Los Malotes, esos grandísimos hijos de puta

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Almodovariano. Sórdido. Como la peli esa de De Niro en la que les chapan el culo a unos zagalillos.
Me espero a la siguiente entrega.
 
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Claro, pero es porque eras un mediocre entonces, igual que lo eres ahora en el foro. No destacas en nada, por eso eras y serás invisible; por tu mediocridad.

Algunos si destacamos, siempre lo hicimos. Es nuestro carácter, no podemos evitar ser distintos. Yo antes era el mejor en el recreo, ahora soy una basura, pero una basura que destaca entre todas las basuras.

Qué bien escribes coño. Se me ha jodido el plan de esta noche así que te invito a cenar a un Italiano.

En cuanto a los malotes. Es evidente que enmascaran su inseguridad bajo varias capas de violencia. Pero entonces era imposible saberlo.

Y las mujeres nunca lo sabrán, por eso gustan de esa escoria que luego les pega y tal
 
Como hipnotizado, seguí por aquellos pasillos poblados de murales y fotografías de don Juan Carlos y doña Sofia a mis verdugos. En el servicio nos quedamos los tres haciendo tiempo mientras todo el griterío terminaba de disiparse camino del patio, hasta que el lider me empujó hacia el retrete con un lacónico "vamos, mariquita". Poco podía imaginar yo que aquella situación se repetiría infinidad de veces en mi vida.

Sentado en la taza del váter, mis ojos recorrían las clandestinas inscripciones fálicas de la puerta blanca mientras aquello dos sátiros desabrochaban sus pantalones.
— Venga— arengó el gordo con susurros apresurados.

Estaban tan nerviosos como yo, aunque en mi interior se desenvolvia en ese momento una batalla entre el asco y el morbo. La sardinilla se bamboleaba al ritmo de las nerviosas manecillas del gordinflas, mientras la cría de chulopiscinas se carcajeaba enfocandome a través de sus entornados ojos.

Mi mano temblorosa acertó a atrapar aquel gusano de carne tibia mientras oía los murmullos del otro ("Date prisa, que me toca"); este cogió mi mano izquierda y la llevó a su polla. Comencé a manejarlas arriba y abajo, y entonces el obeso, con los ojos desorbitados por el ansia, empujó mi cabeza mientras me decía que tenía que chupar. Como a mi el que me ponía era el otro, me deshice de la oferta del seboso y dirigí mi boca a la fruta del guaperas.

En ese momento, se acercaron unas pisadas y el tiempo pareció suspenderse debajo del hueco de la puerta.

Continuará...
 
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:lol::lol: only in putalocura.


Pero a ver que me estas contando, unos niños de 7 años mariconeando, para que coño van a querer que un homo les haga una paja Soy un bujarra, qué le voy a hacer?

Que no digo que estos que estés contando sea mentira y te lo estas inventando mientras te haces una paja. Pero es que no me cuadra esta historia, no seras hembra no?
 
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Y las mujeres nunca lo sabrán, por eso gustan de esa escoria que luego les pega y tal

No creo que ese tipo de mujeres se vayan a por los malotes sencillamente para que él las pegue, simplemente que a ellas las origina excitación su aspecto (anchos de hombros, cabezas rapadas, tatuajes, forma de ser algo brusca, vestimenta de estilo rap, etc) porque los ven más varoniles.

Es la moda de ahora pues cada época histórica tiene sus prototipos. Por ejemplo, en los años 40 y principios de los 50 aquí era Jorge Negrete el mojabragas. Durante su viaje por España tenía a miles de mujeres histéricas y hasta llegó a comentar "si aquí en este país es que no había hombres porque todas suspiraban por él"...Y creo que uno se mosqueó por tal comentario al considerarlo ofensivo hacia el "macho hispánico" y le retó a un duelo.

Y no olvidemos a Adolf Hitler. En su época era el prototipo de macho. Hoy en día...no creo que ligase mucho en discotecas o reuniones de gente.
 
Me gusta como la maricona del bedel intenta generar rechazo, enfermo mental y victimista, como todos los de su género, se sienten víctimas del mundo y bestias desvalidas, pero bueno, si le gusta chupar penes de niños que se haga rabino.

¿Lo de rabino viene de chupar penes chiquititos?... por lo de rabo digo.
 
No.sé si los enfermos mentales sois vsotros o tenéis muchas carencias de comprensión lectora. A mi ni me van los niños ni suelo ir de víctima. Este hilo es para contar nuestras historias vividas con malotes, o quejarnos de abusos perpetrados por ellos. En lo que me pasó no hay victimismo, solo recuerdos intensos de un niño con otras niños, que marcaron mi vida para bien o para mal. Fui a un colegio público de barrio de gente trabajadora, donde lo mismo te encontrabas hijos de profesores que quinquilleros llegados del poblado chabolista, acostumbrados a vivir.en la degradacion moral desde bien pequeños. En fin, no sé para qué predico en el desierto...:face:

Usuariodeputalocura y otros insustanciales, contad vuestras mierdas de infancia, que.a.buen seguro habrá mugre que rascar a manos de algún malote.
 
