En su juventud, se había convertido en un agresor sexual, cometiendo varias violaciones en un número indeterminado, hasta que fue detenido e identificado como el célebre "violador de la moto". Fue condenado a 27 años de prisión, de los que cumplió solo ocho. Usando su poder de persuasión obtuvo el perdón de todas las mujeres que había violado menos el de una a la que no pudo engañar. No logró librarse de la cárcel, pero consiguió reducir su condena significativamente. A raíz de esa condena, su sorprendida esposa, le abandona y se lleva al único hijo de la pareja. Entonces él se buscó como compañera a una mujer disminuida mental. Sigue con una vida conyugal claramente poco satisfactoria durante la que lleva a cabo una doble vida: se esfuerza de ser un marido modelo mientras es un violador al acecho.
José Antonio, joven, bien parecido, de maneras amables y gran seductor, es un hombre moreno de mirada penetrante, nariz aguileña y boca muy marcada. Además, se le suele caracterizar por un rasgo: su rostro de buena persona. Pero pese a su aspecto inofensivo, fue inculpado de al menos 16 asesinatos de ancianas, a las que previamente había violado.
A pesar de eso, durante un año (de abril de 1987 a abril de 1988), y sin la más absoluta impunidad, asesinó a dieciséis ancianas, aunque no se descarta algún otro crimen no denunciado.