Novato de mierdaLa sífilis y la gonorrea se disparan por la práctica de sexo oral sin preservativo
La hepatitis C multiplicará por cuatro la necesidad de trasplantes en los próximos diez años
F. APEZTEGUÍA./DV. BILBAO
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Las enfermedades de transmisión sexual están en auge. Las campañas para la prevención del sida contribuyeron hasta mediados de los noventa a la contención de infecciones como la sífilis y la gonorrea, que se creían prácticamente desaparecidas. Las consultas médicas han puesto de manifiesto desde entonces lo que las estadísticas oficiales todavía no han acabado de reconocer. Las conductas de riesgo en las relaciones sexuales, entre las que destaca la práctica de sexo oral sin protección, no han hecho más que crecer y los contagios se han multiplicado. La tendencia no es exclusiva de España, sino que afecta a todo Europa.
Las primeras señales del despertar de las infecciones sexuales comenzaron a darse entre varones de más de 30 años, generalmente homosexuales y muchos de ellos, al menos la mitad, infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana. Los homosexuales han bajado la guardia. Prácticas de riesgo como la penetración anal sin preservativo, relaciones esporádicas y contactos buco-genitales con eyaculación han aumentado entre la comunidad gay, según revelan numerosos estudios. Los trabajos científicos se centran en los hábitos y costumbres de los homosexuales, pero los especialistas saben que también entre los heterosexuales se han disparado las prácticas de riesgo, entre otros motivos, por la creencia errónea de que la terapia antirretroviral permite superar la infección por VIH.
La actividad diaria de las consultas médicas revela que los pacientes, al margen de su opción sexual, sólo usan el preservativo para practicar el coito. El sexo oral, en cambio, se hace casi siempre sin protección. Salvo que se tenga una pareja estable, en la que se confíe y esté sana, «el preservativo debe utilizarse siempre, por hombres y mujeres, no sólo por el riesgo de contraer el VIH, sino por el conjunto de enfermedades de transmisión sexual», destaca López de Munain.
La hepatitis C
Más de medio millón de españoles viven con hepatitis C y no lo saben, según se puso ayer de manifiesto en el congreso de enfermedades infecciosas y microbiología que se celebra en Bilbao. La enfermedad, que afecta a unos 800.000 personas, multiplicará por cuatro la necesidad de trasplantes en los próximos diez años.
Los especialistas Ramón Planas, del hospital Germans Trias i Pujol; y Ramón Cisterna, del hospital de Basurto, explicaron ayer en rueda de prensa que las estimaciones apuntan a que entre un 1% y un 4% de los afectados corre el riesgo de desarrollar un cáncer hepático, mientras que 10.000 o 20.000 pacientes tendrán que ser atendidos en la próxima década por una descompensación de cirrosis. La hepatitis C sólo se transmite a través de la sangre, por lo que el uso compartido de jeringuillas se ha convertido en una de su principales vías de contagio, aunque no la única. El material utilizado para piercings y tatuajes, y la transmisión madre a hijo en el embarazo también han contribuido a elevar la cifra de afectados. El tratamiento combinado con dos fármacos, interferón y ribavirina, durante seis meses permite superar la enfermedad en el 55% de los casos. El porcentaje baja al 40% en afectados por VIH.
in: https://www.diariovasco.com/pg040519/prensa/noticias/AlDia/200405/19/DVA-ALD-224.html
La hepatitis C multiplicará por cuatro la necesidad de trasplantes en los próximos diez años
F. APEZTEGUÍA./DV. BILBAO
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Las enfermedades de transmisión sexual están en auge. Las campañas para la prevención del sida contribuyeron hasta mediados de los noventa a la contención de infecciones como la sífilis y la gonorrea, que se creían prácticamente desaparecidas. Las consultas médicas han puesto de manifiesto desde entonces lo que las estadísticas oficiales todavía no han acabado de reconocer. Las conductas de riesgo en las relaciones sexuales, entre las que destaca la práctica de sexo oral sin protección, no han hecho más que crecer y los contagios se han multiplicado. La tendencia no es exclusiva de España, sino que afecta a todo Europa.
Las primeras señales del despertar de las infecciones sexuales comenzaron a darse entre varones de más de 30 años, generalmente homosexuales y muchos de ellos, al menos la mitad, infectados por el virus de la inmunodeficiencia humana. Los homosexuales han bajado la guardia. Prácticas de riesgo como la penetración anal sin preservativo, relaciones esporádicas y contactos buco-genitales con eyaculación han aumentado entre la comunidad gay, según revelan numerosos estudios. Los trabajos científicos se centran en los hábitos y costumbres de los homosexuales, pero los especialistas saben que también entre los heterosexuales se han disparado las prácticas de riesgo, entre otros motivos, por la creencia errónea de que la terapia antirretroviral permite superar la infección por VIH.
La actividad diaria de las consultas médicas revela que los pacientes, al margen de su opción sexual, sólo usan el preservativo para practicar el coito. El sexo oral, en cambio, se hace casi siempre sin protección. Salvo que se tenga una pareja estable, en la que se confíe y esté sana, «el preservativo debe utilizarse siempre, por hombres y mujeres, no sólo por el riesgo de contraer el VIH, sino por el conjunto de enfermedades de transmisión sexual», destaca López de Munain.
La hepatitis C
Más de medio millón de españoles viven con hepatitis C y no lo saben, según se puso ayer de manifiesto en el congreso de enfermedades infecciosas y microbiología que se celebra en Bilbao. La enfermedad, que afecta a unos 800.000 personas, multiplicará por cuatro la necesidad de trasplantes en los próximos diez años.
Los especialistas Ramón Planas, del hospital Germans Trias i Pujol; y Ramón Cisterna, del hospital de Basurto, explicaron ayer en rueda de prensa que las estimaciones apuntan a que entre un 1% y un 4% de los afectados corre el riesgo de desarrollar un cáncer hepático, mientras que 10.000 o 20.000 pacientes tendrán que ser atendidos en la próxima década por una descompensación de cirrosis. La hepatitis C sólo se transmite a través de la sangre, por lo que el uso compartido de jeringuillas se ha convertido en una de su principales vías de contagio, aunque no la única. El material utilizado para piercings y tatuajes, y la transmisión madre a hijo en el embarazo también han contribuido a elevar la cifra de afectados. El tratamiento combinado con dos fármacos, interferón y ribavirina, durante seis meses permite superar la enfermedad en el 55% de los casos. El porcentaje baja al 40% en afectados por VIH.
in: https://www.diariovasco.com/pg040519/prensa/noticias/AlDia/200405/19/DVA-ALD-224.html
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