Estimados lectores, por fin tenemos una explicación de lo que le ocurre al señorito González, pasen y lean esta información que saldrá publicada este fin de semana en El Dominical de El País, ventajas de tener a un amigo trabajando allí.
"El siete está tocado en el tendón de Aquiles", le dijo un técnico a otro en lo más recóndito de un vestuario. En la Ciudad Deportiva de Valdebebas trabajan cientos de personas y ninguna necesita aclarar quién es el siete. A Raúl, como a los emperadores de la dinastía Ming, ya nadie le nombra. Lo conveniente es decir "el siete". Con eso es suficiente. Como confiesa un preparador del Madrid: "Raúl es un tema tabú"
La estructura permite que Raúl ejerza de director deportivo en la sombra. Sanciona todas las decisiones importantes que adoptan los dirigentes. Es el hombre que más habla con
Valdano y con el propio director deportivo,
Miguel Pardeza. Como en Valdebebas no hay nadie más influyente, lo mismo discute sobre altas y bajas que resuelve prohibir a los médicos publicar informes sobre las lesiones o cerrar indefinidamente los entrenamientos al público y a la prensa.
Raúl dedicó sus vacaciones a entrenarse con un preparador físico para llegar al comienzo de la temporada más cerca del pico de fuerza y resistencia. Quería volver a la selección española y estaba ilusionado con meter muchos goles antes de la segunda convocatoria de Vicente del Bosque, en octubre.
Sin embargo, está lejos de su mejor versión. En el Madrid han alegado problemas musculares para explicar el apagón. Ante el Deportivo, en la primera jornada del campeonato, según los médicos, fue precisamente cuando empezó a padecer la inflamación en el tendón de Aquiles. Al ver que daba señales de agotamiento,
Pellegrini le sustituyó por
Granero en el minuto
63. Fue un mensaje.
Raúl no es un jugador cualquiera. Es el hombre con más poder político en el club. El que nadie nombra. El tabú. El siete.
El Pellegrini este me está jodiendo la existencia
Bueno, si os ha gustado esto, atentos porque también tiene escrita ya la crónica del partido ante el Zürich, donde, según me cuenta, Raúl será titular y por lo visto jugará todos los minutos. Dice que aunque Raúl marque, poco tendrá que cambiar en la misma y eso que lleva adelantado.
La grandeza de los campeones reside en la búsqueda de los límites. Los ajenos y los propios. Dicen quienes conviven con él en el Madrid, que Raúl González participa de este rasgo hasta el extremo. El hombre vive haciendo cuentas. Contabiliza sus años de carrera, los pasados y los venideros; calcula sus goles, sus partidos, sus minutos jugados; apunta los títulos que consigue y se compara con otras figuras históricas; y analiza los récords, los suyos, y los del resto. Raúl ha hecho de su carrera una competición contra los libros de estadística. A sus
32 años, sin embargo, el capitán del Madrid se aproxima al reto más difícil en la vida de todo gigante: su propio organismo, gastado por el paso del tiempo, le pone obstáculos cada vez más dolorosos.
El miércoles, ante el
Zürich, en la
quinta jornada de la Liga de Campeones, Raúl se propuso demostrar con goles que merecía la titularidad. El entrenador,
Manuel Pellegrini, le dio todos los minutos por primera vez en mucho tiempo. El escenario y el rival parecían los más propicios.
Pellegrini era consciente de que marcar un gol era importante para recuperar la moral del delantero. Que Raúl no marcara no fue lo más alarmante. Lo más inquietante para la hinchada fueron sus síntomas de pesadumbre y ofuscación. El hombre fatigó para anticiparse a los tímidos defensas del
Zürich.
¡Guti coño acércame el bastón!
Bueno, supongo que alguno se habrá dado cuenta de que, como en la magnífica película protagonizada por Robert Redford y Paul Newman, esto no ha sido mas que un engaño. Verán, solo he modificado lo que está en negrita, respecto a los dos artículos originales. Sustituyendo cuatro nombres, retrasando un cambio siete minutos, adelantando cuatro jornadas de Champions, aumentándole un año y cambiando el rival, he conseguido dos noticias que bien podrían estar sacadas del futuro. Aquí os dejo los artículos originales, ambos de Diego Torres, el primero se titula
"El misterio de Raúl" y el segundo
"Raúl no supera el trauma". Para aquellos que tienen la memoria corta, el tipo ejemplar, el que llega el primero a los entrenamientos, está pasando exactamente por la misma situación que el año pasado, situación que llevó a la destitución del entrenador y los mas que inolvidables ridículos en Anfield y el Bernabéu ante Liverpool y Barcelona respectivamente; todo ello obviando detalles calcados como la eliminación en Copa ante un 2ª B y la prensa pipera solicitando la cabeza del entrenador.
El sie7e, repite, cual autómata, las mismas actitudes, movimientos y filtraciones, que hace un año lo llevaron a ser titular indiscutible, previa defunción del entrenador para poner a su amigo Juande, aunque este año, querido Rulo, va a ser que no.
Por cierto en los últimos días se ha comentado en varios programas deportivos -El Tirachinas, Al Primer Toque y Radio Marca- que el ejemplar Raúl no quiso conceder una entrevista a la empresa encargada de producir el video conmemorativo de los 100 años de la Real Federación Española de Fútbol. Según la versión oficial de Ironman -que viniendo del tipo este ya sabemos que no será la auténtica- debido a su apretada agenda no ha podido atenderles. El problema es que, por lo visto, Casillas, Villa, Torres.... si han podido, y que yo sepa, estos han tenido que estar concentrados con la Selección.
Como ven, tras esa fachada de tipo ejemplar, profesional y educado, no se esconde mas que un sinvergüenza, narcisista y mal educado tipo que solo piensa en si mismo. Lo que mas me ha alegrado, es que, como nuestro colega va haciendo amigos allá por donde va, la única imagen suya que aparece en el mencionado documental es la del penalti fallado ante Francia en la Eurocopa del 2000. Quien siembra vientos......
Mala leche
Con los dos goles de ayer Villa está a solo 9 goles de igualar la marca de Raúl como máximo artillero de la Selección.
Eso si, a día de hoy Villa lleva ¡47 partidos menos! que el polvorilla.