ME HE FOLLAO UNA MORSA BIPEDA

norteño

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28 Ago 2011
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Que no os engañen. Los 40 no son los nuevos 30. A los 40 vas cuesta abajo y sin frenos. Anoche me encamé con una mujer gruesa y oronda. La conocí en Tinder hará 3 o 4 días. Uno ya tiene kilometraje en estos berenjenales y vertederos emocionales, por lo que sus fotos aéreas eran un aviso de que estaba pasada de peso.

La conversación desde el primer momento la enfoqué al sexo. Era gracioso como lo esquivaba y me soltaba el discurso que estaba cansada de follar con tios de Tinder. Creo que estos manatís tienen más fácil follar que una tia normal o guapa y es que son mujeres que solo las queremos para follar. A poder ser en la primera cita y fuera. Antes de que se me echen encima las feminazis, decir que almenos follan y son deseadas durante 20 minutos. Porque, ahora, imagina a un gordo de 140kg decir la frase "Estoy cansado de follarme a tias de Tinder". El chiste se cuenta solo.

Quedamos y bueno. La vi desde lejos y recé a Dios, sin ser religioso, que no fuera esa chica. Os juro que era más ancha que alta. Cogí la taza de café y las manos me temblaban más que la gelatina. Cuando levantó la mano y me sonrío supe que era ella. No lo creeréis pero tenía más grasa en los dedos que una sartén de un bar de barrio. Se sentó, pidió un café con leche y empezó a contarme su vida; madre soltera y luchadora, el típico discurso que aburre más que el el Barça tocando balón en campo contrario. Todo lo que dije de mi, era mentira. No se, supongo que no tenía ganas de conocerla, sabía que sería una mujer de paso y le conté mentiras a más no poder. Que era Policía Nacional, que había viajado por todo el mundo cuando no he pasado de Despeñaperros, que había hecho de misionero en África.

Cuando me preguntó qué buscaba en Tinder le dije que únicamente sexo. Que me había separado hacía nada y que no estaba preparado para nada más. Imaginé que me diría que era majo pero que no buscaba eso pero.... voilà! Me dijo que ya no hacía esas cosas, que ahora lo ponía mucho más difícil, bla bla bla... pero que haría una excepción.

Fuimos a mi casa. A las 16 horas. Con todo el solano pegando de frente. Ese sol cabrón que le hacía sudar toda la cara, especialmente el bigote. Tenía pelo en la barbilla, pero pelos gruesos y negros tizón. Pero eso era lo de menos. Me dijo que le hiciera un masaje para romper el hielo y cuando la tenía de espaldas y varada en la cama pensé que estaba haciendo con mi vida. Ya no había marcha atrás. Mientras la masajeaba, ella empezó a tocarme el rabo con la mano muerta. Yo fui bajando las manos con el masaje hasta que llegué al coño (intentando evitar el culo) y, bueno, empecé a manosear eso. Nunca vi nada tan grande, mejor dicho, nunca sentí porque no quería ver eso. Era extremadamente grande, ya no me refiero a la vagina que también, sino todo en conjunto. Húmedo como Vigo en febrero.

¿Tienes condones? me dijo. Saqué una y mientras ella seguía varada de espaldas y con la cabeza desplomada en la almohada se la enchufé. Gimiendo parecía un cochino en un charco de mierda, pero cosas de la vida, la fricción fue buena y en menos de dos minutos tuve ganas de correrme y no me contuve. ¡Ehhhh que yo no he terminado! me dijo mientras se giraba con la cara sudada y el pelo pegado a la cara. Pretendió que le comiera el chocho, pero mi vino un hedor tan grande que no fui capaz le llame a un taxi para que se fuera y me puse a llorar.

En fin, tiempos pasados siempre fueron mejores.
 
Que no os engañen. Los 40 no son los nuevos 30. A los 40 vas cuesta abajo y sin frenos. Anoche me encamé con una mujer gruesa y oronda. La conocí en Tinder hará 3 o 4 días. Uno ya tiene kilometraje en estos berenjenales y vertederos emocionales, por lo que sus fotos aéreas eran un aviso de que estaba pasada de peso.

