Bueno, pues con permiso de los grandes del hilo, y sin ánimo de irritar a los que marcan los estándares del buen gusto, voy a tener el atrevimiento de dar mi insignificante y prescindible opinión, que no sé si coindice o no con la de los sumos sacerdotes. En caso de que no coincida, ignorarme como si no existiera. Y si coincide, pues también. Estoy acojonado, pero allá voy:
La primera temporada tenía el factor sorpresa y era un gran disfrute palomitero para revivir los 80, muy entretenida. Pero no sé, la segunda me ha dejado algo decepcionado, quizás esperaba más, quizás el problema no sea la serie sino yo, que a lo mejor esperaba mucho más de lo que debiera de una serie que es puro entretenimiento sin más pretensiones. Esto no es Breaking Bad, ni The Wire ni Mad Men. La temporada 2 no pasará a la historia, pero tampoco hace demasiado daño.
Dicho esto, vuelvo a pedir perdón por mi osadía y humildemente me retiro en genuflexión, arrastrando mis rodillas, mientras prodigo reverencias ante los dioses que marcan el criterio absoluto de lo que está bien y está mal ver. Ya desaparezco por la puerta lateral, entre las sombras del salón del trono. Amén.