La Mili, si o no...

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Y miles salieron con todos los carnets gratis, pudiendo dedicarse a ese trabajo. Otros miles salieron con el curso de telecomunicaciones que se daba al los que iban a centralita y se colocaron de un tirón en Telefonica. Otros miles ingresaban en la Guardia Civil directamente cuando se hacia la mili en ese cuerpo. Tambien fueron miles los que encontraron trabajo en Renfe despues de hacerla en ferroviarios. Circulacion, para maquinistas y factores, y zapadores para vias y obras.

Igual que los del centro de cria caballar, el titulo de buceador profesional otorgado por la Armada, instructor canino.... Que va, nadie aprendió nada y no le sirvió la mili de nada

No me jodas Curro, eso se llama FP.
 
Yo tengo un amigo (imaginario) que hizo la mili en San Fernando, Cádiz. En su tiempo la calle que iba para el cuartel era una amalgama de bares, sex-shop y otros locales de mala muerte. En cualquier bar podías subir tu colesterol por cuatro perras, ríete tú de burger kings y similares.

La cosa es que al pobre mozo, que tenía menos calle que @Cachondo Mental, lo embarcan en un buque a saber que no maniobras.... En el Ferrol la PM lo tuvo que meter en un tren rumbo a Cádiz, porque no se tenía en pié del mareo que le dió. Ni médicos en el barco ni pollas, el maromo no paraba de vomitar con el movimiento del barco. Desde entonces lo bautizamos como "El tigre de San Fernando" en honor al gran Alfredo Landa.
 
El 1% de los que hicieron la mili aprendieron "algo" relacionado con matar gente con armas...

Aprendes algo más importante, aprendes a querer matar...
Y sí, yo aprendía limpiar, desmontar y disparar un fusil.

Por otra parte, esa es la mili que te vendieron. ¿Como le venden los dueños del dinero la conveniencia de erradicar el servicio militsr a la chusmaagiliprograda? Primero desnaturalizan el servicio militar, lo corrompen, lo hacen ver detestabke, fomentan antivalores pseudopacifistas...despues la chusma pide a gritos que le cercenen sus derechos.



Y miles salieron con todos los carnets gratis, pudiendo dedicarse a ese trabajo...l

Yo, por ejemplo. Tambien aprendí a limpiar piscinas(depuradora, químicos, limpiadondos etc.)

La mili es beneficiosa por la misma razón que los futbolistas que juegan en el extranjero son más competitivos. Y por otras más.
 
El mio padre salió de la mili con todos los carnets y cuando digo todos digo todos. Era para verlo con una Virago (una moto tipo Harley) de 750 de un colega conduciendo... No le sacaba los pistones de los cilindros porque esas motos son duras de cojones, pero no he visto a nadie apurar las marchas mas en mi vida.
 
En mi caso tuve que hacer un par de prórrogas porque estaba estudiando, y era más apremiante continuar con mi vida académica que interrumpirla para ser instruido en los valores castrenses, y eso que a mi la vida militar y los valores que ésta representa siempre me habían interesado mucho. Al final, cuando terminé de estudiar, ya hacía un tiempo que habían abolido la mili, unos cuantos años, y la verdad es que me hubiese gustado hacerla.

Mi padre, que es un cabronazo inútil, siempre me recriminó que no había hecho la mili y no estaba tan curtido en el trabajo duro como él, que era poco menos que un mierdo. Y en parte debo darle la razón, somos una puta generación de blandengues en general, aunque en su caso salió mongolo de la mili y ya sexagenario sigue siendo un pedazo de subnormal. Pero bueno, esa es otra historia que ya relaté en su día.
 
Como dice @BAILARE SOBRE TU TUMBA la mili fue desnaturalizada a partir de los 90 y lo que cuenta @curro jimenez a partir del año 95 paso a ser ciencia ficción tornandose bajo excusa de subir la operatividad de unidades ( la frase lapidaria de esa epoca fue ''esto es defensa no educación'') en un ente que no aportaba una mierda a quien la hacia, eso unido a la facilidad de coger una PSS mas comoda y la desidia por parte del sistema de igualar a todos (por ejemplo los hijos de gente adinerada se alquilaban pisos ante la facilidad de hacerse pernocta creando una especie de clase alta entre los pelochos. Pues la mayor cantidad de cuernos caian por el servicio de cuartel). Todos estos factores condujeron a el odio de la gente hacia el ejercito en general y la mili en particular.
 