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Pero sigue contando. Me interesan las sensaciones, esas que se graban a fuego en el hipocampo. Yo por ejemplo tengo grabado el sabor a orina de mi primera polla. Y la sensación de tener en la boca otra lengua, la textura de una polla es algo extraña, porque es blanda y suave y con la misma consistencia que la lengua.
Además, recuerdo que me la tragaba hasta la campanilla, hasta que me dijeron que no, que chupase sólo la punta. El ansia de la juventud, el frenesí, junto a la inexperiencia.
 
No, si lo más normal entre niños de 7 años es decirle a otro que se vaya al servicio a chuparles el pito que si no, no le devuelven los cromos de Arconada y López Ufarte. Y luego gilipollas diciendo que no hay que colgar a todos los maricones de las farolas. Me cago en su puta madre.
 
No te me mosques Bedel pero es que esto es verdad.

No, si lo más normal entre niños de 7 años es decirle a otro que se vaya al servicio a chuparles el pito que si no, no le devuelven los cromos de Arconada y López Ufarte

Es que la historia es rara de cojones, aún así están bien, yo me estoy jartando di riiir. Respect.
Continue plox.

De mi infancia no hay tantas cosas destacables si me acuerdo de algo lo cuento, no había grandes malotes, quizá debido a la gran cantidad de piedras que había por la zona, granjearte gran cantidad de enemigos podía ocasionar que te llevaras una pedrada por la espalda.
Recuerdo llevarme varias brechas en la cabeza, en una ocasión una pequeña herida en la cabeza ocasionó que tiñera mi parte de arriba del chandal de algodon ochentero de rojo, sin llorar ni nada y callado como era yo, me fueron a curar, y cuando llegó mi hermano que era varios cursos mayor que yo, la profesora de guardia en ese momento en el patio de la que mi hermano era alumno le decía riendo, el pobre es que se ha quedao blanco del susto, en verdad es que si no hablaba era por que yo nunca hablaba, si estaba blanco era porque yo siempre he sido color iniesta, y lo que en verdad era raro es que un niño de 6 o 7 años no se pusiera a llorar por estar sangrando por la cabeza como un gorrino.

ALguna cabeza también abrí yo sin querer, tire un piedra plana que rebotó en el suelo y dio en to la nunca al hijo de una profesora, la madre estuvo buscando al culpable, no tenian muy claro que hubiera sido yo, así que decidí escaparme durante todo el recreo al colegio de al lado, que daba patio con patio, como fugitivo, los de ese colegio me miraban con mala cara, como si hubiera cruzado la frontera con México, intentando buscar alguna cara conocida del barrio, era la única forma de sobrevivir en patio ajeno.

Casi toda mi infancia de loser, ha estado determinada por la localización del colegio, con una torre de alta tensión en mitad del patio, donde los niños se subían, el director se limitaba a dar instrucciones con un megáfono desde una ventana con rejas, para que las criaturitas se bajaran.
Una via del tren a diferente nivel donde los niños de ciertos barrios tenian que atravesar para no tener que dar un rodeo entero, a veces nos íbamos a la vía del tren a poner monedas, un campo de entrenamiento militar, a veces usado por la gitanería para quemar basura, y una puerta que daba a la carretera cuyos barrotes tenían la suficiente separación para que cuando un balón se salía del patio los mayores mandaran a lo mas pequeños que cabían por los barrotes a pasar a la carretera a coger el balón.

Y con todo esto no recuerdo ninguna muerte ni accidente de consideración, algún ko por culpa de una porteria sin anclar, en un campo de futbito de gravilla, como todos en nuestra época, aquel materíal destroza rodillas y calzado.
 
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Mi mano temblorosa acertó a atrapar aquel gusano de carne tibia mientras oía los murmullos del otro ("Date prisa, que me toca"); este cogió mi mano izquierda y la llevó a su polla. Comencé a manejarlas arriba y abajo, y entonces el obeso, con los ojos desorbitados por el ansia, empujó mi cabeza mientras me decía que tenía que chupar. Como a mi el que me ponía era el otro, me deshice de la oferta del seboso y dirigí mi boca a la fruta del guaperas.

En ese momento, se acercaron unas pisadas y el tiempo pareció suspenderse debajo del hueco de la puerta..
Creo que las pisadas se alejaron y todo siguió su curso inexorable. El guapo me animaba a.que me la metiera en la boca, y entonces me vino la imagen de los pirulies que vendian en las ferias, provocantes con su fulgor rojo de joya, y que mi padre nunca quería comprarme.

Saboreé su prepucio con curiosidad pero también.con algo de asco y sobre todo la.conciencia de estar haciendo algo sucio, algo "muy feo", como denominaba doña Pura a la costumbre de levantar faldas.

Precisamente eso era lo que me excitaba de los macarras: gateaban por debajo de las mesas y metian mano a las chicas. Había una que se indignaba, pero bien que entreabria las piernas para recibir su dosis de fugaz masaje. Yo me imaginaba ser ellos y tocarlas, pero también ser una chica, con vestidito, y abrirme de piernas a la inspección de aquellos chulos de barrio. Por eso, al notar su glande adentrándose en mi boca, prevaleció la curiosidad al asco por el sabor a pis o a pecado mortal.

