Putero Perdio
Asiduo
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campus34 rebuznó:...la parte que recubre las tetas, también llenas de pelos.
¿El sujetador?
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campus34 rebuznó:...la parte que recubre las tetas, también llenas de pelos.
jimbo0_0 rebuznó:Hay una que se podia hacer trenzas en los tres sobacos y un día me canse, fui a por una hoja de afeitar y le hice un trabajo de artesania fino. Al cero. Me han dicho que ha vuelto a las andadas.
Son de mar rebuznó:jimbo0_0 rebuznó:Hay una que se podia hacer trenzas en los tres sobacos y un día me canse, fui a por una hoja de afeitar y le hice un trabajo de artesania fino. Al cero. Me han dicho que ha vuelto a las andadas.
Joder, hasta qué punto llega el fetichismo de alguno. Mujeres con 3 sobacos y que se te ponga dura. Lo que aprende uno leyendo el foro.
Diacepam rebuznó:Una consulta a los expertos de la real academia, todo el mundo escribe aureola, pero,, no es areola???
Putero Perdio rebuznó:Diacepam rebuznó:Una consulta a los expertos de la real academia, todo el mundo escribe aureola, pero,, no es areola???
Están aquí, los expertos de la Real Academia:
https://www.rae.es/
Pero paorrarte trabajo, que valen las dos.
Salu2
Mr. Fister rebuznó:Junto a la experiencia en la "Twilght Zone" que he vivido hoy con "tía y sobrina" (comentada en los post de maduras) recuerdo que fue la segunda vez que me fui de putas, hace más de 20 años. Un piso cutre como pocos en la Plaça Joanic (BCN). La chica decía tener 20 "añitos" (serían bisiestos…). Cuando llego veo que la chica con la que hablé es una telefonista y que está de muerte, tipo morenaza andaluza. Pero no, la chica en cuestión era una anoréxica teñida de bote.
Me pasa a la habitación y le pregunto si no nos duchamos. Me pregunta si vengo duchado de casa y le digo que sí. Ella me dice que se acaba de duchar… Como no tenía experiencia, no rechisté.
La chica (es una de las pocas de las que ni recuerdo el nombre artístico) aparentaba vestida unos 16 ó 17 años, pero cuando se despelotó aluciné. El pecho, diminuto y caído a más no poder y una pelambrera que más que púbica era pública. Y se la vi antes de que se bajara las bragas, porque las chollas le salían por cada lado de las braguitas.
Le dije que si se lo podía arreglar y me dijo: "niñato, que te crees que 2 mil pelas me lo voy a cortar?" Total que cuando me bajo para el coño (bendita curiosidad adolescente) y se lo abro… ¡sale un chorrito de semen! La tía se da cuenta y coje la que iba a ser mi toalla y se seca, diciéndome: "ven, que te la voy a mamar". Abre la boca y tenía los dientes fatal, medio roídos y cuando le miro los brazos los tenía con las marcas típicas de la aguja.
Salí lo más rápido que pude y reconozco que aquella lección me tuvo alejado de los lupanares mucho tiempo. Hasta mi siguiente cumpleaños…
Mr. Fister rebuznó:Follé con un/a Trans sin saber que era un/a Trans, hasta que empecé a intuirlo y lo corroboré, Dios mío..., pero tiré millas, como un jabato,me dije: siempre tiene que haber una primera vez para todo.
Efectivamente, siempre hay una primera vez para todo… si queremos!
A mí me pasó algo similar…
Salimos de una guardia y fuimos a comer un@s cuant@s compañer@s de promoción de carrera (medicina); estábamos haciendo distintas residencias en el mismo hospital y apenas nos veíamos, los que teníamos especialidades distintas. Ese día también se apuntaron una residente murciana, un dominicano (que el cabrón arrasaba con doctoras, enfermeras y hasta pacientes y del que empezamos a echar pestes de toda clase para amargarle la existencia… perdona, Wilson, pero yo fui el "celeblo") y –cosa rara– varias enfermeras, la mayoría en practicas, o sea... muy jovencitas. Es curioso como desde primer curso de carrera ya se cultiva la discriminación entre medicos y enfermeras…
Fuimos a cenar cerca del hospital (Casanova/Provença) y enseguida hicomos los dos grupitos: médicos y enfermeras. Una de las enfermeras era un bombón, de 19 añitos, morenita y súper simpática. Como la cena discurría entre PX (pacientes) y TX (tratamientos) decidí mover mis glúteos hasta la zona de enfermeras. La enfermerita se llama digamos que Sara (Karla, jamas revelaré tu verdadero nombre!) y era venezolana.
