Recuerdo una vez que me fui con una gamberra a la playa durante un fin de semana del mes de marzo del año pasado. Alquilamos una habitación en un hotelito de Conil y la primera noche salimos a cenar y a tomar unas copas, al llegar al hotel fockamos y tal antes de dormir. En una de estas, a altas horas de la madrugada, ella se despierta para ir al baño y al levantarse de la cama me desvela a mí. Total, que me quedo ahí entre el sueño y la realidad mientras ella va a mear. Más o menos oía salir el chorro de meao desde la habitación y me acurrucaba contra la almohada con una sensación de gustito por volverme a quedar dormido mientras pensaba en la mamada que me haría al despertar. Entonces escucho un peo atronador que, como estaba medio aturdido, no quise relacionar con ella, quise pensar que venía de la calle o algo, pero que va, justo a los pocos segundos sonaron otros cuatro acompañados cada uno de ellos de un "aaaaggghhh" de alivio. Cuando volvió a la cama yo me hice el dormido y me volví para el otro lado dándole la espalda. Mientras ella se quedaba sobada de nuevo, yo permanecía con los ojos como platos totalmente traumatizado.
Tuve que ayudarme del alcohoLOL durante lo que nos quedaba de finde para poder cumplir con ella y con la situación, ya que estábamos allí tendríamos que follar más, pero os juro, hermanos foreros, que se me quitaron todas las ganas. Tengo que reconocerle que se contuvo al punto de esperar que yo estuviese dormido para apartarse y soltar esos cinco trallazos, pero la mala suerte de que lo hizo cuando yo estaba medio consciente provocó que le perdiera el interés sexual de un plumazo.