Toda la estancia rezuma aceitaco. El papel de cocina, el calentador de la pared, el marco de la ventana, la botella de PET, hasta el trapo que cuelga del horno, todo amarillo, untuoso, sucio
Mención aparte la jarra, que además de estar llena de mierda, tiene muescas y daños por exponerla a llamas o fuego directo. Ahí todo vale para todo, posiblemente en ese jarra haya meado algún viejo gaga. Es una seña de identidad del feismo gallego y de su idiosincrasia, reciclan todo, les vale todo y con ello pueden hacer de casi todo, aunque la estética, la higiene y la salubridad se vean notoriamente mermadas.
Y la gorda sentada atrapando las viandas con la ferocidad y determinación de un águila culebrera apresa a un reptil.
La foto es sublime, por su fealdad y por su contenido