelaje. Mandan un par de mensajes a maromos random de ese perfil de Facebook diciendo que están haciendo ese programa y dos responden diciendo que tenían una relación exactamente igual a la que la fulana tenía con el pavo. Se lo cuentan al tío, avisando de que algo huele a podrido en Dinamarca.
Uh-uh...
Y entonces cogen los tíos y comprueban que las fotos de la fulana no salgan en Google Images. Salían en el perfil de una antigua usuaria de Fotolog. Las mismas fotos. Se lo muestran al maromo guaperas chulito de college. El muy imbécil no sabía que se pueden buscar imágenes en Google.
Uh-uh...
Total, que se ponen en contacto con ella para que conozca al fulano in person y la pava, tras muchas reticencias "porque siempre solía defraudar", accede.
Se presentan en la casa donde vivía con el maromo. Llaman a la puerta. Abren.
Aparece un chaval joven, gordito, negro y maricón.
Confiesa ser él el que estaba tras ese perfil falso. El maromo guaperas chulito de college tenía una cara que era un puto poema.
"Creo que te debo una disculpa", dice el puto maricón.
Se sientan todos juntos, en corro. Empiezan a hablar. Muy educaditos todos, sin levantar la voz, todo muy civilizado y democrático. El tío confiesa llevar esa doble vida, ser marica, hacerse pasar por tía, haber engañado con ese perfil chungo a más de cien tíos, aunque nuestro protagonista era su preferido, eso sí. También le echaron de la universidad porque lo hizo, entre otros, con un profesor... y le pillaron.
"Pero me gustaría ser su amigo, porque en realidad nos llevamos bien y nos entendemos; si yo le caía bien como chica, también le tendría que caer bien como chico"
Y aquí lo he quitado, porque veía que el muy gilipollas del maromo, que estaba hundido en el sofá, mirando sin parpadear siquiera, todavía diría que sí en vez de reventarle la puta cabeza a base de patadas.
Podéis opinar, o podéis contar experiencias análogas, ya sea desde el papel de maromo engañado ya sea desde el papel de maricón sediento de pollas (hola, Piccolo). Si la cosa triunfa separo y hago hilo.
(Me parece más divertido que oír a Nueces y Sir Ano y a Slowhand hacerse pajas mentales metafísicas aburriendo hasta a las piedras)