Comer culo de hembra está bonito, dependiendo del culo y la hembra,pero no es algo natural, sino adquirido por el vicio y la degeneración que se nos pega a la sombra conforme envejecemos.
Recuerdo que me mandaron a hacer la prestación social sustitutoria a un bujío donde curraba un tipo asquerosillo entre otra mucha gente. Pasó el tiempo,y el cerdo este, tipo Torbe con 30kg menos, trató de hacerse amigo mío vista su soledad laboral. A por el nuevo. Y con cierta confianza hecha sacó el tema,que follar qué rico y tal. Lo pienso y me sale el mismo tono que el del audio del Pipi.
Yo tenía mi novieta, con la que follaba bien y mucho, guarro pero sin cosas raras. Y un día, el pavo este me suelta que si no me han comido el culo mientras me hacen una paja. Lo miré como si hubiera visto un nido de bichas dentro del bocata. Me quedé agilipollao pensando que había un sexo bajuno y degenerado que ni conocía ni quería conocer.
Yo a mi novia le metía dedos por el culo y le chupaba el coño. Hasta ahí. Por el culo se caga y no veo motivo para saborear lo allí depositado.
Ay, amigo,pero pasaron los años y comí culo femenino. Y me gustó hacerlo. Y lo hago de vez en cuando. Y podría explicar el cambio de mentalidad pero mejor resumirla en tacos de calendario y mucho visto.
La aberración se vuelve amiga con el tiempo, pero quiero dejar claro que rechazar lo natural a la esencia masculina, que es hocicar en una vagina hasta que parezca aquello un saco de caracoles por preferir comer culo humano,por muy de hembra que sea es de ser un absoluto invertido y persona mariconizada en todos los aspectos.