Yo les pondría un chip en el cerebro y que los padres tuviesen un mando, al estilo del lush (lo siento lush, el satisfier te ha dejado moñeco). A lo que iba, un mando y que los padres cuando esten aburridos en el trabajo le den y el crio suelte un aria, o una hostia a rodabrazo al compañero de delante o se saquen la chorra y le meen la pernera al maestro, o que diga alguna frase graciosa. La tecnología para ello ya está en la calle.