Dos bebés muertos en la comuna
Un bebé de poco más de un mes llegó ayer sin vida al centro de salud de Órgiva. Los padres del pequeño lo llevaron al ambulatorio, pero los médicos no pudieron hacer nada, ya que ingresó cadáver.
El menor presentaba síntomas de abandono, aunque no de violencia, y pertenecía a la comuna hippie que desde el pasado 17 de marzo está asentada en la localidad tras la celebración de la Fiesta del Dragón.
El alcalde de Órgiva, Adolfo Martín Padial, que cuestiona la legalidad del asentamiento y ha denunciado en varias ocasiones la insalubridad de la zona, mantiene que miembros de la comunidad hippie de la localidad alpujarreña han rechazado con anterioridad ayuda médica para sus hijos ofrecida por los servicios municipales.
A la muerte de este bebé precedió, la noche del sábado pasado, la de otro menor de año y medio y de su madre durante el incendio declarado en la furgoneta que ocupaban y que estaba estacionada en las cercanías del asentamiento hippie 'El Beneficio'.
En el suceso también murió su madre, de 40 años, y otra mujer, de 28 años.
Según la Guardia Civil, encargada de investigar los hechos, en principio, la única relación existente entre estos dos sucesos es que ambos se han producido en el mismo paraje, donde existe un asentamiento hippie permanente, que ocupa un valle situado entre Órgiva y Cáñar.