Suso_VK
Batman amigo de las niñas
- Registro
- 3 Feb 2006
- Mensajes
- 6.305
- Reacciones
- 2
Ultimamente no paro de leer, y no salgo de mi asombro, que para follar hay que pagar y que es lo mismo pagar por invitar a cenar a una chica que pagar previopolvo en un bar de putas.
En primer lugar cabe destacar la diferencia de la intencionalidad. Cuando se va a un bar de putas el objetivo es follar o en todo caso divertirse follando, cosa que no siempre es así cuando invitas a la chica, en estos casos es posible que la invites incluso aun sabiendo que esa noche no hay posibilidad ninguna. Habrá quien esto lo considere pagafantismo, pues bien eso depende más bien de hasta que punto eres consciente de la realidad. Pagafantas es el que paga todo con la firme creencia de que eso le llevará a follar mientras que la tia se aprovecha de ello. Habrá algún retorcido que entre en el recurso de que aunque sea consciente mi objetivo final es el polvo y ella consciente de ello lo usa de forma menos descarada convirtiendo al que invita en un pagafantas engañado pero verlo todo de forma tan retorcida con el sexo como único nudo y final es propio de aquellos que no han entendido nunca hasta que punto son disfrutables las mujeres.
Hago un inciso para clamar al cielo tambien por la increible tacañeria de muchos, que se levantarian y se irian del restaurante sin pensarlo de saber a ciencia cierta que no iban a follar.
Bien, que se puede sacar de estos actos sociales aparte de la posibilidad de follar? basicamente compañía femenina. Y es que a mi me encanta conocer mujeres, y no solo en el sentido bíblico. El enfrentarte a una casi desconocida ante una primera cena y jugar a interpretar, tomar decisiones e interpretar sus señales y respuestas... basicamente ligar con la inherente diversión. Me encanta cenar fuera, en restaurantes desconocidos, a veces me gusta ir solo y a veces acompañado y la verdad que generalmente me da igual pagar un plato que dos. No es indispensable que pague yo su cena, alguna vez he sido invitado y no he puesto ninguna pega al respecto, o he ido a cenar con un amigo y le he invitado tambien o he sido invitado por el siendo dos machos sin ninguna intención de mariconear obviamente.
Sois muy tristes los hombres que no disfrutais de esta interacción, que lo veis como una pérdida de tiempo y de dinero y lo que es peor aun, lo igualais a pagarle a una puta... no se si este simil lo haceis por justificaros un poco o lo que sería más terrible porque realmente no veis hasta que punto es diferente.
Durante estas cenas se crea un clima, un ambiente y un juego de complicidad que propicia en muchas ocasiones el mejor de todos los sexos. En los bares de putas ocurre una aberración que trata de parecerse a esto, la puta se acerca al tipo y se insinua, le invita a una copa (a la puta si y a una mujer que te da opciones no!?)... es un teatro absurdo ya que no hay seducción ninguna pero igualmente se hace porque hasta la mente enferma del que se siente orgulloso de ser putero sabe en su interior que ese juego y esa complicidad dan muchisimo más sentido al sexo.
He disfrutado sexo después de salir por ahí con una chica tanto con la complicidad por haber sido totalmente sincero y conectar a la primera de cambio como con el juego de saber que ambos nos estamos mintiendo el uno al otro sobre nosotros mismos pero que seguimos el juego para ver que pasa. Algunos dicen que lo mio es una cuestión de ego o autoestima... lo cierto es que yo al sexo mecánico le encuentro poco atractivo, nunca suficiente como para pagar. Me he follado 2 putas en mi vida previa invitación de un amigo y la verdad, pese a seguirle el juego es una experiencia bastante vacia y esteril comparada con follar en el mundo real. Lo cierto es que sí, supondria un pequeño revés a mi autoestima irme de putas por necesidad psicológica o fisiológica ya que ambas implican debilidad e inutilidad en algunos aspectos. Me gusta saber que la chica me ha elegido por lo que yo he hecho o por la imagen que tiene de mi la verdad, eso es ser un macho, pagar incluso por follar ante la imposibilidad o dificultad de otros caminos más que de machos que disfrutan follando me parece de sumisos de los coños ya que al pagar lo que se obtiene es eso, un coño y la ilusión del resto de una mujer.
