El loco mundo de las citas locas.

  • Iniciador del tema Iniciador del tema Victor I
  • Fecha de inicio Fecha de inicio
Gracias por la historia, forero Stonehenge. Me ha recordado siniestramente a una historia que he sufrido hace dos semanas y que, de tener título, se titularía "Karma rides a brown horse".
 
curro jimenez rebuznó:
Se podria hacer un recopilatorio con las mejores historias de este hilo.

Seria interesante, con votacion y premio tipo medallita en el avatar. Son 50 y pico paginas, y seguro que alguno se guarda alguna historia en el tintero, esto lo animaria a escribir. Para mi es uno de los mejores hilos del foro.
 
RobertoVilla rebuznó:
Seria interesante, con votacion y premio tipo medallita en el avatar. Son 50 y pico paginas, y seguro que alguno se guarda alguna historia en el tintero, esto lo animaria a escribir. Para mi es uno de los mejores hilos del foro.

Si ya lo sabemos, hombre, no hace falta hacer nada de nada. La mejor historia es la del forero que deslumbró con las largas del coche a una epiléptica, y todo lo que pasó después. Que LoL bendiga a este HÉROE.
 
Stonehenge rebuznó:
Atención, tocho.

(...)
My two cents. Gracias por leer hasta el final.

Soberbio, cenagoso, de una putridez casi material. Lo felicito con total franqueza, he leído entusiasmado su relato de principio a fin porque a medida que avanzaba reconocía esas sentinas en las que he buceado a veces como un Cousteau de la degradación. Usted se ha autodiagnosticado perfectamente, si ha salido más o menos indemne del trance ya nada podrá ser nunca peor.

Por otra parte si no se ha desviado usted demasiado de la realidad facilitando datos falsos o cuanto menos algo alterados, para despistar, hay demasiadas concomitancias con una experiencia bizarra que tuve hace ya mucho tiempo. Si lo tiene a bien facilíteme el nombre de guerra de la interfecta por mp y cruzaremos información.
 
naxo rebuznó:
Gracias por la historia, forero Stonehenge. Me ha recordado siniestramente a una historia que he sufrido hace dos semanas y que, de tener título, se titularía "Karma rides a brown horse".

Cuentala coño, que el jueves llega Caparrock a poneros la puntilla y lo mismo no se te ve el pelo un tiempo.
 
Magnífico relato Stonehenge, me he metido en la historia, casi he imaginado esa habitación, esas convulsiones, esa vomitona, esa situación desesperada.
 
Hace tres semanas quedé con unos amigos para salir, en principio nada serio, cuatro cervezas y para casa. Lo malo es que la cosa se salió de madre y terminé con una cogorza enorme. De un bar a otro, y de ahí a otro, terminando en uno que celebraba un sucedaneo de Oktoberfest bastante cutre, pero con jarras de litro a bastante buen precio.

En ese sitio, cuando ya dejé de ser consciente de mi situación, se me acercó una tipa gordita, la cual empezó a soltarme vaciladas y a ligar conmigo descaradamente. Yo le seguia el juego ante la atónica mirada de mis amigos y, ya en el momento de irse, nos deleito subiéndose la falda, poniéndo mis manos en sus tetas y comiéndome los morros, sin que yo pudiera hacer nada, dado mi estado. No sé ni como, apunté su teléfono.

¿Error? Quizás.

Durante esa semana estuvimos intercambiando mensajes, y ella me proponía quedar. No fue prodiga en fotos, por lo que tuve que tirar de memoria, recordando la imagen de una especie de gordita pseudogótica, cada vez con más nitidez.
Así pasó la semana, hasta que llegó el viernes y me propuso vernos. Durante un rato mi pensamiento fue un WTF, pero de repente algo se cortocircuitó en mi interior: pensé en el foro, pensé en Karlitros y me dije "si él puede, yo también, y además nos echaremos unas risas cuando lo cuente".
Qué cojones, a su casa que me fuí, kamikaze absoluto, siendo totalmente consciente de que iba a perpetrar un polvo con una gordita que, por lo demostrado en las conversaciones, iba a ser lo más lacio a la hora de follar.

