naxo
Muerto por dentro+
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Leyendo el hilo de las taradas echaba de menos experiencias e historias sobre aquellas taradas con hijos, así que me dispuse a escribir sobre ello.
Y cuando estaba escribiendo mi post, caí en la cuenta que podría dar para todo un hilo, así que a ello me he puesto contando parte de lo experimentado en mis propias carnes.
Suelen ser mujeres que están separadas o divorciadas, pero que en el momento previo a asumir que su relación es un absoluto fracaso, decidieron dar una nueva oportunidad al amor engendrando una criatura o dos, niños que sufrirán por la distancia existente entre sus progenitores, ambos con salarios mileuristas y empleos de baja cualificación, y cuyo sufrimiento se verá compensado con un amor y comprensión desmedidos, rozando la perversión.
Ya conté mi experiencia con una de ellas, pero la repetiré nuevamente, que hay muchos nuevos y se perdió en la noche de los tiempos.
De mis primeras experiencias con Badú en Málaga, ella se llamaba M y tenía una edad cercana a los 40 (cercana pero sobrepasándolos, claro). Hablamos, tonteamos, guarreamos y decidimos quedar, aprovechando que una noche los hijos estarían con el padre. El plan no podía ser mejor.
Llegó a su casa, besos, un aperitivo, ella cocinando...todo genial, tan genial que decide darme la noticia, y es que sus hijos están en casa, su marido no ha podido llevárselos, pero "no te preocupes, Naxo, están dormidos y tienen un sueño muy profundo".
Entiendo que no hay problema, así que cenamos algo delicioso preparado por ella y hacemos manitas en el sofá. Las manitas dan pié a otras cosas y opta por llevarme a su dormitorio, donde estaremos más cómodos. Allí puedo desplegar mis conocimientos en las artes amatorias y tras un par de minutos de desenfreno, dejo que sea ella la que lleve la voz cantante en el asunto, para terminar entre estertores y sudor concentrado.
Y así, relajados, abrazaditos, con la luz apagada, me confiesa algo, una costumbre que sus hijos tienen, y es que todos los días, a las 5 de la mañana (en punto), sus angelitos de apenas 6 años se despiertan, salen de sus camitas y tocan en la puerta de mamá para dormir con ella..."no te asustes si tocan a la puerta a esa hora, buapo".
Claro, cómo voy a asustarme, están en su casa y yo soy el extraño, así que cierro los ojos y me duermo no tan profundamente como hubiera querido, porque a las 5 en punto de la mañana, "toc, toc", tocan a la puerta y yo me despierto. Son los niños, ahí están, puntuales, pero no pasa nada, ahora ella los volverá a acostar dándoles un beso en la frente.
¿O quizás no?
¡Porque me parece escuchar que ella habla con ellos! Sí, les dice algo...me parece escuchar "Shhhh, entrad, pero no hagáis ruido, no vayáis a despertar al amigo de mamá, que os enteráis!"
En ese momento, siento que salgo de mi cuerpo y me miro, y me veo desde lo alto de mi dormitorio, así
Yo estoy en la cama, en el lado izquierdo, totalmente en pelotas bajo las sábanas y ella, tan desnuda como yo y a mi lado, ha acostado a sus hijos (niño y niña) en el lado derecho de la cama. Noto como suben, el colchón se mueve y ella les regaña un par de veces..."O dejas tranquila a tu hermana o vuelves a tu cama!".
Y así, sin saber muy bien cómo, me duermo, o creo quedarme dormido hasta que los niños se han levantado e ido a desayunar, y yo puedo volver a vestirme, bajar y decirle a M que me marcho ya.
Ella me pregunta si me han despertado sus hijos, a lo que respondo que no. Me sonríe y me dice que su ex viene a recoger a sus hijos, que si quiero me acerca a mi casa. Yo me descojono por dentro y le digo que podría ser un poco violento meterme con su ex en el coche, teniendo en cuenta que acabo de follar con la madre de sus hijos. Dos besos y hasta otra.
