Pongamos esta situación, inverosímil donde las haya: Hace un año que no has follado, ni te has cascado una paja, y te dan a elegir. Ahí no podría debatirte: follar.
Pero no es el caso. La situación real es que como mucho podría follar 1 vez por semana, y alternando con varias pajas. Las pajas son una constante, no una variable. Dicho esto, después de unas 5 o 6 semanales, tirando por lo bajo, el acto sexual no se realiza con el mismo ímpetu ni excitación, al menos yo.
Con el porno no pasa eso, cada día hay una nueva cara, unos turgentes pechos, una figura que hipnotiza, un coño inmaculado y brillante... Y si algo hace perder vigorosidad a mi robusto rabo, paso a ver otra cosa, y así pasan los días y no me canso.
Y eso de que la tía tiene que ser un pivón del 15 para echar el polvo de tu vida...
Qué va. Y tampoco me voy a tirar faroles con esto, pero he tenido la oportunidad de catar buenas hembras, y alguna de ellas no han pasado de ponérmela morcillona. Es más, con alguna he tenido que terminar la faena haciéndome una paja encima suya para culminar el desastroso revolcón, porque a empujones y mamadas no había manera.