Cuando llegué a su casa y me abrió, me recibió con un conjunto que calificaría de escalofriante, más cercano al disfraz de Halloween que a lencería sexy.
En serio, imaginad a una tía de, aproximadamente, 1.75 y unos 85 kilos embutida en un conjunto con los colores del Joker, con predominio del morado, y tacones sacados de ortopedia. Además, al andar, se balanceaba, como si las caderas y los muslos no dieran más de sí.

Era justo lo que me esperaba, no podía ser más feliz.

Tras una breve charla, nos fuimos a su dormitorio, la desnudé y con ello abrí uno de los 7 sellos. El horror.
El horror.

Lo primero de todo, corroborar absolutamente el tema del olor que se desprende de debajo de los pliegues de una gordita, y que ha señalado el amigo Stonehenge el Batallador. Lo calificaría como un olor a rancio y con aroma a salado, pero muy desagradable, sin duda.
Esta chica, gracias a Dios, lo tenía depilado, pero no evitó que comerse eso fuera una experiencia muy desagradable, no solo por el olor, no por el hecho de tener que hacer fuerza constante con la mano para que las carnes no se cerrasen evitando toda exploración, cual cueva de Ali Babá, si no por el hecho de tener que arrimarme tanto, tanto, que mi nariz quedaba taponada con la carne sobrante.
Era necesario tomar aire y sumergirse, literalmente, en un mar de carne con olor a salmuera.

Cuando ya me cansé de aquella situación bochornosa (ella estaba encantada, con las piernas extendidas y los brazos detrás de la cabeza), nos pusimos al lío y...ni un puto condón decente.
Bueno, sí, solo uno: el primer condón femenino que he visto en mi vida.
Imaginad un calcetín de latex. Pues lo mismo.
Se lo colocó a duras penas, y era como ver una bolsa del Mercadona asomando de su coño, la imagen más ridícula (después de la mía intentando comerme ese coño) que he visto en mi vida, sexualmente hablando.
Imaginad como se debe follar con eso. Efectivamente, 4 empujones y a otra cosa, porque no había manera, sobre todo por las risas que me estaba echando.

Salí de ese chocho como pude y me tumbé junto a ella, aunque duró poco, porque entonces fue ella quien quiso tomar la iniciativa.
Iniciativa que yo estaba convencido que no llegaría a ningún lado.
Intento un sucedáneo de mamada, aunque creo que nunca me la llegó a chupar; me resultaba imposible verlo, y sentirlo con ella encima y manoseando, mucho menos.
Cuando noté que su intención verdadera era hacer un 69, por razones obvias, me revolví como un hábil luchador grecorromano, dando su momento de gloria por terminado.

Pero comenzando el momento más espeluznante que he tenido el placer de vivir.
Decidí ponerla a cuatro patas, por hacer algo, y empecé a darle azotes, que visto lo visto, era lo único que hacía que me empalmase. Aprovechando su situación y la mía, opté por darle por el ojete, y entre risotadas, me puse a ello.
Ella ya me advirtió que el anal no le molaba, y quizás fue eso lo que más me estimuló.
Entre avisos de "tranquila, que lo hago suave" y ligeros gemidos de dolor por parte de ella, aquello comenzó a entrar, hasta que me confirmó que era el primero que le taladraba el culo. "Pues qué bien, será que no me sorprende", pensé yo.
Seguí hasta conseguir un buen ritmo, y el hecho de sentir cierta lubricación facilitando el trabajo me llevó a pensar que igual el viaje no había sido en balde.
Hasta que con tanta lubricación se me salió el rabo del agujero y...¿lubricación?

NO.

Mierda.
Montones de mierda.
Saqué mi rabo rebozado en pura mierda, mientras del culo de ella salían escupitajos de mierda y churretes resbalando nalga abajo, cual geiser.
Salí de esa cama como pude, me dejé de preocupar de su puto culo rezumante de caca y me preocupé de mi chorra, envuelta en una nauseabunda capa marrón que dejaba tras de sí un olor absolutamente desagradable y que, en las noches de soledad, creo seguir sintiendo. No bromeo.
Entré en el baño, puse el nabo bajo el grifo y con los ojos cerrados, mucho valor y mucho jabón en las manos, comencé a limpiar aquello, sin parar hasta percatarme que estaba brillante y con olor a frutas del bosque. Me lo habría desgastado a base de frotar, si hubiera sido preciso.
Cuando verifiqué que estaba limpio, salí del baño para que ella se limpiara toda su ponzoña.