La conversación desde el primer momento la enfoqué al sexo. Era gracioso como lo esquivaba y me soltaba el discurso que estaba cansada de follar con tios de Tinder. Creo que estos manatís tienen más fácil follar que una tia normal o guapa y es que son mujeres que solo las queremos para follar. A poder ser en la primera cita y fuera. Antes de que se me echen encima las feminazis, decir que almenos follan y son deseadas durante 20 minutos. Porque, ahora, imagina a un gordo de 140kg decir la frase "Estoy cansado de follarme a tias de Tinder". El chiste se cuenta solo.

Quedamos y bueno. La vi desde lejos y recé a Dios, sin ser religioso, que no fuera esa chica. Os juro que era más ancha que alta. Cogí la taza de café y las manos me temblaban más que la gelatina. Cuando levantó la mano y me sonrío supe que era ella. No lo creeréis pero tenía más grasa en los dedos que una sartén de un bar de barrio. Se sentó, pidió un café con leche y empezó a contarme su vida; madre soltera y luchadora, el típico discurso que aburre más que el el Barça tocando balón en campo contrario. Todo lo que dije de mi, era mentira. No se, supongo que no tenía ganas de conocerla, sabía que sería una mujer de paso y le conté mentiras a más no poder. Que era Policía Nacional, que había viajado por todo el mundo cuando no he pasado de Despeñaperros, que había hecho de misionero en África.

Cuando me preguntó qué buscaba en Tinder le dije que únicamente sexo. Que me había separado hacía nada y que no estaba preparado para nada más. Imaginé que me diría que era majo pero que no buscaba eso pero.... voilà! Me dijo que ya no hacía esas cosas, que ahora lo ponía mucho más difícil, bla bla bla... pero que haría una excepción.

Fuimos a mi casa. A las 16 horas. Con todo el solano pegando de frente. Ese sol cabrón que le hacía sudar toda la cara, especialmente el bigote. Tenía pelo en la barbilla, pero pelos gruesos y negros tizón. Pero eso era lo de menos. Me dijo que le hiciera un masaje para romper el hielo y cuando la tenía de espaldas y varada en la cama pensé que estaba haciendo con mi vida. Ya no había marcha atrás. Mientras la masajeaba, ella empezó a tocarme el rabo con la mano muerta. Yo fui bajando las manos con el masaje hasta que llegué al coño (intentando evitar el culo) y, bueno, empecé a manosear eso. Nunca vi nada tan grande, mejor dicho, nunca sentí porque no quería ver eso. Era extremadamente grande, ya no me refiero a la vagina que también, sino todo en conjunto. Húmedo como Vigo en febrero.

¿Tienes condones? me dijo. Saqué una y mientras ella seguía varada de espaldas y con la cabeza desplomada en la almohada se la enchufé. Gimiendo parecía un cochino en un charco de mierda, pero cosas de la vida, la fricción fue buena y en menos de dos minutos tuve ganas de correrme y no me contuve. ¡Ehhhh que yo no he terminado! me dijo mientras se giraba con la cara sudada y el pelo pegado a la cara. Pretendió que le comiera el chocho, pero mi vino un hedor tan grande que no fui capaz le llame a un taxi para que se fuera y me puse a llorar.

En fin, tiempos pasados siempre fueron mejores.
Yo hace ya unos años que decidí que para comer algo que me pueda sentar mal, prefiero quedarme con hambre.
 
El típico discurso que aburre más que el el Barça tocando balón en campo contrario.

giphy.gif
 
Pretendió que le comiera el chocho, pero mi vino un hedor tan grande que no fui capaz

Pues te has perdido un manjar. Si se lo chupas se le va quitando el hedor, es igual que el mal aliento mañanero que se quita dando unos buenos morreos; pues el hedor del chocho igual, aguantas las primeras bocanadas, le echas bien de saliva y te vas comiendo el hedor a medida que se lo vas chupando y lamiendo.. Al rato, al igual que en la boca, el coño desprenderá un olor más fresco y dulce, se le habrá ido la peste y se habrá convertido en un olor y sabor humano agradable y apetitoso de comer. Recuerda que hay que ensalivarlo bien. Y si son morreos igual, mucha saliva, mucha lengua, mucho abrir y cerrar la boca...
 
Yo estuve en tu misma situación hamijo, pero tuve los cojones de decirle NO es NO.
 