Y cuando estaba escribiendo mi post, caí en la cuenta que podría dar para todo un hilo, así que a ello me he puesto contando parte de lo experimentado en mis propias carnes.
Suelen ser mujeres que están separadas o divorciadas, pero que en el momento previo a asumir que su relación es un absoluto fracaso, decidieron dar una nueva oportunidad al amor engendrando una criatura o dos, niños que sufrirán por la distancia existente entre sus progenitores, ambos con salarios mileuristas y empleos de baja cualificación, y cuyo sufrimiento se verá compensado con un amor y comprensión desmedidos, rozando la perversión.
Ya conté mi experiencia con una de ellas, pero la repetiré nuevamente, que hay muchos nuevos y se perdió en la noche de los tiempos.
De mis primeras experiencias con Badú en Málaga, ella se llamaba M y tenía una edad cercana a los 40 (cercana pero sobrepasándolos, claro). Hablamos, tonteamos, guarreamos y decidimos quedar, aprovechando que una noche los hijos estarían con el padre. El plan no podía ser mejor.
Llegó a su casa, besos, un aperitivo, ella cocinando...todo genial, tan genial que decide darme la noticia, y es que sus hijos están en casa, su marido no ha podido llevárselos, pero "no te preocupes, Naxo, están dormidos y tienen un sueño muy profundo".
Entiendo que no hay problema, así que cenamos algo delicioso preparado por ella y hacemos manitas en el sofá. Las manitas dan pié a otras cosas y opta por llevarme a su dormitorio, donde estaremos más cómodos. Allí puedo desplegar mis conocimientos en las artes amatorias y tras un par de minutos de desenfreno, dejo que sea ella la que lleve la voz cantante en el asunto, para terminar entre estertores y sudor concentrado.
Y así, relajados, abrazaditos, con la luz apagada, me confiesa algo, una costumbre que sus hijos tienen, y es que todos los días, a las 5 de la mañana (en punto), sus angelitos de apenas 6 años se despiertan, salen de sus camitas y tocan en la puerta de mamá para dormir con ella..."no te asustes si tocan a la puerta a esa hora, buapo".
Claro, cómo voy a asustarme, están en su casa y yo soy el extraño, así que cierro los ojos y me duermo no tan profundamente como hubiera querido, porque a las 5 en punto de la mañana, "toc, toc", tocan a la puerta y yo me despierto. Son los niños, ahí están, puntuales, pero no pasa nada, ahora ella los volverá a acostar dándoles un beso en la frente.
¿O quizás no?
¡Porque me parece escuchar que ella habla con ellos! Sí, les dice algo...me parece escuchar "Shhhh, entrad, pero no hagáis ruido, no vayáis a despertar al amigo de mamá, que os enteráis!"
En ese momento, siento que salgo de mi cuerpo y me miro, y me veo desde lo alto de mi dormitorio, así
Yo estoy en la cama, en el lado izquierdo, totalmente en pelotas bajo las sábanas y ella, tan desnuda como yo y a mi lado, ha acostado a sus hijos (niño y niña) en el lado derecho de la cama. Noto como suben, el colchón se mueve y ella les regaña un par de veces..."O dejas tranquila a tu hermana o vuelves a tu cama!".
Y así, sin saber muy bien cómo, me duermo, o creo quedarme dormido hasta que los niños se han levantado e ido a desayunar, y yo puedo volver a vestirme, bajar y decirle a M que me marcho ya.
Ella me pregunta si me han despertado sus hijos, a lo que respondo que no. Me sonríe y me dice que su ex viene a recoger a sus hijos, que si quiero me acerca a mi casa. Yo me descojono por dentro y le digo que podría ser un poco violento meterme con su ex en el coche, teniendo en cuenta que acabo de follar con la madre de sus hijos. Dos besos y hasta otra.