Hoy al salir de currar me he pasado por el Mercadona y he visto una hembra tremenda, una especie de mestizaje entre cubana y colombiana. Iba vestida elegantemente y con los labios carnosos pintados de un profundo rojo-foro que contrastaba con la tez blanquecina de su faz. La melena lisa, larga y azabache, de una auténtica Apache, complementaban su exótica belleza. Era alta y esbelta, un puto PIBÓN
Ni corto ni perezoso, yo, tímido patológico, de mirada perenne al pavimento, la he mirado fijamente a la puta cara como si de "Cachondo on fire" me tratara, desafiando al maricón que llevo dentro, focalizando como el que atiende a un triple sobre la bocina. La hija de puta se ha catado pero no ha girado la cabeza, sino que por el rabillo del ojo me estaba escudriñando cual camaleón. Tíos, la sonrisa de zorra que ha esbozado...ha sido...joder...ha sido en plan "qué , te pongo cachondo, ¿eh subnormal? ¡Sufre!"
No he podido soportarlo y he ido a por una magdalenas rellenas de chocolate.