hitsfromthebong
Veterano
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Se me ocurre que podríamos darle una vuelta de tuerca a éste hilo, o abrir uno nuevo, pero creo que sería lo suyo tratarlo aquí para enriquecerlo. Se trata de contar la primera vez que, jartos de machacárnosla con polno, esa guarrona, novia u lo que sea nos dejó que la fotografiásemos o la grabásemos en vidrio. Podríamos contar nuestras sensaciones al emular a nuestros actores porno de cabecera, si la golfa colaboró y lo disfrutó o solo se limitó a complacernos, si pasado el tiempo se siguió conservado el material para pajotes remember de escándalo, si se compartieron dichas grabaciones o fotos con colegas, conocidos o desconocidos, etc.
En mi caso, la primera vez, fue al poco de desvirgarme. A los pocos meses me eché novia, yo seguía teniendo 18 mientras que ella me ganaba por uno, y un día, tras hacerme un pajote antológico con un Private Vídeo Magazine creo que era, me entró la pájara de producir yo mi propio material. Decidí proponérselo a mi chica y asombrosamente me dijo que sí, que lo hiciésemos; yo me esperaba un NO por respuesta como una catedral, así que al oír su aprobación me empalmé de inmediato y en medio de la calle que íbamos.
Grabamos un vídeo con una cámara super 8 de esas de las antiguas que mi viejo 2 tenía inutilizada en el fondo de un armario. Se la guindé una tarde y me fui corriendo a toda leche a casa de mi novia, sus padres estaban en la beach y no volverían hasta pasados unos días. Cuando llegué allí, al subir en el ascensor ya iba con el rabo duro (igualito que ahora, por los cojones), y tal como entré en su piso le dije que no perdiéramos tiempo y que fuésemos a lo que íbamos.
Decidimos grabar una mamada. Yo me senté en el sofá y ella se puso de rodillas entre mis piernas, cuando la enfoqué con el nabo en la boca y vi que en la esquinita del visor ponía REC no me lo podía creer. Ella a lo suyo y yo ahí soltando gemidos por un tubo, hasta que la avisé de que me iba a correr y le dije que pusiese la cara para echarle los calostros, asín lo hizo y al caerle el primer borbotón en la boca soltó una arcada que quedó de puta madre en el vidrio. Me hizo gestos con la mano para que parara y corrió al baño entre arcadas, pero yo seguí grabando mientras la seguía corriendo por el piso, cuando llegó al bater hizo por potar pero no potó nada, mientras daba arcadas se reía de buen rollo y eso era lo que le daba morbazo al metraje. Guardé el vídeo y me hice mil pajas con él (porque ya después de eso no se dejó grabar más), pero llegó un punto en que ya no era suficiente, necesitaba subir un nivel.
Una tarde tonta se me encendió la bombilla y sentí cómo me revoloteaban mariposas en el estómago ante la idea que acababa de tener. Se me ocurrió ir a visitar a un colega a su keli con el vídeo en una cinta vhs. Era un colega de los de confianza, de los mejores que he tenido nunca, y sabía que con él podía hacerlo. Se trataba de ponerle el vidrio (él conocía perfectamente y trataba a mi chica como un amigo más), verlo juntos y fijarme en cómo reaccionaba al verla en tetas mamando rabo; luego, con esas reacciones y volviendo a ver el vídeo me haría una paja a la crema de lo más morbosa. El nota se estaba comiendo un bocata de hamburguesa y cuando mi novia apareció en la pantalla de esa guisa, se quedó petrificado con el emparedado a la altura del pecho goteándole cátsup en los pantalones sin que ni siquiera se coscase. Yo estaba entre la partida de polla viéndole el careto y sonsacándole comentarios, le decía a lo mejor: "Mira, mira como chupa", para conseguir que dijera algo del tipo: "Hostia, que puta" o parecido, pero solo soltaba bufidos con los ojos como platos, lo cual me resultó suficiente para mis propósitos.
Creo que desde ese día tengo el fetiche de tener novia, grabarla y enseñársela a otros mendas en mi presencia para hacer lo mismo que con el colega éste. Con los años volví a subir de escalafón y conseguí que se la follaran delante mía (no a esta, a otras novias), pero como aquella vez no hubo otra, en el sentido de que nunca he vuelto a tener la oportunidad de enseñar un vídeo de mi pareja a alguien que la conociese y tratase. Ella nunca supo que mi colega había visto el vidrio y se siguieron tratando con total normalidad, pero cada vez que hablaban en mi presencia yo sabía lo que había pasado y ese día caía paja.