Al ser viernes noche, librábamos hasta el lunes por la mañana, así que podíamos hacer desmadre y ya habíamos pactado que si alguien sufría un infarto en el restaurante nadie se levantaría si preguntaban si había algún médico en la sala!
El vino corría a raudales y entre el poco aguante que tengo y una Scoopy con tendencias suicidas, decidí no tomar más que un par de copas de vino blanco. Sara le entró al Blanc Pescador, diciendo: "qué rico, está muy fresquito y no es fuerte como el vino tinto".
La velada siguió hasta bien entrada la madrugada en el Born, donde había llevado a Sara en mi Scoopy kamikaze. Por suerte, esa noche la Scoopy se portó medio bien, no nos tiró al suelo y sólo se murió dos veces.
Discretamente nos separamos del grupo y acabamos en el Miramelindo, donde nos tomamos algunos cócteles de cava y me explicó que llevaba 6 años en Barcelona y que hasta sabía hablar catalán, pero "le daba corte", porque lo hablaba con un acento muy caribeño… Y uno, que es curioso por naturaleza, le pidió seguir la conversación en la lengua de Espriu. "Ay, doctor… cómo es".
Tras muchos cócteles de cava conseguimos vencer la barrera que hay entre médicos y enfermeras y nos pusimos a hablar de sexo, de las cosas que más nos gustaban y de fantasías. Una de sus fantasías era estar con una travesti, pero que fuera muy femenina. Sara me dijo que no era bisexual, pero que le daba mucho morbo imaginarse con una chica con pene.
En una época en la qu eno había casi internet, nos fue muy muy difícil realizar su fantasía. Ella quería que yo me animase, pero una educación excesivamente heterosexual me hacía pensar en una situación demasiado incómoda para disfrutarla. Eso sí, quería mirar!
Tras visitar los localñes de travestis más anunciados en los diarios de Barcelona, casi nos dábamos por vencidos cuando llegamos a uno situado en la calle Ecuador. Ninguna de las travestis eran muy femeninas, pero una brasileña nos dijo que tenía una hamija que encajaba con lo que buscábamos. La hamija trabajaba en un pasaje de la calle Marina, (creo recordar) entre Aragón y Valencia, pero sólo estaba por las mañanas.
Debo decir que esta búsqueda nos llevó unas precisas semanas en las que sarita y yo nos la pasamos de maravilla, aprendiendo muchas cosas juntos.
La travesti brasileña sólo nos dio la dirección, porque no tenía el teléfono a mano, así que un sábado Sarita y yo nos acercamos (no sin un lavado de cerebro por parte de ella para que yo interactuase con las dos, llegado el momento) hasta el pisito. Nos abrió una mujer brasileña y cuando preguntamos si podíamos entrar los dos, nos dijo que pagando el doble, no había problema. Debo reconocer que yo estaba taquicárdico perdido (hablo en serio) y entrando en una crisis de ansiedad…
Nos hicieron esperar en una salita, mientras dos chicas bastante jóvenes (maximo 20 años) miraban la tele. La travesti que entró era una muñequita!!! De repente me planteé mi heterosexualidad, porque me moría de ganas de besarla. Era mucho más guapa que Sara (y Sara es preciosa), especialmente porque su piel era morena y tenía los ojos claros. Medía menos de 1.70 y pesaría máximo 50 kilos. Sara era una chica de poco más de 1.50 y 40 kilitos. Yo casi hago 1.80.
Hablaba bastante bien el español y se alegró de tener una pareja, supongo que en parte por el precio. Lógicamente le dijimos que sí a la madame y nos fuimos los tres a una habitación pequeña, pero que tenía una cama (bastante alta) de 1.50 de ancho.
