DickDiver
Veterano
- Registro
- 21 Mar 2012
- Mensajes
- 1.000
- Reacciones
- 154
Antes de aburrir a los parroquianos con ladrillos sobre diferentes calibres, marcas, orígenes y demás formas de medir y matar el tiempo, vamos a ver de qué pie cojea la mayoría y así enfocar el hilo lo suficiente como para que cobre vida propia y entre todos lo mantengamos vivo.
¿Qué tipo de reloj tenéis, cuál os gustaría tener y por qué?
Tendré cerca de un centenar de relojes de todo tipo pero mis favoritos son los mecánicos de remonte manual y los automáticos. Son reliquias con una tecnología completamente periclitada pero con un encanto del que, para mí, carecen los modernos cuarzos. El porqué lo tengo claro, desde pequeño me ha gustado desmontar y ver cómo funcionan todo tipo de aparato que caiga en mi mano, y los mecánicos son una delicia para saciar esa pulsión.
Como mi familia es de origen humilde no he podido disponer de Omegas, como el de ILG, o Rolex, como el de Zurraspas, y me he tenido que conformar con desmontar en mi infancia relojes modestos. Primero despertadores, relojería gruesa que no necesitaba de herramientas de precisión de las que en ese momento no disponía, y más tarde el viejo Orient que fue el "regalo de pedida" de mi padre y que había sido desahuciado después de varias visitas a un relojero poco habilidoso. Ese fue mi primer pequeño triunfo, volver a hacer latir ese corazón y ajustarlo para que lo hiciese sin "arritmias", y aquí el virus ya estaba inoculado...
Mucho tiempo ha pasado desde ese primer Orient, y centenares de relojes han pasado por mis manos y muñecas. Salvo la lectura y mi profesión, pocas cosas me relajan y reconfortan a partes iguales, como desmontar, arreglar y volver a montar esas reliquias mecánicas que laten cálidas como el ronroneo de un felino recostado en el regazo.
¿Qué tipo de reloj tenéis, cuál os gustaría tener y por qué?
Tendré cerca de un centenar de relojes de todo tipo pero mis favoritos son los mecánicos de remonte manual y los automáticos. Son reliquias con una tecnología completamente periclitada pero con un encanto del que, para mí, carecen los modernos cuarzos. El porqué lo tengo claro, desde pequeño me ha gustado desmontar y ver cómo funcionan todo tipo de aparato que caiga en mi mano, y los mecánicos son una delicia para saciar esa pulsión.
Como mi familia es de origen humilde no he podido disponer de Omegas, como el de ILG, o Rolex, como el de Zurraspas, y me he tenido que conformar con desmontar en mi infancia relojes modestos. Primero despertadores, relojería gruesa que no necesitaba de herramientas de precisión de las que en ese momento no disponía, y más tarde el viejo Orient que fue el "regalo de pedida" de mi padre y que había sido desahuciado después de varias visitas a un relojero poco habilidoso. Ese fue mi primer pequeño triunfo, volver a hacer latir ese corazón y ajustarlo para que lo hiciese sin "arritmias", y aquí el virus ya estaba inoculado...
Mucho tiempo ha pasado desde ese primer Orient, y centenares de relojes han pasado por mis manos y muñecas. Salvo la lectura y mi profesión, pocas cosas me relajan y reconfortan a partes iguales, como desmontar, arreglar y volver a montar esas reliquias mecánicas que laten cálidas como el ronroneo de un felino recostado en el regazo.
Última edición: