Libros POESÍA (nuestros poemas preferidos)

Mi favorito de la generación del 27, Luis Cernuda.

Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.

Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.

Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido.


Del libro "Los Placeres Prohibidos".
 
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Aquí en las tumbas tenemos muchas como esta, ay! qué ricas están estas muertas, más con un poco de musgo y gusanos.

Por muy buenas que estén, pierden rápido sus colores y se vuelven así (qué es como más nos gustan a nosotros los muertos):

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Iros acostumbrado, que pasaréis más tiempo como yo (muertos), que en vuestros estados actuales, hijos de puta.

Para que reflexionéis os dejo una poesía del maestro Baudelaire.

Una carroña

Recuerda el objeto que vimos, alma mía,
aquella bella mañana de verano tan dulce:
al torcer de un sendero una carroña infame
sobre una cama sembrada de guijarros,

las piernas al aire, como una mujer lúbrica,
ardiente y sudando los venenos,
abría de una manera descuidada y cínica
su vientre lleno de exhalaciones.

El sol brillaba sobre esta podredumbre,
como para cocerla a punto,
y de rendir al céntuplo a la gran Naturaleza
todo esto que al mismo tiempo había unido.

Y el cielo miraba el esqueleto soberbio
como una flor abrirse.
El hedor era tan fuerte, que en la hierba
te creíste desmayar.

Las moscas zumbaban sobre este vientre pútrido,
de donde salían negros batallones
de desechos genéticos, que se deslizaban como un espeso líquido
a lo largo de estos viventes harapos.

Todo aquello descendía, subía como una ola,
o se lanzaba chispeante;
se habría dicho que el cuerpo, hinchado de un aliento vago,
vivía multiplicándose.

Y este mundo comportaba una extraña música,
como el agua corriente y el viento,
o el grano que un aventador de un movimiento rítmico
agita y devuelve a su harnero.

Y las formas se borraban y sólo eran un sueño,
un esbozo lento en venir,
sobre la tela olvidada, y que el artista acaba
solamente para el recuerdo.

Detrás de las rocas una perra inquieta
nos miraba con aire enojado,
espiando el momento de recuperar del esqueleto
el trozo que había abandonado.

_Y, por tanto, tú eres parecida a esta porquería,
a esta horrible infección,
estrella de mis ojos, sol de mi naturaleza,
tú, mi ángel y mi pasión.

¡Sí! tal serás, oh, reina de las gracias,
despues de los últimos sacramentos,
cuando irás bajo la hierba y las floraciones grasas,
a enmohecer entre las osamentas.

Entonces, ¡oh, mi belleza! dile al gusano
que te comerá a besos,
que he guardado la forma y la esencia divina
de mis amores descompuestos.
 
Shakespeare rebuznó:
Sigh no more, ladies, sigh nor more;
Men were deceivers ever;
One foot in sea and one on shore,
To one thing constant never;
Then sigh not so,
But let them go,
And be you blithe and bonny;
Converting all your sounds of woe
Into. Hey nonny, nonny.

Sing no more ditties, sing no more,
Or dumps so dull and heavy;
The fraud of men was ever so,
Since summer first was leavy.
Then sigh not so,
But let them go,
And be you blithe and bonny,
Converting all your sounds of woe
Into. Hey, nonny, nonny.
 
Nos recuerdo encerrados en la habitación, bailando sin baile.

Siguiendo el compás del silencio, roto por la canción de tu respiración y mi aliento.


Volábamos alto, viajábamos lejos. Enmarañados los cuerpos, vivíamos futuros,

Vivíamos recuerdos, tiñendo de besos la lluvia, el mal tiempo.


Éramos la furia loca de la locura en sus mejores momentos, la cordura malentendida.

Éramos la primavera desperezándose en un mundo hibernal, la ebullición de la vida.


Nos recuerdo encerrados en tu cuarto, encendiendo velas de fogosidad efusiva.

Arrebatos exaltados en las noches de deseo, que, nacido entre ansias, nos imbuía.


Las palabras que eran nuestras se escondían bajo las mantas, entre las sábanas se guarecían.

Y de pronto, un “te quiero” perdido, un “mi amor”, decidido, de tu boca irrumpía.


Éramos la fusión de una estrella fugaz con la luna, el amanecer encendido.

