Jamás he devuelto dinero que me han prestado, tengo una táctica infalible. Lo que hago es forzar una discusión que termine con el amigo prestamista sintiéndose culpable por algo que yo mismo con mi astucia de hijo de puta le he llevado a hacer o decir. Ejemplos reales:
Juanito me presta doscientos euros y me lo recuerda a menudo porque el pobre desgraciado no vive precisamente en la abundancia, así que yo, hasta los huevos, fuerzo una situación incómoda echando pestes de mi propia madre, que si es una hija de puta, que si nunca me cuidó... todo verdad, hasta que en un momento dado Juanito me da la razón, cae en la trampa y dice que mi madre es una hija de puta. En ese momento me indigno con él, que si cómo se atreve a insultar a mi madre, que quién es él para juzgarla, que qué clase de amigo insulta a tu madre etcétera etcétera. Y ya no hay valor para reclamarme el dinero. Encima de tonto por prestarme dinero que se sienta culpable.
He dicho que pondría varios ejemplos y sólo he puesto uno pero es que no me apetece escribir más ahora mismo, me voy a comprar unas cervecitas con el dinero que me ha prestado algún pringao y si eso ya otro día.