Detienen a un párroco acusado de asesinar a su amante y a la hija de ambos
LAS MATÓ A GARROTAZOS

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- Era un sacerdote reconocido entre sus feligreses por su bondad y rectitud
- Un negativo fotográfico medio calcinado activó la investigación policial
El sacerdote, con su hija.
Los católicos devotos de Mistrató, un pueblo apacible de la región cafetera colombiana, aún no salen de su estupor. Su párroco de los pasados seis años fue detenido este jueves, acusado del asesinato de la empleada de su parroquia, una guapa chica rubia, y su hija de cinco años. Y lo que es peor, las autoridades apuntan a que el móvil no fue otro que ocultar la relación amorosa que mantenían, fruto de la cual nació la pequeña.
El padre José Francey Díaz, de medio siglo de edad, era un sacerdote reconocido entre sus feligreses por su bondad y rectitud. Nunca había dado la menor muestra de que se desviara del camino que le marca la Santa Madre Iglesia. Sin embargo,
las investigaciones concluyeron que llevaba una doble y hasta una triple vida que había sabido mantener en secreto hasta esta semana, cuando la Unidad investigativa del CTI de la Fiscalía de Anselma, departamento de Risaralda, destapó el escándalo.
Hace catorce años, el padre José Francey conoció a María José Arango, entonces una adolescente que había nacido en Buenos Aires, departamento del Cauca, y se hicieron amantes. Terminaron viviendo juntos, ella amparada en la cobertura de ser la empleada doméstica de las sucesivas casas curales que él habitada en su condición de párroco.
Hace un lustro la joven dio a luz una niña y el sacerdote, obligado tal vez por unas pruebas de ADN que confirmaban su paternidad, le dio su apellido.
Los celos precipitaron el desenlace
María José.
El 12 de febrero pasado, según las autoridades, la pareja discutió de forma acalorada porque
ella descubrió que el sacerdote le engañaba con otra mujer. María del Carmen amenazó con denunciar ante sus superiores el tipo de existencia que llevaba el sacerdote y debió de ser en ese momento cuando José Francey Díaz decidió acabar con las pruebas reinas de su azarosa vida amorosa. Al parecer ni su novia había sido la única relación estable ni era la primera vez que la engañaba.
En la misma casa cural donde se encontraban, pegada al templo,
mató a garrotazos a la madre y a la hija, conforme a las pruebas de los forenses. Envolvió los cadáveres en bolsas de plástico negras de basura, las subió a su Chrisler Samurai color blanco y condujo la macabra carga hasta un paraje no muy alejado de la carretera.
Les roció de gasolina y les prendió fuego pero no ardieron del todo.
El 15 de ese mes, alguien encontró los cuerpos. La policía creyó en un principio que se trataba de dos víctimas de algún ritual satánico, que se producen de vez en cuando los 13 de febrero de cada año, o de una venganza entre bandas mafiosas rivales. Era casi imposible identificarlas por el estado irreconocible en que se encontraban los restos, y
nadie de la familia de María José había denunciado su desaparición y la de la niña. El crimen parecía perfecto. Excepto por una prueba.
Unos negativos dan vida a la investigación
Junto a los restos, los investigadores encontraron varios negativos. Todos estaban calcinados excepto la mitad de uno de ellos. Después de un arduo trabajo en el laboratorio, en la fotografía se podía apreciar al párroco con su novia, ante un edificio de Mistrató. Lograron dar con la madre de la muerta, una viuda que vive en Cali, desolada por la relación de su hija, que conocía y deploraba.
Los investigadores del CTI, que rastrearon como sabuesos cada indicio, detuvieron al párroco esta semana.
Esta a apunto de oficiar misa y pidió celebrarla antes de ser esposado. Pero no se lo permitieron.
"Mejor la celebra en el carro", le espetaron. Al principio se mostró abatido y llegó a llorar y arrepentirse de lo hecho. Pero al llegar al calabozo en Anselma, cambió de talante y optó por negar las evidencias.
El obispo de Risaralda se sintió horrorizado por los hechos y confió en el milagro de que el párroco sea inocente. "Era un sacerdote correcto, amable".