Mi pareja y yo compramos una segunda residencia en una zona de puta madre, Costa Brava, casi tocando Francia, un pueblo idilico rodeado de montañas y en primera línea de playa. La idea era pasar allí algunas semanas al año, algunos veranos, y el resto del año alquilarlo. La otra idea era arreglarlo, y en 3 o 4 años venderlo sacándole un beneficio. Todo muy idílico y muy fácil... mis cojones.
Intentando resumir, era un pueblo muy chulo al que íbamos a menudo a comer y a pasar el día a pesar de estar lejos de nuestra residencia en Villa-EmptyWords. Era una oportunidad, era el apartamento de una vieja y una vez muerta, los hijos se querían matar y les corría prisa por vender, y ahí que nos metimos. En el piso había mierda como para cubrir la Cañada Real. Tirar trastos, pintura... en fin, la de Dios. La cocina era una puta mierda, el horno era el padre del
@monstruo del horno. Pero eso si, la zona cojonuda. Lo arreglamos como pudimos, pinturas, muebles nuevos, lámparas nuevas, sillones nuevos (todo de la mierda del IKEA); por 1000 euros tenía el apartamento listo y como nuevo, excepto la cocina y los lavabos. Serían 90 metros de apartamento y terraza, a 20 metros de la playa. Un pueblo pequeño, pocas casas, y muy bien cotizadas, el negocio pintaba de puta madre.
Le dije a Empta Worda que yo me haría cargo del tema, que ella se dedicara a cuidar de la Emptita Wordita que acababa de nacer, de las comidas (de polla y de las otras), de la compra, de la limpeza, etc..., así rollo igualitario y justo. Ya, qué podía salir mal.
Bueno, pongo el apartamento en una de esas páginas de alquiler, con fotos y tal. Ojo, en los meses de verano, lo alquilábamos a 1200 euros la semana, y nos llovían ofertas de Holanda, Bélgica, Francia... la de Dios, yo estaba viendo billeteh por todos lados y todo en negro. El tema de alquileres no estaba tan controlado como ahora.
Lo alquilaba por semanas, y en dos meses, contando la semana que ibamos nosotros, ya tenía todas las semanas de junio a septiembre ocupadas. Fácil y rápido, iba allí, daba las llaves, recogia la pasta, y para casa (hora y media de camino). Anécdotas... tengo mil y ninguna buena.
Todos los que lo alquilaban eran extranjeros, y la mayoría más guarros que su puta madre. El apartamento era viejo, pero estaba muy cuqui, lo único jodido era la cocina que se veía hecha una mierda y el horno. Bueno, paso a relatar algunas anécdotas:
- Franceses, quedan conmigo un domingo a las 6 de la tarde para darles las llaves. Yo allí esperando, porque al día siguiente tengo que trabajar, lo dejo impecable. Como todos los que alquilaban eran extranjeros, les dejaba una botella de vino de 2 euros y un poco de chorizo del mercadona y se ponían como motos, pensando que allí les había dejado un Vega Sicilia y un surtido de ibéricos, que coño iban a saber ellos. Bueno, pues quedo con ellos a las 18 horas, y se presentan a las 00:00 con una borrachera de la puta hostia dándome abrazos y baliando rollo flamenco. Ji ji jaja hijos de puta. Me pagan la pasta y para casa. A las 13;30 llegué a casa hasta los cojones de todo.
- Franceses, la verdad, eran la gente más agradecida y amable. Les dejo todo y al cabo de dos días me llaman a la 1 de la madrugada, que su hija se ha quedado encerrada en el lavabo que si puedo ir para abrirle. Y una polla, les dije que probaran algo, que el pomo había que moverlo así o asá, que lo intentaran. Pero que no pensaba ir de Barcelona a Gerona para abrir una puta puerta. Al final no sé que mierda metieron por el pomo que la puerta se abrió. Cuando se fueron cambié el pomo.