Éramos el secreto que todos intuyen, el más dulce y peculiar sonido.


Me recuerdo hilando hebras de fantasías en tu pelo, rescatando de tu alma casi toda mi verdad.

Buscando la certeza entre tu cuerpo, sintiendo encontrar en tu cerco mi libertad.


Susurrándote versos al oído, dedicándote poemas sin pensar:

“Somos dos versos que riman sin rima, somos la esencia de todo lo genial”.


Éramos la espera que no pierde la esperanza, lo cercano y lo profundo.

Éramos la calma en nuestras pieles perdidas y exhaustas, mapas sin ruta ni rumbo.


Te recuerdo pintándome ilusiones sobre la nariz, despertándome cada sueño.

Encendiendo aquello oscuro que alguna vez hubo en mí, lo íntimo y el misterio.


Tapando con tu contorno mis huecos, con tus virtudes mis faltas.

Destapándome la risa que hoy no encuentro, anudándote en mi espalda.


Éramos la reacción a punto de explosionar, manchando de cálido líquido el mundo.

Éramos el silencio al que nunca supieron callar, el más tierno e insondable conjunto.

ANONIMO
 
NICOLÁS GUILLÉN:

CANCIÓN

¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera
la primavera!
(Yo, muriendo.)

Y de qué modo sutil
me derramó en la camisa
todas las flores de abril.

¿Quién le dijo que yo era
risa siempre, nunca llanto,
como si fuera
la primavera?
(No soy tanto.)

En cambio, ¡qué espiritual
que usted me brinde una rosa
de su rosal principal!

¡De qué callada manera
se me adentra usted sonriendo,
como si fuera
la primavera!
(Yo, muriendo.)

(Pablo Milanés le puso música a éste poema)



ROSALÍA DE CASTRO:

HORA TRAS HORA, DÍA TRAS DÍA

Hora tras hora, día tras día,
Entre el cielo y la tierra que quedan
Eternos vigías,
Como torrente que se despeña
Pasa la vida.

Devolvedle a la flor su perfume
Después de marchita;
De las ondas que besan la playa
Y que una tras otra besándola expiran
Recoged los rumores, las quejas,
Y en planchas de bronce grabad su armonía.

Tiempos que fueron, llantos y risas,
Negros tormentos, dulces mentiras,
¡Ay!, ¿en dónde su rastro dejaron,
En dónde, alma mía?


MARQUÉS DE SANTILLANA:

CANCIÓN

Recuérdate de mi vida,
pues que viste
mi partir e despedida
ser tan triste.



Recuérdate que padesco
e padesçí
las penas que non meresco,
desque vi
la respuesta non devida
que me diste;
por lo qual mi despedida
fue tan triste.

[II]

Pero no cuydes, señora,
que por esto
te fue ni te sea agora
menos presto;
que de llaga non fingida
me feriste;
así que mi despedida
fue tan triste.
 
Charles Baudelaire

XXX LE LÉTHÉ

Viens sur mon cœur, âme cruelle et sourde,
Tigre adoré, monstre aux airs indolents ;
Je veux longtemps plonger mes doigts tremblants
Dans l'épaisseur de ta crinière lourde ;


Dans tes jupons remplis de ton parfum
Ensevelir ma tête endolorie,
Et respirer, comme une fleur flétrie,
Le doux relent de mon amour défunt.



Je veux dormir ! dormir plutôt que vivre !
Dans un sommeil, douteux comme la mort,
J'étalerai mes baisers sans remord
Sur ton beau corps poli comme le cuivre.


Pour engloutir mes sanglots apaisés -
Rien ne me vaut l'abîme de ta couche ;
L'oubli puissant habite sur ta bouche,
Et le Léthé coule dans tes baisers.


A mon destin, désormais mon délice,
J'obéirai comme un prédestiné ;
Martyr docile, innocent condamné,
Dont la ferveur attise le supplice,


Je sucerai, pour noyer ma rancœur,
Le népenthès et la bonne ciguë
Aux bouts charmants de cette gorge aiguë
Qui n'a jamais emprisonné de cœur.