A partir de ahí, a vestirse y a elegir el momento de pirarse.
Por supuesto, no ha vuelto a haber contacto.

Y así es como el karma decidió pagarme en forma de caca el hecho de querer echar unas risitas a costa del polvo con una gordita.
La verdad que el momento fue absolutamente traumático, pero ahora lo recuerdo como uno de los más hilarantes de mi vida.
 
¡¡¡ Marchando una de gordas camarero !!!.



No quiero hacer sombra al relato de Stonenjench ni al de naxo, ya que el mío apenas tiene lol y no se si merece estar en el hilo de citas locas, pero comparte alguno de los rasgos de los dos expuestos recientemente.

Creo que todos hemos tenido la digamos curiosidad de follarnos a una gorda, en mi caso, dicha curiosidad se unió al morbo de las conversaciones pre-fotos. Ella decía que tenía "unos kilos de más" y en la única foto que vi, solo se veía la cara y no parecía fea, esa es la verdad. Pero cuando seguimos pensando en la posibilidad de conocernos, pasamos a alguna foto más completa y eso consiguió bajarme el calentón rápidamente. Era una mujer de mi edad, pero gorda, bastante gorda, unos 90 kilos pasados para 1,65 más o menos, pero nada agraciada y notó que me había pasado lo mismo que a todos a los que enviaba las fotos, según ella no era fotogénica y todos acababan pasando de conocerla.

Le entré en el Twoo el mismo día que se dió de alta, era una ex-heavy y había estado viviendo 10 años con una mujer, hasta que conoció a su marido del que estaba pensando en separarse. Esas habían sido sus dos únicas relaciones hasta la fecha y por eso tenía pensado disfrutar del sexo y del vicio pero el problema del físico seguía presente.

Así y todo, las conversaciones y sus ganas de probar cosas nuevas llevaron a que me decidiera a vernos en persona. Las conversaciones habían ido derivando a conocer sus fantasías y sus gustos, ya que al ser ella bisex, se me ocurrían bastantes posibilidades incluyendo trios, locales liberales, etc. Otro detalle importante es que se lo tragaba todo (según ella, así se lo enseñó su marido y pensaba que era la única manera de hacerlo, por lo que con los años le había cogido el gusto al semen) y que no tenía problema en quedar a ciegas y follar.

Así que todo estaba preparado para el gran día, el plan era que ella me recogería con el coche e iríamos a un local liberal y dicho y hecho, quedamos a menos de 50 metros de la entrada del parking. Nos saludamos dentro del coche, dos besos, y en menos de 2 minutos habíamos aparcado y pulsábamos el timbre del local. La impresión fue más buena de lo que esperaba, era gorda, estaba claro, pero no era tan fea como en las fotos, era una chica muy dulce, verdaderamente encantadora, de piel perfecta, y para nada olor corporal desagradable, por eso la cita no tiene punto de comparación con las anteriores. Pedimos algo de beber y en menos de un minuto nos estábamos dando el lote y sin que me diera cuenta se puso a chuparme la polla como ninguna otra mujer ha sabido hacer en mi vida. De hecho nadie había conseguido que me corriera así hasta ella. Resumiendo lo que siguió, le comí las tetas blandas de gorda, le comí el coño de gorda, y me acabé follando a la gorda, primero en misionero y luego a 4 patas mientras sus muslos y nalgas retumbaban como gelatina ante las embestidas y sentía las miradas de alguna que otra pareja sorprendida por los alaridos de placer que soltaba la muy gorda. Para rematar la cita, después de una ducha estuvimos hablando con varias parejas asiduas al local, entre ellas dos viejunos con 2 jóvenes dominicanas y acabaron los dos viejos follándose a mi acompañante y yo con las dos dominicanas, por lo que creo que gané con el cambio. Y ella encantada de la vida.

EDITO: Aún seguimos en contacto.
 
Yo hace cosa de unas semanas quede con una tia.me la presento una follamija.la tia era de estas perras alternativas,de 1'65 tatoos,piercings,muy canijita,y tenia un puntazo con el pelo este q se cortan por debajo y se lo peinan a lo anasagasti.

