Un amijo me confesó, parlando de estas cosas, que desde los catorce o quince años, después de andar con la ouija, le empezó a pasar algo parecido. Eran episodios aislados (una vez cada varios meses), en los que incluso andando por la calle empezaba a oír susurros dentro de su cabeza que le causaban gran angustia, con ataques de terror, cubrimientos histéricos de oídos, aporreamiento de mobiliario y demás.
Meses después de contarme tal cosa (hace dos veranos) tuvo un brote psicótico de libro y se le diagnosticó esquizofrenia (con 30 años, lo más seguro es que arrastrara la emphermedhac desde la adolescencia), viendo ahora una vida de cuasivegetal dopado hasta las cejas. Aun siendo como soy poco escéptico en estos temas, ya me sonó muy raro precisamente lo que me contaba. Ya sospeché entonces (ahora veo que con phundamento) que eso más se debía a trastornos mentales que a prácticas espíritas.
Ojo, que no estoy diciendo que vosotros estéis zumbados (si más me acordé al leeros), más si en el caso de amarie hubo más testijos. Supongo que sentirías un alivio de la hostia, como yo en cierta phiesta veraniega, de madrugada bajando un monte con amijos todos borrachos y drojados, que oí una bhoc phemenina y lejana que decía "Portocarrero, Portocarrero" (Portocarrero es el apellido, de uno de mis acompañantes, más intoxicado que yo). Ya empecé a preocuparme por alucinaciones auditivas por el abuso de sustancias, cuando Portocarrero, con cara de pene, nos preguntó si oíamos su nombre. También gran alivio of course, las alucinaciones colectivas ya son más poco probables que las individuales. Luego nos enteramos por una moza del pueblo a la que conocimos que había otro Portocarrero que vivía allí, y sería el destinatario de las exhortaciones.
Esa fue una noche curiosa, también nos pareció bher un OVNI entre la niebla cuando volvíamos en coche a casa, y resultó ser una farola de esas gigantes con varias luces en círculo en una rotonda rural, claro que había una densa niebla que nos impedía ver el poste. También pasamos unos instantes angustiosos, a mí al menos se me puso el corasón a mil.
Vamos abhewr, en el momento en que tú pones un aparato a grabar para obtener sicofonidas, máxime si haces preguntas (aunque no sean de viva voz), estás invocando a alguien o algo a que se manifieste o responda. Vale que no será tan sangrante como una sesión de ouija o una misa negra, pero aunque la puerta no se abra tú accionas el picaporte.