En primer lugar cabe destacar la diferencia de la intencionalidad. Cuando se va a un bar de putas el objetivo es follar o en todo caso divertirse follando, cosa que no siempre es así cuando invitas a la chica, en estos casos es posible que la invites incluso aun sabiendo que esa noche no hay posibilidad ninguna. Habrá quien esto lo considere pagafantismo, pues bien eso depende más bien de hasta que punto eres consciente de la realidad. Pagafantas es el que paga todo con la firme creencia de que eso le llevará a follar mientras que la tia se aprovecha de ello. Habrá algún retorcido que entre en el recurso de que aunque sea consciente mi objetivo final es el polvo y ella consciente de ello lo usa de forma menos descarada convirtiendo al que invita en un pagafantas engañado pero verlo todo de forma tan retorcida con el sexo como único nudo y final es propio de aquellos que no han entendido nunca hasta que punto son disfrutables las mujeres.
Hago un inciso para clamar al cielo tambien por la increible tacañeria de muchos, que se levantarian y se irian del restaurante sin pensarlo de saber a ciencia cierta que no iban a follar.
Bien, que se puede sacar de estos actos sociales aparte de la posibilidad de follar? basicamente compañía femenina. Y es que a mi me encanta conocer mujeres, y no solo en el sentido bíblico. El enfrentarte a una casi desconocida ante una primera cena y jugar a interpretar, tomar decisiones e interpretar sus señales y respuestas... basicamente ligar con la inherente diversión. Me encanta cenar fuera, en restaurantes desconocidos, a veces me gusta ir solo y a veces acompañado y la verdad que generalmente me da igual pagar un plato que dos. No es indispensable que pague yo su cena, alguna vez he sido invitado y no he puesto ninguna pega al respecto, o he ido a cenar con un amigo y le he invitado tambien o he sido invitado por el siendo dos machos sin ninguna intención de mariconear obviamente.
Sois muy tristes los hombres que no disfrutais de esta interacción, que lo veis como una pérdida de tiempo y de dinero y lo que es peor aun, lo igualais a pagarle a una puta... no se si este simil lo haceis por justificaros un poco o lo que sería más terrible porque realmente no veis hasta que punto es diferente.
Durante estas cenas se crea un clima, un ambiente y un juego de complicidad que propicia en muchas ocasiones el mejor de todos los sexos. En los bares de putas ocurre una aberración que trata de parecerse a esto, la puta se acerca al tipo y se insinua, le invita a una copa (a la puta si y a una mujer que te da opciones no!?)... es un teatro absurdo ya que no hay seducción ninguna pero igualmente se hace porque hasta la mente enferma del que se siente orgulloso de ser putero sabe en su interior que ese juego y esa complicidad dan muchisimo más sentido al sexo.
He disfrutado sexo después de salir por ahí con una chica tanto con la complicidad por haber sido totalmente sincero y conectar a la primera de cambio como con el juego de saber que ambos nos estamos mintiendo el uno al otro sobre nosotros mismos pero que seguimos el juego para ver que pasa. Algunos dicen que lo mio es una cuestión de ego o autoestima... lo cierto es que yo al sexo mecánico le encuentro poco atractivo, nunca suficiente como para pagar. Me he follado 2 putas en mi vida previa invitación de un amigo y la verdad, pese a seguirle el juego es una experiencia bastante vacia y esteril comparada con follar en el mundo real. Lo cierto es que sí, supondria un pequeño revés a mi autoestima irme de putas por necesidad psicológica o fisiológica ya que ambas implican debilidad e inutilidad en algunos aspectos. Me gusta saber que la chica me ha elegido por lo que yo he hecho o por la imagen que tiene de mi la verdad, eso es ser un macho, pagar incluso por follar ante la imposibilidad o dificultad de otros caminos más que de machos que disfrutan follando me parece de sumisos de los coños ya que al pagar lo que se obtiene es eso, un coño y la ilusión del resto de una mujer.