- Registro
- 10 Nov 2006
- Mensajes
- 80.578
- Reacciones
- 33.955
Si te molesta que te miren o que se acerquen o que te toquen y lo consideras tan odioso y propio de infraseres libidinosos y pervertidos es que deseas lo contrario, ¿no?
Es decir, tú quieres que si te pones a chuperretear piruletas enfrente de una horda de tíos o a enseñar las tetas nadie te mire, nadie te aborde, nadie intente ligar contigo ni te intente tocar las tetas, ¿no?
¿Te imaginas que un día se cumple tu sueño? ¿Te imaginas que llegas y te pones a chuperretear piruletas y no consigues la atención de absolutamente nadie? ¿Entonces, qué? ¿Qué?
Me recuerda esto a las mariliendres que van a los garitos de Chueca y se meten en un sitio donde todo son tíos homosexuales, todos rollo gimnasio, vestidos a la moda, todos buenorros que te rilas y empiezan a contonearse, a exhibirse, a intentar captar la atención de los maromazos esos y a ser ampliamente ignoradas y ni cristo se les acerca, ni cristo le aborda y ni cristo les dice nada salvo "oye, que es que aquí no pintáis nada, que es que aquí simplemente lo vuestro no funciona" y salen del garito con un calentón de tres pares de cojones, una frustración de tres pares de cojones, una sensación de haber sido ignoradas de tres pares de cojones, y lo más divertido: un cabreo de tres pares de cojones porque, oh, mira, no les han hecho ni caso esos maricones de mierda, cabreo que se torna luego en un microtrauma porque no han sido capaces de hacer que la lluvia no moje.
Es decir, tú quieres que si te pones a chuperretear piruletas enfrente de una horda de tíos o a enseñar las tetas nadie te mire, nadie te aborde, nadie intente ligar contigo ni te intente tocar las tetas, ¿no?
¿Te imaginas que un día se cumple tu sueño? ¿Te imaginas que llegas y te pones a chuperretear piruletas y no consigues la atención de absolutamente nadie? ¿Entonces, qué? ¿Qué?
Me recuerda esto a las mariliendres que van a los garitos de Chueca y se meten en un sitio donde todo son tíos homosexuales, todos rollo gimnasio, vestidos a la moda, todos buenorros que te rilas y empiezan a contonearse, a exhibirse, a intentar captar la atención de los maromazos esos y a ser ampliamente ignoradas y ni cristo se les acerca, ni cristo le aborda y ni cristo les dice nada salvo "oye, que es que aquí no pintáis nada, que es que aquí simplemente lo vuestro no funciona" y salen del garito con un calentón de tres pares de cojones, una frustración de tres pares de cojones, una sensación de haber sido ignoradas de tres pares de cojones, y lo más divertido: un cabreo de tres pares de cojones porque, oh, mira, no les han hecho ni caso esos maricones de mierda, cabreo que se torna luego en un microtrauma porque no han sido capaces de hacer que la lluvia no moje.