- Belgas, me llaman al cabo de 3 días, que no tienen toallas, que les lleve limpias... yo revolviéndome de asco y rabia. Les dije que las toallas que había eran las que había, que pusieran la puta lavadora si querían limpiarlas. Que era un apartamento, no un puto hotel, no es difícil de entender. Esto también me pasó con sábanas, y hasta uno que me llamó para que llevara jabón para el cuerpo.
- Holandeses, estos si que me liaron bien, pero bien liada. Llegan, familia con dos hijos. Dejo el apartamento impecable y les recibo con mi mejor sonrisa diciéndoles como va el termo, donde están las toallas, y sacándoles al balcón para que vieran las vistas idilicas, mientras les ofrecía el vino matarratas y el chorizo de cantimpalo ibérico. En esto que se dispersan mientras el padre me distrae, y algo raro noté. En esto que la madre empieza a gritar. La hija por otro lado tambien, cada una en una punta del apartamento, rollo gruñidos de orco en su puto idioma. Me llevan al lavabo y había una meada. La meada la habían hecho ellos, yo lo había dejado perfecto ya que soy un maniático. Luego la hija que había basura en la habitación, también mentira. Me di cuenta de que la querían liar de alguna manera. Les digo que qué coño pasa y me empieza a gritar la mujer, la hija, y luego el marido rodeándome y el niño sentado que se levanta y me lo quedo mirando que va a la cocina y me fijo en el truco, ya que llevaba una bolsa en la mano, supongo que con basura o polvo para esparcirlo. Luego sale el niño diciendo que en la cocina hay basura por el suelo. En fin, un depropósito. Tenía varias opciones y ninguna era salir sin pegarme con esta gente. Llamo a mi pareja y le explico el percal, ella es más cerebral y coherente que yo. Me dice que los largue de allí, que son unos hijos de puta y que tenga cuidado. Al final les pregunto que qué quieren, cuál es el motivo y el objetivo de todo esto. Me dicen que me pagan la mitad. Me empiezo a reir e incluso a insultarles, pero ellos ahí esperando, eran gitanos holandeses. Aquello ya era un juego de estretégia. Si los echaba no cobraba nada, pero tampoco podía dejar que se salieran con la suya. Les rebajé 200 euros y me largué con una rabia de la hostia, con ganas de matar al padre, follarme a la hija y correrme en la cara de la madre, luego al niño mearle en los ojos antes de hundirle las cuencas, lo normal vamos. Me dejaron el apartamente hecho una puta mierda.
- Españoles, estos lo pillaron fuera de temporada, en febrero. Allí cuando hace viento, no hace viento, son huracanes chocando, la puta Tramontana es peor que una tormenta de yunques. Subo con ellos y zas... me encuentro la ventana de la terraza rota, una ventana de las grandes... joder, su puta madre. Se me quedan mirando como si yo fuera un mago. Llamo al seguro y me dicen que no podrán venir hasta el día siguiente... al final, les digo que les cobro la mitad y que se encarguen de lo de la ventana, aceptan y todo perfecto.
- Otros que el termo se ha roto.
- Otros que hace mucho viento.
- Otros que llego para hacer la limpieza y aún seguían allí, a dos horas que llegaran los otros. Y encima quejándose de que había entrado y había invadido su intimidad.
- LOL
Bueno, hay más, fueron 3 años y pocos alquileres había que fueran rodados, siepre habia problemas, siempre se rompía algo, siempre exigian algo... en la descripción del apartamento estaba todo muy claro, pues no. Un puto estres, la verdad. Me tomé aquello como un segundo trabajo, pero era demasiada mierda. Si tienes 4 apartamentos puedes vivir de ello y dedicarle tiempo, pero no era mi caso. Al final lo pusimos a la venta, y en pocos meses lo vendimos. Sacamos algo de beneficio, y con ese beneficio reformamos nuestro piso entero y nos compramos un coche, así que no estuvo mal.
Lecciones aprendidas: segundas residencias son una mierda absoluta. Ser arrendatario es un cúmulo de problemas y marrones.