Pues te has perdido un manjar. Si se lo chupas se le va quitando el hedor, es igual que el mal aliento mañanero que se quita dando unos buenos morreos; pues el hedor del chocho igual, aguantas las primeras bocanadas, le echas bien de saliva y te vas comiendo el hedor a medida que se lo vas chupando y lamiendo.. Al rato, al igual que en la boca, el coño desprenderá un olor más fresco y dulce, se le habrá ido la peste y se habrá convertido en un olor y sabor humano agradable y apetitoso de comer. Recuerda que hay que ensalivarlo bien. Y si son morreos igual, mucha saliva, mucha lengua, mucho abrir y cerrar la boca...

Casi me vomito leyendo su modus operandi, enhorabuena.
 
Última edición:
Este forero probablemente entre en la categoría de foreros de un solo hilo. Entran con una historia más o menos rocambolesca de muchos liques y luego nunca más se supo. Como aquel del cáncer de huevos el maguila ese, el vividor no pagadoor o algo así que vivía con su padre, rusoloko que entró con un monográfico sobre costumbres rusas y creo que me dejo alguno. Ah sí @EljuegodeEnder que decía que era masón. Este último sí que lo he visto conectado alguna vez pero creo que no postea.
 
Que no os engañen. Los 40 no son los nuevos 30. A los 40 vas cuesta abajo y sin frenos. Anoche me encamé con una mujer gruesa y oronda. La conocí en Tinder hará 3 o 4 días. Uno ya tiene kilometraje en estos berenjenales y vertederos emocionales, por lo que sus fotos aéreas eran un aviso de que estaba pasada de peso.

La conversación desde el primer momento la enfoqué al sexo. Era gracioso como lo esquivaba y me soltaba el discurso que estaba cansada de follar con tios de Tinder. Creo que estos manatís tienen más fácil follar que una tia normal o guapa y es que son mujeres que solo las queremos para follar. A poder ser en la primera cita y fuera. Antes de que se me echen encima las feminazis, decir que almenos follan y son deseadas durante 20 minutos. Porque, ahora, imagina a un gordo de 140kg decir la frase "Estoy cansado de follarme a tias de Tinder". El chiste se cuenta solo.

Quedamos y bueno. La vi desde lejos y recé a Dios, sin ser religioso, que no fuera esa chica. Os juro que era más ancha que alta. Cogí la taza de café y las manos me temblaban más que la gelatina. Cuando levantó la mano y me sonrío supe que era ella. No lo creeréis pero tenía más grasa en los dedos que una sartén de un bar de barrio. Se sentó, pidió un café con leche y empezó a contarme su vida; madre soltera y luchadora, el típico discurso que aburre más que el el Barça tocando balón en campo contrario. Todo lo que dije de mi, era mentira. No se, supongo que no tenía ganas de conocerla, sabía que sería una mujer de paso y le conté mentiras a más no poder. Que era Policía Nacional, que había viajado por todo el mundo cuando no he pasado de Despeñaperros, que había hecho de misionero en África.

Cuando me preguntó qué buscaba en Tinder le dije que únicamente sexo. Que me había separado hacía nada y que no estaba preparado para nada más. Imaginé que me diría que era majo pero que no buscaba eso pero.... voilà! Me dijo que ya no hacía esas cosas, que ahora lo ponía mucho más difícil, bla bla bla... pero que haría una excepción.

Fuimos a mi casa. A las 16 horas. Con todo el solano pegando de frente. Ese sol cabrón que le hacía sudar toda la cara, especialmente el bigote. Tenía pelo en la barbilla, pero pelos gruesos y negros tizón. Pero eso era lo de menos. Me dijo que le hiciera un masaje para romper el hielo y cuando la tenía de espaldas y varada en la cama pensé que estaba haciendo con mi vida. Ya no había marcha atrás. Mientras la masajeaba, ella empezó a tocarme el rabo con la mano muerta. Yo fui bajando las manos con el masaje hasta que llegué al coño (intentando evitar el culo) y, bueno, empecé a manosear eso. Nunca vi nada tan grande, mejor dicho, nunca sentí porque no quería ver eso. Era extremadamente grande, ya no me refiero a la vagina que también, sino todo en conjunto. Húmedo como Vigo en febrero.

