Por ejemplo, sigamos con el ejemplo de las letras que ha puesto SH, para que veáis hasta qué punto la mujer es un ser amorfo, reactivo, retroactivo y holístico:
Cuando una mujer dice A, no sabe si está diciendo A, B o C hasta que el interlocutor responde (reactividad) de una manera determinada, lo que le permite a la fémina hacerse una idea global (pensamiento holístico) de lo que ella quería decir en función de cómo se conjugan -de manera indiscernible para la fémina- las palabras de ella con la respuesta del interlocutor, formando un totum revolutum dialéctico donde el todo es más que la suma de las partes y donde lo que importa es la calidad del vínculo afectivo resultante del intercambio y no lo que quiso decir originalmente ella. De hecho, a la mujer lo que menos le importa es qué quiso decir originalmente, sino qué beneficios afectivos obtiene tras el intercambio de palabras, de manera que si tiene que aplicar el conocido principio "donde dije digo, digo Diego", lo aplica y santas pascuas.
Del mismo modo, si ella te pregunta C, no decidirá si quería que le contestases D, E o F hasta oír tu respuesta. Si la respuesta le gusta o no dependerá de intangibles como tu lenguaje corporal, tu forma de sonreír o de mirar, el tono de tu voz, el rango que tienes en la sociedad, tu poder adquisitivo, tu patrimonio, etc. Puede que tú le respondas D y que ella considere que la respuesta es una mierda porque lo has dicho estando despeinado o con unos pantalones que te quedan mal o porque ayer su amiga le contó que su novio la lleva de viaje a tal sitio y tú nunca la "sacas" a pasear. Pero ojo, puede que otro macho de más alto rango le responda D igual que tú y que a ella le parezca la respuesta idónea y que piense "Ains, qué bien me sabe dar la réplica". Esto es porque el pensamiento de la mujer es holístico; son incapaces de discernir las partes que componen el todo. "Si Fulanito está bueno y tiene coche y piso, que me llame puta es genial, me gusta que me den caña". "Si Fulanito es feo y no tiene donde caerse muerto, que me llame puta es imperdonable, es un cerdo y no tengo que aguantar ese trato de ningún hombre". Claro, aquí no cabe la posibilidad de valorar el acto de llamarla puta en términos absolutos y fuera de su contexto. Todo depende. Depende de quién sea el macho. "Depende", la palabra favorita de toda mujer, porque claro, un ser amorfo, reactivo, con sexualidad retroactiva, que se forma una idea del mundo y de si misma a toro pasado, en función de lo que ha pasado y no de lo que ella quiere que pase (ella no sabe ni lo que quiere que pase), pues es normal que tenga una concepción del mundo tan tremendamente relativista.
En definitiva, que es el error de siempre en este foro: atribuirle a las mujeres actitudes masculinas. Una mujer no dice A con una finalidad concreta y esperando una respuesta concreta como hacemos los varones, sino que habla sólo por hablar y para afianzar el vínculo. La respuesta que le deis es lo de menos. Lo que importa es la idea holística que tiene de vosotros. Si es buena, todo lo que digáis será divertido e ingenioso. Si es mala, todo lo que digáis será grosero e inoportuno.