LXXVII. Spleen

Je suis comme le roi d'un pays pluvieux,
Riche, mais impuissant, jeune et pourtant très-vieux,
Qui, de ses précepteurs méprisant les courbettes,
S'ennuie avec ses chiens comme avec d'autres bêtes.
Rien ne peut l'égayer, ni gibier, ni faucon,
Ni son peuple mourant en face du balcon.
Du bouffon favori la grotesque ballade
Ne distrait plus le front de ce cruel malade ;
Son lit fleurdelisé se transforme en tombeau,
Et les dames d'atour, pour qui tout prince est beau,
Ne savent plus trouver d'impudique toilette
Pour tirer un souris de ce jeune squelette.
Le savant qui lui fait de l'or n'a jamais pu
De son être extirper l'élément corrompu,
Et dans ces bains de sang qui des Romains nous viennent,
Et dont sur leurs vieux jours les puissants se souviennent,
Il n'a su réchauffer ce cadavre hébété
Où coule au lieu de sang l'eau verte du Léthé.


El leteo

Ven a mi pecho, alma sorda y cruel,
Tigre adorado, mounstro de aire indolente;
Quiero enterrar mis temblorosos dedos
En la espesura de tu abundosa crin;

Sepultar mi cabeza dolorida
En tu falda colmada de perfume
Y respirar, como una ajada flor,
El relente de mi amor extinguido.

¡Quiero dormir! ¡Dormir más que vivir!
En un sueño, como la muerte, dulce,
Estamparé mis besos sin descanso
Por tu cuerpo pulido como el cobre.

Para ahogar mis sollozos apagados,
Sólo preciso tu profundo lecho;
El poderoso olvido habita entre tus labios
Y fluye de tus besos el Leteo.

Mi destino, desde ahora mi delicia,
Como un predestinado seguiré;
Condenado inocente, mártir dócil
Cuyo fervor se acrece en el suplicio.

Para ahogar mi rencor, apuraré
El nepentes y la cicuta amada,
Del pezón delicioso que corona este seno
El cual nunca contuvo un corazón.

Spleen

Yo soy como ese rey de aquel país lluvioso,
rico, pero impotente, joven, aunque achacoso,
que, despreciando halagos de sus cien concejales,
con sus perros se aburre y demás animales.
Nada puede alegrarle, ni cazar, ni su halcón,
ni su pueblo muriéndose enfrente del balcón.
La grotesca balada del bufón favorito
no distrae la frente de este enfermo maldito;
en cripta se convierte su lecho blasonado,
y las damas, que a cada príncipe hallan de agrado,
no saben ya encontrar qué vestido indiscreto
logrará una sonrisa del joven esqueleto.
el sabio que le acuña el oro no ha podido
extirpar de su ser el humor corrompido,
y en los baños de sangre que hacían los Romanos,
que a menudo recuerdan los viejos soberanos,
reavivar tal cadáver él tampoco ha sabido
pues tiene en vez de sangre verde agua del Olvido.
 
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Manuel Altolaguirre rebuznó:
Era mi dolor tan alto,
que la puerta de la casa
de donde salí llorando
me llegaba a la cintura.

¡Qué pequeños resultaban
los hombres que iban conmigo!

Crecí como una alta llama
de tela blanca y cabellos.

Si derribaran mi frente
los toros bravos saldrían,
luto en desorden, dementes,
contra los cuerpos humanos.

Era mi dolor tan alto,
que miraba al otro mundo
por encima del ocaso.

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Pedro Salinas rebuznó:
Sí, por detrás de las gentes
te busco.
No en tu nombre, si lo dicen,
no en tu imagen, si la pintan.
Detrás, detrás, más allá.

Por detrás de ti te busco.
No en tu espejo, no en tu letra,
ni en tu alma.
Detrás, más allá.

También detrás, más atrás
de mí te busco. No eres
lo que yo siento de ti.
No eres
lo que me está palpitando
con sangre mía en las venas,
sin ser yo.
Detrás, más allá te busco.

Por encontrarte, dejar
de vivir en ti, y en mí,
y en los otros.
Vivir ya detrás de todo,
al otro lado de todo
-por encontrarte-,
como si fuese morir.
 