Total,que quedamos en un bar de esa lluviosa y bien llamada ciudad olivica.
Tomamos algo y fuimos al Castro,un sitio donde sodoma y gomorra de doggeros cancaneros y crussheros,un parque que haria palidecer a bela lugosi( no el forero),peri a estas alturas ,yo andaba mas onfire q sito miñanco en un estanco,cual iniesta vendiendo Frigo,de extrangis.
Total,que la tia me ataca,se pone de roillas( mas raspadas q la botella de anis de la tuna de farmacia de vigo) y me empieza a hacer una mamada,de repente....la saca...
Se pone a llorar,y me cuentan ub detalle igmio,que la tia ta casada...joder como no me fije en la mano y ese anillo.
En eso coje..se levanta...y se pone a vomitar,metiendose los dedos,a lo roman orgy.

Yo poniendo cara de poker...y me dice...es q te voy decir una cosa...se vuelve a meter loa dedacos...soy bulimica...

Yo a estas alturas solo se me acurrw decirle que yo era catolico,q su religion...

Y me dice q la disculpe...en eso me mete morro....u noto un sabor raro...me cago en dios....q no habia bebido ni ostias,q tenia pota en la boca
,empece con arcadas y empece a potar del asco,pero como si no hubiese un manana,en eso,ella al verlo bomitaba la escasa bilis q le quedaba del asco de verme potar.
Cuando paramos...ella se bajo las bragas, esta altura yo ya andaba en modo un coño es un coño y si me desvio de este axioma salgo corriendo..

Cuando me agacho,le voy a meter lengua y veo unas verrugas ahi abajo...
En ese momento solte un...
Podrias hacerte un dedete mientras?... Es que me excita verlo.
Empezo a hacerselo,me zurre una gallola delante de ella,ella quedo con cara wtf,y dije,mala suerte,no me pude aguantar...
Si eso nos vemos cuando te metas canesten y tal,mandale recuerdos a tu marido,q debe ser el puto santo.

Me pire y no mire para atras , tengo ladillas como centollos, tengo ladillas como centollos,aun menos mal
Enviado desde mi HTC One usando Tapatalk 4
 
naxo rebuznó:
  • una tipa gordita
  • la imagen de una especie de gordita pseudogótica
  • consciente de que iba a perpetrar un polvo con una gordita
  • el tema del olor que se desprende de debajo de los pliegues de una gordita
  • unas risitas a costa del polvo con una gordita
A saber cómo era realmente el cachalote, amigo.
 
Propongo rango de A bordo del Pequod o De farra con el capitán Ahab para estos follagordas.
 
Stonehenge rebuznó:
Esa mujer no tenía culo, tenía un horizonte de sucesos.

Chorro de agua del vaso que estaba tomando por la nariz y carcajadas aquí a solas, que debo haber despertado a mi madre de su siesta.
:face:
¡De lo mejor que he leído en este lodazal en lo que va de año!
JAJAJJAJJAJJAJAJAJA
:lol:
 
StoneHenge escribe al nivel de Redivivo. Le Déserteur debe de ser de los individuos más viciosos del foro PL, explora los pozos de la inmoralidad humana.
 
tumblr_inline_mip5loJhRl1qz4rgp.gif

con las dos historias.

P.D.: Es cosa mia o si una historia graciosa tiene de por medio a una gorda , toma un cariz mucho mas LoLesco? LoL al cuadrado
 
Ahora que el Sr. Stonehenge y yo hemos dejado aclarado por mp el asunto de las coincidencias pasaré a relatar aquélla mi cita loca en tierras vascongadas.

Corrían tiempos preforiles, albores de la internet, cuando el paso del modem de 33k al de 56 era un pequeño paso en velocidad pero un salto de gigante para el onanismo y el guarreo. Debía de ser el año 1996 o 1997, cuando el chat de IRC comenzaba a ofrecer posibilidades de retoce episódico y casi anónimo y hubiera sido de idiotas no aprovechar aquel filón.

Había recalado yo por aquella época brevemente por La Rioja y para no complicarme mucho la vida procuraba extender mis redes hacia tierras de borrokas, cosa un tanto temeraria a la vista de la muy justificada fama de incompetentes en materia de cama que tienen las vascas pero, claro, bien sabía que ceñirse a un radio en el que la oferta alternativa la constituían navarras, cántabras, riojanas o burgalesas era el equivalente a transitar por el Gobi, el Valle de la Muerte, Atacama y el Kalahari sexuales.

