Black Adder rebuznó:
Ya llega el mal tiempo, ¿eh? Y con él las tías buenas que veías por la calle se marchan por el portal interdimensional por el que habían llegano a este plano, amigo.
Déjalas que se mueran de ascopena.
Siempre he dicho que cuanto más sabes de algo en realidad lo que haces es sofisticar tu ignorancia sobre ese tema.
Cuanto más sabes de matemáticas, de historia de lo que sea lo único que haces es tener dudas cada vez más elevadas y pasas a ser de un ignorante tipo troglodita, a uno con monóculo y bombín, pero ignorante al fin y al cabo.
Nunca jamás dominarás el tema si éste es mínimamente complejo, únicamente te conviertes en un estúpido de postín, con dudas cada vez más refinadas y menos básicas, pero seguirás teniendo dudas y lagunas.
Por eso afirmo con orgullo que soy un puto ignorante en el mundo de los sentimientos, pero no por ello he sentido menos.
Ahora mismo, por ejemplo, siento unas acuciantes ganas de cagar, a lo que voy es que esta piara de cerdas parecen adjudicarse el monopolio de los sentimientos y del romanticismo cuando en realidad son unas lerdas al igual que nosotros, lo malo es que muchas veces no se dan cuenta de que son lerdas-lerdas y no lerdas-sofisticadas en el tema.
Una mujer afirma querer un chico original (pero no demasiado), que sea divertido (pero no un payaso) y toda esa sarta de estupideces que lo único que le dice al cerebro entrenado es que no estamos ante una tía legal, sino ante una mujer cómodamente instalada en la mediocridad, que nada, bucea y traga el agua de una piscina llena de monotonía, y se acaba de comprar un piso a 40 años en villa average-landia.
Afirman apreciar los detalles románticos, pero si vas a verla en bicicleta a su país de origen, haciendo miles de km y te presentas ante su puerta, se quedará pensando que estás loco, que estas cosas no son de gente normal, y si os fijáis bien, las veréis mirando por el rabillo del ojo a ver si un amable transeúnte, cámara de televisión, LO QUE SEA, le proporciona una referencia de si ese gesto que has hecho por ella es normal o no porque ella no tiene ni puta idea, ni baremo ni criterio más que el que le otorgue la masa.
Son libres, rebeldes y descaradas porque así les han dicho que tienen que ser y hasta hoy jamás se han acordado de sus derechos hasta que un amable varón les ha indicado que deberían reclamarlos, y no hay nada más triste que eso.
Quizá un sábado noche en la vida de ilg se le acerque.