Pero en ese momento unos golpes en la puerta interrumpieron nuestro solaz divertimento, y una voz muy familiar resonó en la estancia:

— ¿Qué hacéis? ¡Abrid la puerta¡—.

Continuará...
 
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Continuará...

Si ya sabemos cómo continúa:

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Yo distinguiría entre dos clases principales de MALOTES:

A)el pervertido, es decir, aquel que abusando de su autoridad y fuerza, comete un acto de violación sesuá contra uno (puede ser incluso como broma pesada).
b)el hijo-puta, es decir, aquel que gracias a su atractivo es capaz de quitarte o robarte esa chica que a tí te gustaba.

Que yo recuerde, mi triste experiencia resultó ser con el del tipo b), allá por el año 1982 recién terminé el COU.
 
Yo distinguiría entre dos clases principales de MALOTES:

A)el pervertido, es decir, aquel que abusando de su autoridad y fuerza, comete un acto de violación sesuá contra uno (puede ser incluso como broma pesada).
b)el hijo-puta, es decir, aquel que gracias a su atractivo es capaz de quitarte o robarte esa chica que a tí te gustaba.

Que yo recuerde, mi triste experiencia resultó ser con el del tipo b), allá por el año 1982 recién terminé el COU.

El dolor.
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Creo que las pisadas se alejaron y todo siguió su curso inexorable. El guapo me animaba a.que me la metiera en la boca, y entonces me vino la imagen de los pirulies que vendian en las ferias, provocantes con su fulgor rojo de joya, y que mi padre nunca quería comprarme.

Saboreé su prepucio con curiosidad pero también.con algo de asco y sobre todo la.conciencia de estar haciendo algo sucio, algo "muy feo", como denominaba doña Pura a la costumbre de levantar faldas.

Precisamente eso era lo que me excitaba de los macarras: gateaban por debajo de las mesas y metian mano a las chicas. Había una que se indignaba, pero bien que entreabria las piernas para recibir su dosis de fugaz masaje. Yo me imaginaba ser ellos y tocarlas, pero también ser una chica, con vestidito, y abrirme de piernas a la inspección de aquellos chulos de barrio. Por eso, al notar su glande adentrándose en mi boca, prevaleció la curiosidad al asco por el sabor a pis o a pecado mortal.

Pero en ese momento unos golpes en la puerta interrumpieron nuestro solaz divertimento, y una voz muy familiar resonó en la estancia:

— ¿Qué hacéis? ¡Abrid la puerta¡—.

Continuará...
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I amb un tassó de vi...
 
Uno de los más hermosos poemas sobre el terrible designio humano de la crueldad, sembrado ya desde los primeros años:

Ni Memoria Ni Olvido

Yo quise olvidar, estoy seguro. Incluso
aceleré tanto los caballos lujosos de mi vida
que pude haber llegado más allá del olvido.

Pero si hay arte en olvidar, cuando el recuerdo
vuelve, no como nostalgia sino cual boca viva,
también ha de haber arte en no sucumbir
a esa trepidación de odio, tristeza y futuro
que es el recuerdo no deseado, aquel garfio
que resultó, a la postre, más potente que la fantasía.

Quise olvidar. Quise tapar al niño negro que fui,
a esas tardes tan tristes, a los días violentos,
al extraño odio de unos camaradas de piedra...
Quise habitar un palacio de olvido. Y no pude.
 
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En Los Maristas a veces pasan "cosas raras". A mí esa clase de colegios nunca me gustaron, incluso simplemente oir esa palabra ya me daba algo de repelús...

¿Ahí son todos del Opus Dei o casi?.
 
¿El amigo Bedel es un gein declarado del foro? Si no es así, que sepáis que sus está trolleando el villano. Bueno, y aunque sea gei, os trollea fijo. Yo no me creo nada.
 
¿El amigo Bedel es un gein declarado del foro? Si no es así, que sepáis que sus está trolleando el villano. Bueno, y aunque sea gei, os trollea fijo. Yo no me creo nada.

Es guei seguro. A los mariquitas les pone mucho las fantasías de sometimiento.
Ahora, esa historia que cuenta no sucedió nunca, pero mientras escribe se hace sus pajillas.
Es como nosotros, los normales, cuando preguntamos a alguna amiga-conocida-proyecto de polvo sobre como folla. Es imposible escuchar el relato sin tocárse el pito
 
Yo todavía estoy esperando un relato de algún ex-alumno de un colegio Marista.


Pues yo fui a los Maristas. Primero a un colegio de monjas, hasta octavo, donde no sufrí ningún mal rato, ni recuerdo nada con especial amargura, críticas a ser zurda y que no me dejaron tocar la guitarra y me tocó elegir flauta obligada porque decía la monja que Atahualpa Yupandi ya había uno :lol:

Luego fui a los Maristas, pero debe ser que como en el país vasco no se folla, pues que no noté nada.
Sí había una malota en mi clase de bup, ahora vuelvo y lo cuento.
 
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