Bueno, mi experiencia personal confirma lo que todo el mundo sabe ya. Estaba en sala B, un buen bareto de Murcia, con una guarra que me acababa de trajinar (veníamos enrollándonos desde otro bar en el que habíamos estado anteriormente). En ese nuevo bar estábamos ella y yo, y dos amigas suyas. También nos acompañaba un amigo mío que esa noche no tuvo suerte, pues eligió a la única zorra que tenía novio.
El caso es que mi zorrita, en un momento dado de la noche y tras dejarme seco a base de mordiscos en la boca, arañazos y tirones de la camiseta, se fue hacia su amiga, que estaba como un queso, y empezó a darse el palo. No un besito inocente de niña, ni un piquito travieso de instituto. No, se dio la madre de todos los filetes delante de mis morros, y en ese momento el cielo se abrió ante mi, pues era la primera noche en que la conocía y tuve mi confirmación de que había dado con una auténtica zorra ibérica, una marrana special edition.
Mientras se daban el lote, sentí una mezcla de morbo y placer intenso, y celos moderados, porque en realidad me daba rabia que esa zorra hubiera dejado de comerme la lengua para irse con su amiwita. Pero en fin, la noche tuvo final feliz, me llevó a su casa y como ibamos tan sumamente ciegos decidimos que el condón era prescindible. ¿Sida? Pues puede ser, pero en realidad me inspiraba confianza, era una chica de 24 años de un pueblo de los alrededores de Murcia y se le notaba que no había recorrido tanto mundo como quería aparentar. Qué guarra, la chupaba de vicio pero solo le gustaba la postura del misionero. Dios, recuerdo los tres tatuajes que tenía, santo morbo bendito. Y para colmo le gustaba Nirvana, Metallica, Trainspotting y Pulp Fiction. Me tendría que hacer casado con ella.
Semanas más tarde... bueno, no os aburro más.
Asiduo
Forero del todo a cien
Novato de mierda
Clásico