Pues bien, la verdad es que sin poner demasiado esfuerzo de mi parte acabé por definir como objetivo a una vasquita de no mala pinta a juzgar por algunas fotos que envío a mi correo, eso sí, al poco averiguaría el por qué de tanto esmero fotográfico en retratar su bello rostro. Por otra parte aprendí también una regla básica: una mujer que no pide fotos ante una posible cita presenta altas probabilidades de padecer alguna tara relevante.

Quedamos en Bilbao, en una zona de picoteo un día de verano a última hora de la tarde. Yo tomé posiciones previamente, por si había que salir corriendo pero no me doté del suficiente margen porque ella había adoptado la misma precaución y nada más tomar asiento en una mesa que me daba una visión suficiente del lugar y de la calle oí una voz detrás de mí "¿Tarado?". Me volví sorprendido, pero me había cazado; dos o tres pistas básicas sobre mi aspecto general y el hecho de que en agosto el local estaba casi vacío me señalaban como su víctima sin demasiado lugar al error.

Su rostro era el que - angelical- había visto en las fotos pero nada en absoluto me había hecho sospechar sobre su tendencia hacia un big bang lorzil. Por otra parte intuí al momento que se trataba de una gorda "sobrevenida", la chica guapa a la que se le rompe el mundo en un momento dado y la mala digestión de su realidad le conduce a querer deglutir el mundo. No sé a esos efectos qué tipo de gorda es peor, si la estructural o la sobrevenida porque al fin y a la postre ambas categorías reúnen más taras, mala folla e hijoputez que la mujer media.

¿Por qué no salí corriendo? Muy simple, porque estaba caliente al mismo tiempo que aterrado. "Gott mit uns", me dije, nada podrá arredrar a mi soldadito y si hay que meterla se mete así que hice de tripas corazón y centré todos mis esfuerzos en despachar la suerte de matar cuanto antes. Eso sí, tuve que acceder a su invitación a tomar unos "pintxos" y aproveché la coyuntura para armarme de valor adicional tomando unos vinos, lo cual fue parte de mi error global. Otra parte de ese error fue no juzgar con el suficiente rigor el hecho de que mientras desfilaban los manjares ella actuaba con una contención forzadísima: rechazaba algunos bocados, apenas tocaba otros y pese a ello percibía en su mirada un ansia feroz por tragarse hasta el plato si le hubiesen dejado. Pasó un par de horas y se acercaba el momento de plantear si íbamos a algún sitio a lo que ella respondió que sí, que a su casa.

No censuraré que ella utilizase su cupo de pequeñas mentiras, no vivía en Bilbao en contra de lo que me había contado, de modo que parte de mi plan se desbarataba por falta de previsión o sagacidad: no estaba en condiciones de conducir, así que no había opción a fugarme de su casa, despejarme un rato y tomar el camino de regreso si la cosa no iba bien; al contrario, estaba en sus manos y a ellas me confié con inconsciencia. Subimos a su coche y no sé durante cuánto tiempo me llevó a través de una red indescifrable de cruces, carreteras secundarias, pueblos y caminos de nombres impronunciables para mí, sólo puedo decir que estábamos cerca de la costa.

Llegamos a su casa (vivía sola) y mi ardor inicial se había ido diluyendo, de modo que pensé en lidiar el asunto con algún discreto magreo, una excusa fundada en que el vino me había sentado mal y a aguardar que la noche pasase tapado con una manta en el sofá. Sin embargo, ¿qué metamorfosis ocurrió en aquella mujer nada más cerrar la puerta tras nosotros? Se agarró a mí como una posesa y me besó con una mezcla de furor y torpeza, metiéndome la lengua hasta la campanilla mientras se frotaba con sus poderosas tetas y frotaba su entrepierna con una de mis rodillas como lo hace un perro en celo.

Pero no sólo eso, para mi estupefacción comenzó a arrancarse literalmente la ropa mientras no dejaba de invadir mi boca con su lengua. No sabía besar ni por asomo, la sensación de tener su lengua metida en mi boca era desagradablemente perturbadora porque primero era una especie de torpedo rígido y rasposo y después la agitaba con tal energía que podría haberme arrancado una muela. Sin que por otra parte yo hubiera adoptado un asomo de desnudarme ella también empezó a despojarme de la ropa y ante el temor de que rompiese alguna prenda la aparté de mí y me quedé desnudo.

