¿A qué se debe tanta inquina?
¿Y te has preguntado por qué te gustan tanto los platos que preparan y y te sirven esos maricones con esas manos por las que han corrido litros de semen de diversas procedencias? Déjate de risis y di que te pones palote cada vez que degustas esos callos mientras tus ojos golosos persiguen el apretado culillo del camarero por todo el local.
No te preocupes, conmigo no tienes que disimular. No es la primera vez que le peto el culo a un meapilas o un niñato nanzi como tú, y es que sé lo que necesitas. Los nenes de papá o catetos pobretones con pulserita de España sois los que con más ahínco solicitáis que hundamos nuestros cirios pascuales en vuestros virginales culos. Al engullir morcilla granadina, eleváis los ojos a vuestro señor Jesucristo, que, dicho sea de paso, compartió mesa y lecho durante años con fornidos hombres.
Puedes mandarme MP cuando quieras, que seré tan discreto como lo he sido con otros aquí.