¿Tienes condones? me dijo. Saqué una y mientras ella seguía varada de espaldas y con la cabeza desplomada en la almohada se la enchufé. Gimiendo parecía un cochino en un charco de mierda, pero cosas de la vida, la fricción fue buena y en menos de dos minutos tuve ganas de correrme y no me contuve. ¡Ehhhh que yo no he terminado! me dijo mientras se giraba con la cara sudada y el pelo pegado a la cara. Pretendió que le comiera el chocho, pero mi vino un hedor tan grande que no fui capaz le llame a un taxi para que se fuera y me puse a llorar.

En fin, tiempos pasados siempre fueron mejores.
Enhorabuena por la hazaña. Tranquilo, creo que casi todos los tíos tenemos en nuestro haber algún cachalote. Para saber si alguna tía es una gordaca 101% seguro, siempre hay una serie de detalles que la delatan: si se hace fotos desde arriba enfocando las tetas ( "Desde arriba no hay barriga" dice el famoso refrán), si solo tiene fotos de la cara, si en las fotos se les ve el triceps más ancho de lo normal y si pone en su perfil que está "gordita" o "unos kilitos de más". Todo eso significa que es una ballena con casi toda seguridad.
Yo la última con la que quedé me engañó, porque las fotos que tenía eran del año catapum cuando estaba normal de cuerpo y cuando la vi aparecer me asusté. Era de esas que va pidiendo sinceridad también encarecidamente. Fuimos a merendar y se zampó un gofre con chocolate y nata con un café con leche comiendo a dos carrillos como un gorrino.
Pasado un rato, le escribí a mi hermano por el wasap para que me llamara fingiendo una falsa urgencia y le dije que me tenía que ir. Block y eliminar, of course.
 
Aquí la gente quejándose por follar....es increíble.
Como si pudieran elegir y todo.
Cuando Europa sea parte del Islam y sólo podáis follaros cabras, echareis de menos estas aventuras.
 
Que no os engañen. Los 40 no son los nuevos 30. A los 40 vas cuesta abajo y sin frenos. Anoche me encamé con una mujer gruesa y oronda. La conocí en Tinder hará 3 o 4 días. Uno ya tiene kilometraje en estos berenjenales y vertederos emocionales, por lo que sus fotos aéreas eran un aviso de que estaba pasada de peso.

La conversación desde el primer momento la enfoqué al sexo. Era gracioso como lo esquivaba y me soltaba el discurso que estaba cansada de follar con tios de Tinder. Creo que estos manatís tienen más fácil follar que una tia normal o guapa y es que son mujeres que solo las queremos para follar. A poder ser en la primera cita y fuera. Antes de que se me echen encima las feminazis, decir que almenos follan y son deseadas durante 20 minutos. Porque, ahora, imagina a un gordo de 140kg decir la frase "Estoy cansado de follarme a tias de Tinder". El chiste se cuenta solo.

Quedamos y bueno. La vi desde lejos y recé a Dios, sin ser religioso, que no fuera esa chica. Os juro que era más ancha que alta. Cogí la taza de café y las manos me temblaban más que la gelatina. Cuando levantó la mano y me sonrío supe que era ella. No lo creeréis pero tenía más grasa en los dedos que una sartén de un bar de barrio. Se sentó, pidió un café con leche y empezó a contarme su vida; madre soltera y luchadora, el típico discurso que aburre más que el el Barça tocando balón en campo contrario. Todo lo que dije de mi, era mentira. No se, supongo que no tenía ganas de conocerla, sabía que sería una mujer de paso y le conté mentiras a más no poder. Que era Policía Nacional, que había viajado por todo el mundo cuando no he pasado de Despeñaperros, que había hecho de misionero en África.

Cuando me preguntó qué buscaba en Tinder le dije que únicamente sexo. Que me había separado hacía nada y que no estaba preparado para nada más. Imaginé que me diría que era majo pero que no buscaba eso pero.... voilà! Me dijo que ya no hacía esas cosas, que ahora lo ponía mucho más difícil, bla bla bla... pero que haría una excepción.