Joder, a partir de ahí la hija de puta se lanzó de nuevo sobre mí con un obsesivo "cómo me pones, cómo me pones" al tiempo que prácticamente me tumbaba sobre el diván y se arrojaba a comerme la polla, eso sí, con tanta vehemencia a la vez que carencia de técnica que me hacía daño y parecía que iba a despellejarme el rabo o a cortármelo de un mordisco. Tenía que calmar al monstruo y tuve la pavorosa iniciativa de comerle el coño bajo la retórica afirmación de que "quería darle placer".

No les deseo ni por asomo que se enfrenten alguna vez a la inmunda babosa que divisé al final de aquellos muslos fofos. Primero me golpeó su visión de labios colgantes surgiendo entre una selva de pelo azabache. El segundo directo al mentón fue una tufarada espesa y nociva en la que unas oleadas sugerían acidez y otras ni quiero pensar qué. Dudaba, me estaba acobardando y lo maldisimulé con unas tímidas caricias y besos a aquellos muslos mientras procuraba respirar con la boca, como dando a entender que me dedicaba a unos preliminares que ella se ocupó de desbaratar agarrando mi cabeza y dirigiéndola hacia su apestoso chochamen, así que no tuve otro remedio que catar aquello.

No pude más, me aparté con cuanta prisa pude, y no conociendo la casa me dirigí como una bala hacia la puerta de la calle para vomitar hasta el alma en la escalera. Creo que jamás en mi vida he sentido tanto alivio como cuando goteó desde mi boca la última partícula de comida mezclada con bilis y babas.

A partir de ahí no hubo ni una palabra más entre ambos. se echó una bata encima, limpió con una fregona la escalera mientras me pareció que murmuraba algo parecido a hijo de puta. Después me dio una manta, se fue a su habitación, me acurruqué sin pegar ojo porque temía que le entrase otro arrebato al tiempo que tenía aquel horror metido en la pituitaria y al día siguiente me dejó cortesmente de nuevo en Bilbao.
 
Amigo Tarado, ¿ha estado usted alguna vez con alguna chica bonita? Siempre que leo una historia suya veo denominadores comunes como "gorda", "hedor", "asco" y "lorzas", etc.
 
Vaya fichaje de invierno, el puto Estongenge, tiene maneras de tremendo forero, forero mítico, forero promesa marcando por la escuadra, como Raul al Atleti. Pero qué descojono de relato, Dios mío.
 
Crab rebuznó:
Amigo Tarado, ¿ha estado usted alguna vez con alguna chica bonita? Siempre que leo una historia suya veo denominadores comunes como "gorda", "hedor", "asco" y "lorzas", etc.

Sí, claro, ¿pero qué interés puede tener tal cosa en un hilo como éste, en un foro como el que nos corrompe y a cuya putrefacción continua contribuimos quienes podemos?

Acostarse con mujeres bonitas... En términos de ortodoxia foril me parece una aberración, casi tanto como pueda serlo que no me atraigan las pollas y por tanto perderme esa otra excelencia tan proclamada en este santo lugar como es el gusto por las mujeres dotadas de ella.
 
saca-al-tarado rebuznó:
Sí, claro, ¿pero qué interés puede tener tal cosa en un hilo como éste, en un foro como el que nos corrompe y a cuya putrefacción continua contribuimos quienes podemos?

Acostarse con mujeres bonitas... En términos de ortodoxia foril me parece una aberración, casi tanto como pueda serlo que no me atraigan las pollas y por tanto perderme esa otra excelencia tan proclamada en este santo lugar como es el gusto por las mujeres dotadas de ella.

:121:121:121

Es ustec de los míos: https://foropl.com/foro-general/159...na-vez-ahora-transex-inside-respondiendo.html
 
Desde luego hay que tener valor para bajarse al pilón de una desconocida, si encima la desconocida es una gorda ya es para nota, pero es que si encima de desconocida y gorda, huele mal, tiene mala pinta, y es asqueroso de ver ya es para que os quedéis con el rango de Prongo.
 
Atrás
Arriba Pie