Estoy seguro de que el hecho de perder un año de sus vidas haciendo recados a oficiales raramente sobrios no tuvo ninguna influencia en lo que la gente pensara o dejase de pensar sobre el servicio militar.
 
Mira que yo estuve en una compañía de enchufados en la mili, de hecho yo fui enchufado a ella. Pero eso de pasear a la mujer del oficial si que es raro. Se hacía, por supuesto, pero uno de cada 100 reclutas era al que le tocaba. Poco más.
 
Mi mili:

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A mi por edad no me correspondió hacerla, pero no me hubiera importado. Siempre he dicho yo que he nacido en una época equivocada; no me siento identificado con los valores de ésta sociedad ni los acepto.
 
Me escaqueé de la mili. Por muchas veces que viera El Sargento de Hierro o Starship Troopers, sabía que no se aproximaba a esa idea épica y patriótica ni de lejos. Todas las referencias que me llegaron, hablaban de escaqueos, drogas, depresiones, puteos de mandos a los soldados novatos, de veteranos a novatos (las famosas novatadas, la mayoría de muy mal gusto). Se parecía más a un post-reformatorio que a otra cosa. Naturalmente, yo no estaba dispuesto a vivir aquella experiencia y fui pidiendo prórrogas y todas las excusas posibles para evitarlo. Finalmente la cancelaron junto a la Prestación Social Sustitutoria y no me tuve que preocupar más.

A posteriori, si hubiera sabido lo que se ahora y con una mentalidad más sólida y clara , quizá me hubiera presentado voluntario a algún destino que me ofreciese alguna ventaja técnica para el futuro (carnets de conducción, conocimientos en primeros auxilios, mecánica, informática...). Aún así, era una lotería y yo no me consideraba especialmente afortunado como para confiar en la divina providencia.

No se como sería en otros países de Europa en aquella época. Pero en España, siempre nos persigue el puto sambenito del clasismo, la pereza y la inquina. Si lo había en el instituto, cómo me van a hablar de camaradería en el ejército. Venga ya, hombre. Si el mayor triunfo de la mili era no hacerla o que te enviasen a algún puesto privilegiado a tocarte la huevada. Ahí está el problema, que tenemos grabado a fuego que lo de currar es para pringaos, sea en el colegio, en el ejército o en la comunidad de vecinos. Tiene cojones que en las colonias de verano se aprendiese más acerca del trabajo en equipo, la camaradería y el bien común.
 
Un trasnochado y erróneo sentido del honor que me impide pedir determinados favores me convirtió casi en el único individuo de mi quinta en hacer la mili. Muchos de los demás se libraron por la mediación de un influyente político de mi lugar natal, por entonces en la Comisión de Defensa del Senado. Ya con la plaza de MIR en la mano, no me atreví con una prestación social que quizás no fuese compatible y me obligase a repetir el examen.

Me negué a hacerla de alférez de milicias (eran tres meses más), y aunque la condición de médico del cuartel me proporcionó una vida cómoda al acabar la instrucción, la sensación de tiempo perdido aún me duele hoy.

Un oficial médico de mi promoción me ascendió a cabo y me echo alguna manillo con la superioridad. Otro me hizo sentir un par de veces la diferencia de rango y que ya no éramos colegas de estudiantina. Perdí un amigo que libro por causas médicas por cachondearse de mi a las puertas del cuartel mientras iba a una fiesta de su hospital.

Aprendí a familiarizarme con las armas de fuego. En todas las prácticas de tiro era obligatorio un médico, así que dispare Cetmes (2 modelos), ametralladoras ligeras y pesadas, pistolas, revólveres y lanzapepinos C-90. Me junte con drogotas, alcoholicos, puteros (entonces aún no lo era), asociales, matones, proxenetas y traficantes. Recete antigripales, di mis primeros puntos en el cráneo de un compañero al que le cayó una diana encima. Coincidi con dos mujeres, psicólogas alférez, estiradas y bordes, que jamás me dieron un adarme de simpatía que, en mi bisoñez, quizás esperaba por nuestra común categoria universitaria. Un día me despertaron de madrugada con la peor y más dura noticia de mi vida. Tres dias después tuve que partir de maniobras al puto desierto de Los Monegros con el ánimo roto y la moral por los suelos.