Perdí la cinta de vidrio cuando me mudé a mi mansión del Parque Amate, no solo la cinta vhs sino también el máster de la cinta chiquinina esa, que se encontraban almacenadas juntas. Ha sido uno de los errores más imperdonables de toda mi vida, haría lo que fuese necesario por recuperar ese tesoro.
Lo dicho, podemos seguir aquí con éste rollo, separarlo en otro hilo, mandar las dos ideas a chuparla o lo que sus plazca.
En mi caso, la primera vez, fue al poco de desvirgarme. A los pocos meses me eché novia, yo seguía teniendo 18 mientras que ella me ganaba por uno, y un día, tras hacerme un pajote antológico con un Private Vídeo Magazine creo que era, me entró la pájara de producir yo mi propio material. Decidí proponérselo a mi chica y asombrosamente me dijo que sí, que lo hiciésemos; yo me esperaba un NO por respuesta como una catedral, así que al oír su aprobación me empalmé de inmediato y en medio de la calle que íbamos.
Grabamos un vídeo con una cámara super 8 de esas de las antiguas que mi viejo 2 tenía inutilizada en el fondo de un armario. Se la guindé una tarde y me fui corriendo a toda leche a casa de mi novia, sus padres estaban en la beach y no volverían hasta pasados unos días. Cuando llegué allí, al subir en el ascensor ya iba con el rabo duro (igualito que ahora, por los cojones), y tal como entré en su piso le dije que no perdiéramos tiempo y que fuésemos a lo que íbamos.
Decidimos grabar una mamada. Yo me senté en el sofá y ella se puso de rodillas entre mis piernas, cuando la enfoqué con el nabo en la boca y vi que en la esquinita del visor ponía REC no me lo podía creer. Ella a lo suyo y yo ahí soltando gemidos por un tubo, hasta que la avisé de que me iba a correr y le dije que pusiese la cara para echarle los calostros, asín lo hizo y al caerle el primer borbotón en la boca soltó una arcada que quedó de puta madre en el vidrio. Me hizo gestos con la mano para que parara y corrió al baño entre arcadas, pero yo seguí grabando mientras la seguía corriendo por el piso, cuando llegó al bater hizo por potar pero no potó nada, mientras daba arcadas se reía de buen rollo y eso era lo que le daba morbazo al metraje. Guardé el vídeo y me hice mil pajas con él (porque ya después de eso no se dejó grabar más), pero llegó un punto en que ya no era suficiente, necesitaba subir un nivel.
Una tarde tonta se me encendió la bombilla y sentí cómo me revoloteaban mariposas en el estómago ante la idea que acababa de tener. Se me ocurrió ir a visitar a un colega a su keli con el vídeo en una cinta vhs. Era un colega de los de confianza, de los mejores que he tenido nunca, y sabía que con él podía hacerlo. Se trataba de ponerle el vidrio (él conocía perfectamente y trataba a mi chica como un amigo más), verlo juntos y fijarme en cómo reaccionaba al verla en tetas mamando rabo; luego, con esas reacciones y volviendo a ver el vídeo me haría una paja a la crema de lo más morbosa. El nota se estaba comiendo un bocata de hamburguesa y cuando mi novia apareció en la pantalla de esa guisa, se quedó petrificado con el emparedado a la altura del pecho goteándole cátsup en los pantalones sin que ni siquiera se coscase. Yo estaba entre la partida de polla viéndole el careto y sonsacándole comentarios, le decía a lo mejor: "Mira, mira como chupa", para conseguir que dijera algo del tipo: "Hostia, que puta" o parecido, pero solo soltaba bufidos con los ojos como platos, lo cual me resultó suficiente para mis propósitos.
Creo que desde ese día tengo el fetiche de tener novia, grabarla y enseñársela a otros mendas en mi presencia para hacer lo mismo que con el colega éste. Con los años volví a subir de escalafón y conseguí que se la follaran delante mía (no a esta, a otras novias), pero como aquella vez no hubo otra, en el sentido de que nunca he vuelto a tener la oportunidad de enseñar un vídeo de mi pareja a alguien que la conociese y tratase. Ella nunca supo que mi colega había visto el vidrio y se siguieron tratando con total normalidad, pero cada vez que hablaban en mi presencia yo sabía lo que había pasado y ese día caía paja.
Perdí la cinta de vidrio cuando me mudé a mi mansión del Parque Amate, no solo la cinta vhs sino también el máster de la cinta chiquinina esa, que se encontraban almacenadas juntas. Ha sido uno de los errores más imperdonables de toda mi vida, haría lo que fuese necesario por recuperar ese tesoro.
Lo dicho, podemos seguir aquí con éste rollo, separarlo en otro hilo, mandar las dos ideas a chuparla o lo que sus plazca.