Jaime Gil de Biedma rebuznó:
Pandémica y Celeste

quam magnus numerus Libyssae arenae
....................................................
aut quam sidera multa, cum tacet nox,
furtiuos hominum uident amores.
Catulo, VII


Imagínate ahora que tú y yo
muy tarde ya en la noche
hablemos hombre a hombre, finalmente.
Imagínatelo,
en una de esas noches memorables
de rara comunión, con la botella
medio vacía, los ceniceros sucios,
y después de agotado el tema de la vida.
Que te voy a enseñar un corazón,
un corazón infiel,
desnudo de cintura para abajo,
hipócrita lector -mon semblable,-mon frère!

Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo
quien me tira del cuerpo a otros cuerpos
a ser posiblemente jóvenes:
yo persIgo también el dulce amor,
el tierno amor para dormir al lado
y que alegre mi cama al despertarse,
cercano como un pájaro.
¡Si yo no puedo desnudarme nunca,
si jamás he podido entrar en unos brazos
sin sentir -aunque sea nada más que un momento-
igual deslumbramiento que a los veinte años !

Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
-con cuatrocientos cuerpos diferentes-
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.

Y por eso me alegro de haberme revolcado
sobre la arena gruesa, los dos medio vestidos,
mientras buscaba ese tendón del hombro.
Me conmueve el recuerdo de tantas ocasiones...
Aquella carretera de montaña
y los bien empleados abrazos furtivos
y el instante indefenso, de pie, tras el frenazo,
pegados a la tapia, cegados por las luces.
O aquel atardecer cerca del río
desnudos y riéndonos, de yedra coronados.
O aquel portal en Roma -en vía del Balbuino.
Y recuerdos de caras y ciudades
apenas conocidas, de cuerpos entrevistos,
de escaleras sin luz, de camarotes,
de bares, de pasajes desiertos, de prostíbulos,
y de infinitas casetas de baños,
de fosos de un castillo.
Recuerdos de vosotras, sobre todo,
oh noches en hoteles de una noche,
definitivas noches en pensiones sórdidas,
en cuartos recién fríos,
noches que devolvéis a vuestros huéspedes
un olvidado sabor a sí mismos!
La historia en cuerpo y alma, como una imagen rota,
de la langueur goûtée à ce mal d'être deux.
Sin despreciar
-alegres como fiesta entre semana-
las experiencias de promiscuidad.

Aunque sepa que nada me valdrían
trabajos de amor disperso
si no existiese el verdadero amor.
Mi amor,
íntegra imagen de mi vida,
sol de las noches mismas que le robo.

Su juventud, la mía,
-música de mi fondo-
sonríe aún en la imprecisa gracia
de cada cuerpo joven,
en cada encuentro anónimo,
iluminándolo. Dándole un alma.
Y no hay muslos hermosos
que no me hagan pensar en sus hermosos muslos
cuando nos conocimos, antes de ir a la cama.

Ni pasión de una noche de dormida
que pueda compararla
con la pasión que da el conocimiento,
los años de experiencia
de nuestro amor.
Porque en amor también
es importante el tiempo,
y dulce, de algún modo,
verificar con mano melancólica
su perceptible paso por un cuerpo
-mientras que basta un gesto familiar
en los labios,
o la ligera palpitación de un miembro,
para hacerme sentir la maravilla
de aquella gracia antigua,
fugaz como un reflejo.

Sobre su piel borrosa,
cuando pasen más años y al final estemos,
quiero aplastar los labios invocando
la imagen de su cuerpo
y de todos los cuerpos que una vez amé
aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo.
Para pedir la fuerza de poder vivir
sin belleza, sin fuerza y sin deseo,
mientras seguimos juntos
hasta morir en paz, los dos,
como dicen que mueren los que han amado mucho.


Jaime Gil de Biedma rebuznó:
Albada

Despiértate. La cama está más fría
y las sábanas sucias en el suelo.
Por los montantes de la galería
llega el amanecer,
con su color de abrigo de entretiempo
y liga de mujer.

Despiértate pensando vagamente
que el portero de noche os ha llamado.
Y escucha en el silencio: sucediéndose
hacia lo lejos, se oyen enronquecer
los tranvías que llevan al trabajo.
Es el amanecer.

Irán amontonándose las flores
cortadas, en los puestos de las Ramblas,
y silbarán los pájaros -cabrones-
desde los plátanos, mientras que ven volver
la negra humanidad que va a la cama
después de amanecer.

