Venancio
Freak
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Gregory_Peck rebuznó:Venancio:
Pero a ver, Gregory, que es 'lo tuyo'?
No lo sé, nada. Ya te digo que no tengo talento para nada, o al menos para algo determinado.
Que has estudiado?
Nada, me quedé en la secundaria (por eso ahora estoy en la UNED, antes de que me llaméis vago)
Que sabes hacer?
Nada. Chapurreo algunos idiomas pero no los domino. Tengo toneladas de conocimiento inútil, eso sí.
Vale, a ver, que de eso yo se un rato.
Yo tampoco tengo estudios. Lo dejé en COU porque pasaba de estudiar. No soy ni mas listo ni mas tonto que nadie, simplemente no me gustaba. Llegué hasta COU tocándome el rabo, y a la que tuve que estudiar mas de media hora para aprobar ví que no sabía, ni quería, ni me gustaba.
Tampoco hablo idiomas de forma fluida. Si acaso el castellano

Chapurreo inglés, y poco mas.
Peeero, tras trabajar en esto y en lo otro, de dar vueltas, y de conocerme un poco a nivel laboral, me di cuenta de una cosa: tengo una facilidad pasmosa para conseguir que terceros confien en mi. Será mi cara, o mi habla, o yo que se, el caso es que la gente se fía de mi. Confían. Claro, yo no les fallo, pero para eso solo hay que ser formal.
Total, como te decía, estuve 5 años dando tumbos (desde los 17 hasta los 22). Luego empecé a trabajar en algo que me terminó gustando, y a la que vi las posibilidades, monté mi empresa. Sin un duro, sin estudios. Solo con dos cojones y confianza en mi trabajo.
No era lo mio, ni lo que había estudiado. Pero era un curro en el que ganarte la confianza del cliente es algo fundamental, porque hay mil empresas que hacen lo mismo...
Total, que me aproveché de ese valor intangible para convertirlo en algo tangible. Para crecer o mantenerte está claro que luego hay que currar, y mucho, pero eso no debería de ser un problema.
Conclusión: manda huevos que te lo tenga que decir alguien que al final se ha quedado en su pueblo: vete del tuyo. Sal, vente a Madrid. Aquí hay trabajo de todo tipo para todo tipo de personas. Cuando lleves meses o años dando tumbos, empalmando curros, seguro que descubres algo que te mola y se te da bien. A partir de ahí ya es cuestión de tomar decisiones.
No pongas la pasta como excusa: yo empecé con 3600 €, y ese primer año facturé 112.000. No se me olvida...