Empezaron ellas dos, besándose y chupándose los senos. Sara tenía el pecho pequeño, pero cuando la travesti se quitó el top que llevaba vi unos senos casi adolescentes, un Tanner 3 (si hay algún médico leyendo sabrá de qué hablo). Los pezones eran púberes 100% y pensé que eran por las hormonas. Una de las cosas que mas me habían repugnado ver en los locales de travestis eran los pechos extremadamente siliconados…
Llevaban un buen rato besándose y de no ser porque me puse entre las dos y empecé a besarlas, ni cuenta se dan de que estaba allí. Estaba tan sumamente cachondo por verlas besarse (como cambia al ver a una persona que conoces en un trío de cuando son dos desconocidas) que ya me daba igual perder mi virginidad posterior y mis prejuicios heterosexuales.
Nunca he sido un fan de las mamadas, pero verlas besarse mientras me daban lenguetazos a lo largo de todo el pene hizo que mi fe en las mamadas creciera en mi conciencia…
Y llegó el momento decisivo! Ya había llegado el momento de quedarnos los tres desnudos. Sara fue la primera y la travesti empezó a comérsela con tantas ganas que no pude mas que "calzarme" un preservativo (siempre llevo los míos y es algo que recomiendo) y olvidar mis prejuicios. Pensé que la naturaleza se equivoca, porque aquel era un cuerpo 100% femenino. ¡Y así era! ¡Era una chica! Eso si, la chica con el clítoris mas híper trófico (ultra desarrollado) que he visto nunca.
Sara estaba en el cielo y yo al principio me corté un poco; me sentia medio estafado, pero sé que gracias a esa "estafa" hoy no tengo ni traumas, ni dudas existenciales sobre mi heterosexualidad. Se que tengo una mentalidad cerrada, mediocre, pueblerina y pequeño burguesa… pero lo admito.
Cuando le Sara quiso dar sexo oral a "la travesti" se quedó helada. Me miró con los ojos como platos y esbozó una sonrisa como solo ella puede dibujar. No tardó mucho en hacer el primer cunniligus de su vida (eso dice ella, pero yo jamás la he creído) y yo poco más en correrme, porque aquella visión era una mezcla de deseo, pasión y ternura que excedía mi capacidad de aguante. Esa mañana de sábado maldije mi condición de hombre mono-orgásmico…
Para finalizar ellas se acostaron boca arriba en la cama, mientras yo les estimulaba el punto G y ellas se besaban.
Sara jamás pudo cumplir su fantasía con la travesti, pero descubrió su bisexualidad de mi mano y yo a una persona que a día de hoy (ella está casada y con una bebé de pocos meses) es de las mejores hamijas que tengo. Además, compartimos un montón de secretos y nos sentimos cómplices.
pd: sé que si lo lees, me odiarás aún más, pero si no lo digo, reviento…
¡MÉDICOS SIN FRONTERAS..... Y ENFERMERAS SIN BRAGAS!
good_fontaine rebuznó:empecé a sospechar, y es que elsusodicho/a rascaba, no mucho pero rascaba, rascaba como aquellas tias/abuelas de 95 años que llevan rasurandose bigote y aledaños desde los 15, pues rascaba de esa manera.
specialk rebuznó:carrer de la cera en bcn. un piso cure de cojones. unas lumis de espanto. yo era primerizo y buscaba barato, encontre aquello. En una de las visias la mami me dice que hay una chica nueva quee s encantadora. Si que lo era si... yo entonces pesaba 60 kg (y aun los peso) y ella unos 130!!!! Me comio la polla con condon aunque esos dientes amarillos me hicieron decirle que no me gustaba que me la comieran (mentira!!!!!) me folla ella encima!!!! yo imaginate, casi roto por la mitad con esos kilos que me doblaban mi peso cabalgando. Supongo que cuando vio que me ponia yo de color lila por falta de respiracion o algo asi, me dijo que A4, y yo lo intente pero por mucho valor, buscar un coño entre anta carne.... al final le dije que se masturbara y o hice lo mismo mirandola (pero en mi mente otras imagenes) y me corri. Nunca mas!!!!
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