Acuérdate del cuarto en que has dormido.
Entierra la cabeza en las almohadas,
sintiendo aún la irritación y el frío
que da el amanecer
junto al cuerpo que tanto nos gustaba
en la noche de ayer,

y piensa en que debieses levantarte.
Piensa en la casa todavia oscura
donde entrarás para cambiar de traje,
y en la oficina, con sueño que vencer,
y en muchas otras cosas que se anuncian
desde el amanecer.

Aunque a tu lado escuches el susurro
de otra respiración. Aunque tú busques
el poco de calor entre sus muslos
medio dormido, que empieza a estremecer.
Aunque el amor no deje de ser dulce
hecho al amanecer.

-Junto al cuerpo que anoche me gustaba
tanto desnudo, déjame que encienda
la luz para besarte cara a cara,
en el amanecer.
Porque conozco el dia que me espera,
y no por el placer.
 
Unos poemas de uno de mis autores favoritos , Julio Cortázar:

UNA CARTA DE AMOR

Todo lo que de vos quisiera
es tan poco en el fondo
porque en el fondo es todo,

como un perro que pasa, una colina,
esas cosas de nada, cotidianas,
espiga y cabellera y dos terrones,
el olor de tu cuerpo,
lo que decís de cualquier cosa,
conmigo o contra mía,

todo eso es tan poco,
yo lo quiero de vos porque te quiero.

Que mires más allá de mí,
que me ames con violenta prescindencia
del mañana, que el grito
de tu entrega se estrelle
en la cara de un jefe de oficina,

y que el placer que juntos inventamos
sea otro signo de la libertad.


ENCARGO

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.


Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas
hasta el hueso. Arráncame esta cara infame,
oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.


Ahora estos dos sencillos poemas, el de Bolero concretamente está altamente en consonancia con una experiencia pasada mía:

BOLERO

Qué vanidad imaginar
que puedo darte todo, el amor y la dicha,
itinerarios, música, juguetes.
Es cierto que es así:
todo lo mío te lo doy, es cierto,
pero todo lo mío no te basta
como a mí no me basta que me des
todo lo tuyo.

Por eso no seremos nunca
la pareja perfecta, la tarjeta postal,
si no somos capaces de aceptar
que sólo en la aritmética
el dos nace del uno más el uno.

Por ahí un papelito
que solamente dice:

Siempre fuiste mi espejo,
quiero decir que para verme tenía que mirarte.


Y hoy que me he levantado con la sensibilidad a flor de piel, aprovecho para dedicar desde el anonimato uno de sus poemas a mi única amada:

Te amo por ceja, por cabello, te debato en corredores
blanquísimos donde se juegan las fuentes de la luz,
te discuto a cada nombre, te arranco con delicadeza de cicatriz,
voy poniéndote en el pelo cenizas de relámpago
y cintas que dormían en la lluvia.
No quiero que tengas una forma, que seas
precisamente lo que viene detrás de tu mano,
porque el agua, considera el agua, y los leones
cuando se disuelven en el azúcar de la fábula,
y los gestos, esa arquitectura de la nada,
encendiendo sus lámparas a mitad del encuentro.
Todo mañana es la pizarra donde te invento y te dibujo,
pronto a borrarte, así no eres, ni tampoco
con ese pelo lacio, esa sonrisa.
Busco tu suma, el borde de la copa donde el vino
es también la luna y el espejo,
busco esa línea que hace temblar a un hombre
en una galería de museo.
Además te quiero, y hace tiempo y frío.
 
"Serenamente, me cruzo de brazos y espero.
No me preocupo del viento, de la marea, ni del mar.
Ya no me enfurezco contra el tiempo o el destino,
porque a mí vendrá lo que sea para mí.

Detengo a mi prisa, me demoro,
porque,¿De qué sirve esta marcha ansiosa?
me quedo entre los senderos eternos,
y me enfrentaré con lo que me toque a mí.

Dormido, despierto, de noche o de día,
los amigos que busco me están buscando;
no hay viento que pueda dsviar mi barca,
ni cambiar el curso del destino.

¿Qué importa si me quedo solo?
espero con alegría los años venideros;
mi corazón cosechará donde haya sembrado,
y acopiará sus frutos de lágrimas.