Fuimos a mi casa. A las 16 horas. Con todo el solano pegando de frente. Ese sol cabrón que le hacía sudar toda la cara, especialmente el bigote. Tenía pelo en la barbilla, pero pelos gruesos y negros tizón. Pero eso era lo de menos. Me dijo que le hiciera un masaje para romper el hielo y cuando la tenía de espaldas y varada en la cama pensé que estaba haciendo con mi vida. Ya no había marcha atrás. Mientras la masajeaba, ella empezó a tocarme el rabo con la mano muerta. Yo fui bajando las manos con el masaje hasta que llegué al coño (intentando evitar el culo) y, bueno, empecé a manosear eso. Nunca vi nada tan grande, mejor dicho, nunca sentí porque no quería ver eso. Era extremadamente grande, ya no me refiero a la vagina que también, sino todo en conjunto. Húmedo como Vigo en febrero.

¿Tienes condones? me dijo. Saqué una y mientras ella seguía varada de espaldas y con la cabeza desplomada en la almohada se la enchufé. Gimiendo parecía un cochino en un charco de mierda, pero cosas de la vida, la fricción fue buena y en menos de dos minutos tuve ganas de correrme y no me contuve. ¡Ehhhh que yo no he terminado! me dijo mientras se giraba con la cara sudada y el pelo pegado a la cara. Pretendió que le comiera el chocho, pero mi vino un hedor tan grande que no fui capaz le llame a un taxi para que se fuera y me puse a llorar.

En fin, tiempos pasados siempre fueron mejores.

Media España nevada y temperaturas bajo cero y la otra media en alerta por nevadas en las proximas horas.

Por lo demás no te preocupes. Todos nos hemos follado una gorda en algún momento de nuestra vida, y hay gente que ha repetido. Algunas veces pasa porque estas de bajon, otras que el calenton te ha podido ya que llevas sin espurgarte lo mas grande, y otras directamente porquete suda la folla. Follarse una gorda es una aventura solo apta para los mas valientes. Esos chochos que chorrean como un una catarata.... Que cuando sacas los dedos despues de hacerle un dedo de un minuto los tienes de arrugados como si hubieses estado diez horas en el el agua. Esos pliegues de las tetas que no han visto la luz en años y si los mueves huelen como cuando limpias una cuadra. por no hablar de la logística. Una gorda es un mueble y mover eso no esta al alcance de cualquiera. No amigo, no debes de avergonzarte. eres un valiente
 
Si se lo chupas se le va quitando el hedor, es igual que el mal aliento mañanero que se quita dando unos buenos morreos; pues el hedor del chocho igual, aguantas las primeras bocanadas, le echas bien de saliva y te vas comiendo el hedor a medida que se lo vas chupando y lamiendo..

peste-negra.png

-¿Estás seguro de eso?
-si, si, como te lo digo...
 
Media España nevada y temperaturas bajo cero y la otra media en alerta por nevadas en las proximas horas.

Por lo demás no te preocupes. Todos nos hemos follado una gorda en algún momento de nuestra vida, y hay gente que ha repetido. Algunas veces pasa porque estas de bajon, otras que el calenton te ha podido ya que llevas sin espurgarte lo mas grande, y otras directamente porquete suda la folla. Follarse una gorda es una aventura solo apta para los mas valientes. Esos chochos que chorrean como un una catarata.... Que cuando sacas los dedos despues de hacerle un dedo de un minuto los tienes de arrugados como si hubieses estado diez horas en el el agua. Esos pliegues de las tetas que no han visto la luz en años y si los mueves huelen como cuando limpias una cuadra. por no hablar de la logística. Una gorda es un mueble y mover eso no esta al alcance de cualquiera. No amigo, no debes de avergonzarte. eres un valiente
Un post que retrata a la perfección la naturaleza y entresijos del secso con manatíes. Creo que también cabe decir que la única manera de meterse ahí es tener un pene medianamente largo, y que ella se ponga a cuatro pezuñas para recibir los embistes del ariete, de lo contrario es humanamente imposible ayuntar con esa bestia jamonera. Extra points cuando la rellenas analmente: si o si vas a sacarla embadurnada de mierda. Mierda, además, perlada de tropezones, pues ya sabemos que esos paquidermos sufren de depresión crónica y angustia vital lo que las empuja a comer sin masticar dejando todo el trabajo para los jugos gástricos de su buche, lo que indefectiblemente produce mal aliento y gases. No es broma lo que puede dar de sí zamparse un kilo de chicharrones en cuestión de minutos.
 
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