A mí me gustaría que antes de morirme alguna mujer me regalase algo, debe de ser la hostia, un subidón de autoestima. Porque un regalo es como una muestra de afecto, o algo así, no sé, no entiendo mucho, la verdad. Nunca me han regalado nada, de niño era pobre y mi familia no estaba para regalos. En la adolescencia derivé a la marginalidad y se me activó el super poder de invisibilidad y nunca me regalaron nada las mozas, no me veían, no existía para ellas. Y ahora solo ando con putas y lo más que te regalan esas es un beso medio robado a traición y alguna que se enrolle mucho que te deje 5 min. de más del tiempo estipulado.
No me regalan abrazos por la mañana, como a Pei Mei sus hijas. No me regalan lujuriosos viajes parisinos como a Thordiken. No me regalan consoladores masculinos como a Apofis. No me regalan bombones como a Shekmet. No me regalan flores por primavera, como a Dakilla.
No me tiran la galletita después de haber ido a por el palo, ni me acarician el lomo para que mueva el rabo. Al contrario, me rehuyen y se cambian de acera como si fuese un perro sarnoso.
Pero que alguien te regale algo desinteresadamente debe de ser muy bonito, porque es como que alguien piensa en ti y en tu bienestar, que quiere mostrarte aprecio, estima, que te quiere. Puede parecer un troleo, pero yo no he percibido eso nunca, aunque a lo mejor mi carácter agrio y antipático tenga algo que ver, no les culpo. En fin, mis sitio está en la oscuridad.