Las aguas saben qué es lo suyo y trazan
el arroyo que va saltando en aquellas colinas;
así afluye el bién siguiendo la misma ley
al alma de deleites puros.

Las estrellas surgen poderosas en el cielo;
el agua surge en el mar.
Ni el tiempo, ni el espacio, ni lo profundo ni lo alto
pueden apartar de mí lo que es mio."


John Burroughs.
 
Me pregunto para qué están los hilos específicos sobre poetas y/o generaciónes e -ismos.
:? :?
 
Un poco de León Felipe (1884-1968) para entrar en materia:

Revolución

Siempre habrá nieve altanera
que vista el monte de armiño
y agua humilde que trabaje
en la presa del molino.

Y siempre habrá un sol también
—un sol verdugo y amigo—
que trueque en llanto la nieve
y en nube el agua del río.


Español

Español del éxodo de ayer
y español del éxodo de hoy:
te salvarás como hombre,
pero no como español.
No tienes patria ni tribu. Si puedes,
hunde tus raíces y tus sueños
en la lluvia ecuménica del sol.
Y yérguete... ¡Yérguete!
Que tal vez el hombre de este tiempo...
es el hombre movible de la luz,
del éxodo y del viento.


Credo

Aquí estoy...
En este mundo todavía... Viejo y cansado... Esperando
a que me llamen...
Muchas veces he querido escaparme por la puerta maldita
y condenada
y siempre un ángel invisible me ha tocado en el hombro
y me ha dicho severo:
No, no es la hora todavía... hay que esperar...
Y aquí estoy esperando...
con el mismo traje viejo de ayer,
haciendo recuentos y memoria,
haciendo examen de conciencia,
escudriñando agudamente mi vida...
¡Qué desastre!... ¡Ni un talento!... Todo lo perdí.
Sólo mis ojos saben aún llorar. Esto es lo que me queda...
Y mi esperanza se levanta para decir acongojada:
Otra vez lo haré mejor, Señor,
porque... ¿no es cierto que volvemos a nacer?
¿No es cierto que de alguna manera volvemos a nacer?
Creo que Dios nos da siempre otra vida,
otras vidas nuevas,
otros cuerpos con otras herramientas,
con otros instrumentos... Otras cajas sonoras
donde el alma inmortal y viajera se mueva mejor
para ir corrigiendo lentamente,
muy lentamente, a través de los siglos,
nuestros viejos pecados,
nuestros tercos pecados...
para ir eliminando poco a poco
el veneno original de nuestra sangre
que viene de muy lejos.
Corre el tiempo y lo derrumba todo, lo transforma todo.
Sin embargo pasan los siglos y el alma está, en otro sitio...
¡pero está!
Creo que tenemos muchas vidas,
que todas son purgatorios sucesivos,
y que esos purgatorios sucesivos, todos juntos,
constituyen el infierno, el infierno purificador,
al final del cual está la Luz, el Gran Dios, esperándonos.
Ni el infierno... ni el fuego y el dolor son eternos.
Sólo la Luz brilla sin tregua,
diamantina,
infinita,
misericordiosa,
perdurable por los siglos de los siglos...
Ahí está siempre con sus divinos atributos.
Sólo mis ojos hoy son incapaces de verla...
estos pobres ojos que no saben aún más que llorar.

leon_felipe.jpg
 
Ramon Llull rebuznó:
Un poco de León Felipe (1884-1968) para entrar en materia:

Revolución

Siempre habrá nieve altanera
que vista el monte de armiño
y agua humilde que trabaje
en la presa del molino.

Y siempre habrá un sol también
—un sol verdugo y amigo—
que trueque en llanto la nieve
y en nube el agua del río.


Español

Español del éxodo de ayer
y español del éxodo de hoy:
te salvarás como hombre,
pero no como español.
No tienes patria ni tribu. Si puedes,
hunde tus raíces y tus sueños
en la lluvia ecuménica del sol.
Y yérguete... ¡Yérguete!
Que tal vez el hombre de este tiempo...
es el hombre movible de la luz,
del éxodo y del viento.


