Este hilo es una serie de individuos hablando de su experiencia personal o mierdas de oídas como si fueran la norma general.
En mi caso, la feria se puede resumir en 3 bloques que espero que sirvan como ejemplos, porque sí sufrí muchos de los tópicos:
En primer lugar, montártelo por tu cuenta. Creerse Zuckerberg, ponerse CEO en linkedin y echar más horas que un reloj. Sólo apto para jóvenes flipados con apoyo financiero inicial de papá. Pelearte con clientes es una experiencia que nunca te va a sobrar, aprendes latín, pero la contrapartida es que da asco y corres el riesgo de volverte un cínico. Cuando el cuerpo te pone freno o tu novia empieza a romper platos porque no entra pasta a casa, te pasas al siguiente trabajo.
La consultora. Si tienes algún aprecio por tu salud mental huye de cualquier lugar que tenga los cojonazos de llamarse así. Se miente en todas las direcciones, pero si se ponen "consultora" en la etiqueta, no puedes decir que por ahí no te avisaron. Si esta fuera la única opción, preferiría darme martillazos en la polla que trabajar en esto más de 3 años.
Mi último trabajo, en el que estoy ahora, no me parece nada paradigmático. Es del tipo que más se habla, porque molan mucho los futbolines, pero ojalá fuera más habitual que hubiera sitios así. Técnicamente me gusta muchísimo, llevo casi 4 años y no ha habido un puto día que haya encontrado una respuesta a algo en StackOverflow. Es la mierda por la que me gusta la informática y el código abierto, resolver puzzles. He tenido ya 5 jefes distintos en esta empresa y todos han considerado su trabajo quitarme mierdas de encima para poder ser más productivo. Eso no quita que te hinches a reuniones, cosa que todo autista que se mete a la informática odia, pero que son un mal necesario. No es la empresa de esta liga donde más se cobra, pero dudo que haya muchas con una cultura tan sana. Si el jefe de mi jefe tiene la agenda a tope de reuniones y tiene que hablar conmigo, ya se puede buscar la forma de hacerlo antes de las 16:00, porque yo salgo de trabajar y no me voy a quedar ni 15 minutos porque a él le venga bien y no entienda la cadena de emails en la que lo he dejado todo por escrito.
Siento en el alma que mi trabajo actual sea ciencia ficción en España. Nada me habría gustado más que aguantar el tirón un poco más en mi último cartucho de iniciativa empresarial en España y ser yo ese jefe que no cuestiona que la gente tiene derecho a tener vida tras las 8 horas que estipula su contrato. Pero las trabas son infinitas, no hay lugar para el sueño de Silicon Valley en España. Y lo sé porque he conocido a varios de esos gilipollas emprendedores, jóvenes prodigios, con los que los periódicos digitales intentan vender motos que no valen una puta mierda. Hijos de papá, peseteros, chapuceros, chanchulleros y vendehumos, todo a la vez como condición indispensable para ser carne de ese tipo de artículos.
El consejo de que os vayáis a otro país donde se pague lo que valéis no os lo voy a dar, porque es obvio y no siempre se tiene la suerte de poder hacerlo. Pero si alguien de verdad quisiera escuchar un consejo y no solamente el eco de lo que tiene en la cabeza, no le puedo recomendar nada mejor que hacer el trabajo que nadie quiere hacer en su profesión. Sea lo que sea, si frustra a tus compañeros y tú lo automatizas y se lo quitas de en medio, normalmente tendrás apoyo de tus jefes porque están hasta la polla de oír quejas, estarás aprendiendo algo que engordará tu currículum y te ganarás el cariño de tus compañeros. Así empecé yo con lo que luego se llamó DevOps, pero también he hecho cosas que nunca se pondrán de moda como mierdas relacionadas con la contabilidad o fichar las horas de cada proyecto.