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El otro día lo comentaba con un forero. Yo creo que Ferris no nos miente. Él realmente es un gordo calvo bajito pelagatos que vive en una zahúrda valenciana y está aún bajo las faldas de su madre esperando con los dientes llenos de sarro a que le salgan cojones que nunca le saldrán mientras inunda la habitación de olor a sobaco. Realmente es un tío con un mundo imaginario barra refugio mental que se ha configurado él mismo para resguardarse en él de la realidad, un mundo donde todo es al revés de como es en el mundo de verdad, pedirle permiso a tu madre para moverse es normal y vestirse con la ropa de tu anciano padre es habitual y toda esa basura que habla. Todo esto es verdad, y ahí están las fotos y las capturas y su mesa raída y sus innumerables atuendos dignos de un mendigo y demás. También son reales sus enfados y sus berrinches y sus puntos bajos, igual que cuando se crece porque una borderline muestra interés en él y se le hincha el pecho.Lo hace a posta, no me jodas.
Y nada de todo esto quita para que de vez en cuando, cuando nota que los ojos de la forisma están fijos en él, cuando se siente el centro de la atención, cuando se está gustando, lance a su público frases como la de "así puedo ponerme más ropa de mi padre" o "ir con mi madre a comer al pans". Ya sabemos que tiene talento para la frase ingeniosa. Pues lo hace consigo mismo también. Nos lanza esto para que lo mastiquemos, nos ceba con esto, son como los bises que un artista lanza a su público, es como un futbolista haciendo un regate más de los necesarios sólo porque se pone estupendo, es un brasileño controlando la pelota acrobáticamente sin necesidad en mitad de una jugada: sabe que enerva al contrario, pero sabe también que la afición viene también a ver estas chulerías, y se las da. Y no por chulería deja de ser un control verdadero, deja de ser un regate cierto.