Credo

Aquí estoy...
En este mundo todavía... Viejo y cansado... Esperando
a que me llamen...
Muchas veces he querido escaparme por la puerta maldita
y condenada
y siempre un ángel invisible me ha tocado en el hombro
y me ha dicho severo:
No, no es la hora todavía... hay que esperar...
Y aquí estoy esperando...
con el mismo traje viejo de ayer,
haciendo recuentos y memoria,
haciendo examen de conciencia,
escudriñando agudamente mi vida...
¡Qué desastre!... ¡Ni un talento!... Todo lo perdí.
Sólo mis ojos saben aún llorar. Esto es lo que me queda...
Y mi esperanza se levanta para decir acongojada:
Otra vez lo haré mejor, Señor,
porque... ¿no es cierto que volvemos a nacer?
¿No es cierto que de alguna manera volvemos a nacer?
Creo que Dios nos da siempre otra vida,
otras vidas nuevas,
otros cuerpos con otras herramientas,
con otros instrumentos... Otras cajas sonoras
donde el alma inmortal y viajera se mueva mejor
para ir corrigiendo lentamente,
muy lentamente, a través de los siglos,
nuestros viejos pecados,
nuestros tercos pecados...
para ir eliminando poco a poco
el veneno original de nuestra sangre
que viene de muy lejos.
Corre el tiempo y lo derrumba todo, lo transforma todo.
Sin embargo pasan los siglos y el alma está, en otro sitio...
¡pero está!
Creo que tenemos muchas vidas,
que todas son purgatorios sucesivos,
y que esos purgatorios sucesivos, todos juntos,
constituyen el infierno, el infierno purificador,
al final del cual está la Luz, el Gran Dios, esperándonos.
Ni el infierno... ni el fuego y el dolor son eternos.
Sólo la Luz brilla sin tregua,
diamantina,
infinita,
misericordiosa,
perdurable por los siglos de los siglos...
Ahí está siempre con sus divinos atributos.
Sólo mis ojos hoy son incapaces de verla...
estos pobres ojos que no saben aún más que llorar.

leon_felipe.jpg

Lo siento, pero León Felipe requiere un hilo propio
 
T.S. Eliot, A DEDICATION TO MY WIFE

To whom I owe the leaping delight
That quickens my senses in our wakingtime
And the rhythm that governs the repose of our sleepingtime,
the breathing in unison.

Of lovers whose bodies smell of each other
Who think the same thoughts without need of speech,
And babble the same speech without need of meaning...

No peevish winter wind shall chill
No sullen tropic sun shall wither
The roses in the rose-garden which is ours and ours only

But this dedication is for others to read:
These are private words addressed to you in public.
 
Rafael Alberti


VEN, VEN, ASÍ, TE BESO...

Ven. Ven. Así. Te beso. Te arranco. Te arrebato. Te compruebo en lo oscuro, ardiente oscuridad, abierta, negra, oculta derramada golondrina, oh tan azul, de negra, palpitante. Oh así, así, ansiados, blandos labios undosos, piel de rosa o corales delicados, tan finos. Así, así, absorbidos, más y más, succionados. Así, por todo el tiempo. Muy de allá, de lo hondo,
dulces ungüentos desprendidos, amados, bebidos con frenesí, amor hasta desesperados. Mi único, mi solo, solitario alimento, mi húmedo, lloviznado en mi boca, resbalado en mi ser. Amor. Mi amor. Ay, ay. Me dueles. Me lastimas. Ráspame, límame, jadéame tú a mí, comienza y recomienza, con dientes y garganta, muriendo, agonizando, nuevamente volviendo, falleciendo otra vez, así por siempre, para siempre, en lo oscuro, quemante oscuridad, uncida noche, amor, sin morir y muriendo, amor, amor, amor, eternamente.



Charles Bukowski


PÁJARO AZUL

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que esté ahí dentro.

hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
hacerme un lío?
¿es que quieres
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?

hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.

luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?

Versión de Rafael Díaz Borbón
 
William Blake - JERUSALEM

And did those feet in ancient time
Walk upon England's mountains green?
And was the holy Lamb of God
On England's pleasant pastures seen?

And did the Countenance Divine
Shine forth upon our clouded hills?
And was Jerusalem builded here
Among these dark Satanic mills?

Bring me my bow of burning gold:
Bring me my arrows of desire:
Bring me my spear: O clouds unfold!
Bring me my chariot of fire.

I will not cease from mental fight,
Nor shall my sword sleep in my hand
Till we have built Jerusalem
In England's green and pleasant land.