Hice un par de amigos, tuve buen trato con los mandos y comi bastante bien. Un teniente degradado, epítome de la hijoputez, me denegó el sacarme el carnet de conducir para al menos usar el tiempo en algo útil para el futuro. Al final, casi lo único de valor de esos 9 meses fue la navaja multiusos que me lleve a casa.

Ese aburrimiento embrutecedor y desmotivante no se lo deseo a nadie. Ni siquiera a las mujeres.
 
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En mi caso tuve que hacer un par de prórrogas porque estaba estudiando, y era más apremiante continuar con mi vida académica que interrumpirla para ser instruido en los valores castrenses, y eso que a mi la vida militar y los valores que ésta representa siempre me habían interesado mucho. Al final, cuando terminé de estudiar, ya hacía un tiempo que habían abolido la mili, unos cuantos años, y la verdad es que me hubiese gustado hacerla.

Mi padre, que es un cabronazo inútil, siempre me recriminó que no había hecho la mili y no estaba tan curtido en el trabajo duro como él, que era poco menos que un mierdo. Y en parte debo darle la razón, somos una puta generación de blandengues en general...

El mio la hizo enchufado donde vivía, luego me recriminó que no usara sus contactos para enchufarme ahí en vez de irme a otra ciudad. No se burla de mi, el que se burla soy yo cuando se pone a contar batallitas, que le digo que el no hizo la mili, que fue a un campamento de boy scouts.

Por cierto que el único que no tenía enchufe entre los conductores que nos sacamos los carnés era yo. A mi ya me habían mandado para albañil, pero fui a hablar con el pater, me inventé una historia de acoso de veteranos y me cambió de cuartel, cuando se enteró el teniente hijo de puta que me puteaba y me tuvo toda la instrucción arrestado y que queria ponerme de albañil en ese cuartel, que era el peor de todos, montó en cólera, me llamó a su despacho y me exigió que reconociese las caras de mis acosadores en foto y me acusó de mentiroso etc etc. Allá quedó bramando el hijo de mil putas.


Al final, casi lo único de valor de esos 9 meses fue la navaja multiusos que me lleve a casa..

Vaya mierda de navaja, cuando la quise usar estaba toda oxidada, tuve que comprarme otra. Todo era material de cuarta.

Lo más cotizado era el chaleco verde guateado estilo cazador que cuando yo llegué los veteranos nos lo exigian a cambio de su taquilla grande, era costumbre que se lo fueran dando los novatos que llegaban a los que se iban, algun listo se lo llevaría en su día. Yo como fui el último pringui en entrar me tocó la peor taquilla, toda destartalada. Hasta que llegó un capitan nuevo y la vió y dijo que eso era una mierda, que la cambiasen por una nueva. Así fuí el único novato con taquilla como la de los veteranos, pero nueva. Luego cuando me pidieron el chaleco los mandé a paseo. Alguno tuvo que pagarlo de su bolsillo, porque luego nosotros no tuvimos ocasión de pedirselo a nadie, que ya era época de reducir los 12 a 9 meses.


El mochuelo de la derecha, ¿a qué sí?
Ver el archivos adjunto 13427

Yo digo que es el que está en la fila de en medio, dos lugares mas hacia el centro del que tu dices, el de cara de que se está aguantando la diarrea y coge el fusil con dos manos como si fuera la verga de un caballo, el que lleva alianza
 
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Lo más importante que aprendí en la mili es que los gallegos no son humanos, como bien dicen ellos, son de un sitio distinto. También canté zarzuela con los mandos y el Cara al sol, robé alcohol y farinha dentro del cuartel, evité duelos a sable entre oficiales borrachuzos, evité que atropellaran por placer a una pobre limpiadora también dentro del patio del cuartel, llevé de putas a los mandos, a comer pantagruélicamente, comí lechazo con una zeta en una mano, acojoné gitanos que saltaban la tapia para follar, serví como intérprete de inglés con un gordo faldero escocés porque allí ni Dios sabía - ni yo casi - hice de monaguillo, recolecté caracoles... y la única vez que me tiré al suelo fue para enchufar un ordenador. Fascinante, en 9 meses.

¿Implicación? La mínima posible.
¿Repetiría? Mejor que la prestación era.
¿Fuma? No.
 
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