Maravilloso.
 
Zangan rebuznó:
William Blake - JERUSALEM

Bring me my bow of burning gold:
Bring me my arrows of desire:
Bring me my spear: O clouds unfold!
Bring me my chariot of fire.

Maravilloso poema, emocionante himno... y origen del título de una película.

(Es el himno que cantan en la última escena)
 
Dedicado al compañero César Borgia, que me ha descubierto esta maravilla.

Vitai Lampada
("They Pass On The Torch of Life")

There's a breathless hush in the Close to-night --
Ten to make and the match to win --
A bumping pitch and a blinding light,
An hour to play and the last man in.
And it's not for the sake of a ribboned coat,
Or the selfish hope of a season's fame,
But his Captain's hand on his shoulder smote --
'Play up! play up! and play the game!'
The sand of the desert is sodden red, --
Red with the wreck of a square that broke; --
The Gatling's jammed and the Colonel dead,
And the regiment blind with dust and smoke.
The river of death has brimmed his banks,
And England's far, and Honour a name,
But the voice of a schoolboy rallies the ranks:
'Play up! play up! and play the game!'
This is the word that year by year,
While in her place the School is set,
Every one of her sons must hear,
And none that hears it dare forget.
This they all with a joyful mind
Bear through life like a torch in flame,
And falling fling to the host behind --
'Play up! play up! and play the game!'

Sir Henry Newbolt (1862-1938)
 
Aqui os dejo un poema de uno de mis poetas favoritos que si bien tal vez es mas conocidos por sus relatos que por suss poesias, a mi sus poemas siempre me gustaron. Espero que a vosotros tambein os guste.

La culpa es de uno

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto
ah pero mi tristeza solo tuvo un sentido

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron

hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad
pero vos encontraste la manera
una manera tierna
y a la vez implacable
de desahuciar mi amor

con un solo pronostico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible
lo envolviste en nostalgias
lo cargaste por cuadras y cuadras
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera
ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte
que no es mucha

creo que tenes razón
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo

hace mucho muchísimo
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno

ahora estoy solo
francamente
solo

siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado

antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno

con los ojos bien secos
por si acaso

miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte
 
Como soy un verdadero desastre, me he olvidado de poner el nombre del poeta, (maldito alzeimer, es un poema del poeta urugayo Mario Benedetti.
 
Tres poemas de Jae Malone.

Discovery
Sing with me one more round.
I wasn’t paying attention the first time;
I had other things on my mind.
I forget for long highways of time
along which I travel
sometimes blind,
sometimes attuned to distraction,
sometimes sliced to the bone by
fragments of memory
that make me damn the moments
like so many stinging ants,
invariably to be ambushed by dusk
or a smile from an old one.
Often it is something simple
like a sense of place
that touches my shoulder
and causes me to stumble
upon my voice,
as from a mountain,
amazed.

Observation

You can't be pure at fifty
like you can at twenty.
Nature won't let you.
She does to your dreams
what she does to your skin,
causing you to change
your whole notion of beauty.

My Path
If I walk, will you follow;
boldly beside or on tiptoe
through shadow,
to that place
where roles are left
to fall in billowy folds
around feet?
I must go where I go,
compelled by the call of a cello
from a place I cannot see,
along a path
that may hold darkness and demons,
to penetrate a mystery
that will ache and sing and shine and sting,
with or without you.
Yet the urge
to glance over my shoulder
pulls like a string
on a puppet.
 
El mundo nos resulta ajeno, inhóspito.
Debiera ser destruido por completo.
Construir un mundo nuevo sin sus ruinas.

Y estrenar una vida diferente.

Pero al pasar el tiempo el nuevo mundo
tampoco hallarán propio nuevos hombres..
También ellos querrán un mundo nuevo.

Mejor fuera destruirlo y no hacer otro.

Jose María Fonollosa, Ciudad del hombre, NY-
 
Epitaph on an Army of Mercenaries

These, in the day when heaven was falling,
The hour when earth's foundations fled,
Followed their mercenary calling
And took their wages and are dead.

Their shoulders held the sky suspended;
They stood, and earth's foundations stay;
What God abandoned, these defended,
And saved the sum of things for pay.

A.E.Housman
 
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